Imagen del estadio de atletismo de Málaga, que será el campo de juego para el Málaga durante las obras de La Rosaleda. SUR

Temor en el Málaga ante la posibilidad de que en el estadio de atletismo no quepan sus socios

Las instituciones creen que el nuevo campo, donde jugará el equipo blanquiazul, puede tener menos cabida de la prevista

Martes, 24 de junio 2025, 00:24

Las obras de La Rosaleda para el Mundial 2030 y su derivada del estadio de atletismo como nuevo estadio del Málaga durante el periodo más ... intenso de los trabajos de remodelación del campo de Martiricos (seguramente dos años) siguen deparando novedades. Ahora se centran en la instalación que albergará los partidos en el 'exilio' del equipo blanquiazul, que contaría con unos 26.000 espectadores o más tras las obras para colocar unos graderíos modulares. Pero la situación está cambiando y ahora las instituciones propietarios del estadio (Junta de Andalucía, Ayuntamiento y la Diputación) aseguran que seguramente habrá que reducir el aforo de una forma muy considerable por imposición legal, lo que está provocando un importante temor en el seno del club de Martiricos, que no podría dar cabida a sus socios.

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En Zaragoza, por ejemplo, han sido mucho más rápidos que en Málaga a la hora de buscar acomodo a su equipo, disponiendo ya casi terminado un campo modular que servirá para que el conjunto aragonés pueda jugar desde agosto (La Romareda será ampliada también para el Mundial, que se celebrará entre España, Portugal y Marruecos). En el caso del estadio de atletismo, necesitará estar disponible el verano que viene, aunque este margen seguramente no sería suficiente para buscarse otra ubicación, siempre que la reducción de espectadores sea realmente exagerada. Es previsible que no haya ninguna opción de cambio y que, de esta forma, finalmente se mantenga esta instalación como el campo del cuadro de Martiricos durante las obras.

El proceso está ahora en su momento más álgido, pues próximamente se celebrará una reunión clave para conocer con exactitud cuál puede ser el aforo definitivo del estadio de atletismo (ninguna de las fuentes consultadas conoce aún este dato). La Dirección General de Carreteras será la que decida sobre los límites de capacidad por encontrarse el estadio junto a una vía estatal muy importante para la movilidad. A partir de ahí se podrán tomar otras decisiones, siempre que la reducción en relación a lo previsto sea demasiado grande.

26.550

Son los abonados del Málaga en la temporada anterior, donde muchos miles más se quedaron fuera y sin los pretendidos carnés por el aforo de La Rosaleda (el club se reserva algo más de 3.000 localidades por partido para la venta de entradas). Es previsible que este dato se pueda repetir en la nueva campaña, que será, en principio, la última antes de las obras que forzarán al equipo a salir al estadio de atletismo seguramente dos años.

Cabe recordar que el Málaga dispuso de 26.550 abonados la temporada pasada, siendo muchos miles los que se quedaron sin los pretendidos carnés debido a que el aforo de La Rosaleda no era suficiente debido a que, además, el club se reserva en cada partido algo más de 3.000 localidades para la venta de entradas. De ahí que una menor capacidad dejaría fuera del estadio de atletismo a numerosos socios actuales del equipo. La próxima temporada no habrá problemas todavía, pues el equipo blanquiazul completará el campeonato todavía en La Rosaleda.

En el mejor de los casos, el Málaga tendrá que prescindir de una parte destacada de su masa social durante dos temporadas. Pero la pregunta clave aparece de inmediato para cualquier socio: ¿Cómo lo haría? Todavía no se ha estudiado esta opción, aunque es previsible que pronto se haga. ¿Tendrán ventaja los más antiguos? Esta es una posibilidad para reducir el número de abonos, pero tampoco es algo que se haya tratado en profundidad, pues las dudas son abundantes.

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Una reducción drástica del aforo posible en el estadio de atletismo, situándose alrededor de los 15.000 espectadores o algo menos, por ejemplo, provocaría también un destacado problema económico para el Málaga. En tal caso apenas cabrían la mitad de sus abonados. Pero las instituciones, en cualquier caso, tienen previsto compensar los perjuicios que pueda causar esta gran obra tanto en La Rosaleda como en campo que acogería al equipo en las obras.

En breve, pese a todo, se conocerá con precisión este aforo máximo. En el caso de que finalmente sea muy escaso y con las gradas situadas por detrás de la pista de atletismo (así estaba previsto que se hiciera), la instalación, con un graderío fijo muy importante en uno de los laterales, quedaría muy limitada para la categoría tan complicada en la que compite el equipo de Sergio Pellicer.

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