Los retos de la dirección deportiva del Málaga ante un verano diferente a los dos anteriores

Una cifra que se puede elevar a 20 contando con los más que probables fichajes de Febas (cuenta con una opción de compra asequible) y Manolo Reina (termina contrato con el Mallorca y hay un preacuerdo). Esto supone una amplia base de efectivos como punto de partida y que plantea un nuevo desafío para la dirección deportiva, que deberá medir aún más las llegadas y salidas del equipo.

El reto que se marcan en el próximo mercado de fichajes es obvio: lograr que la próxima plantilla experimente un nuevo salto de nivel. Para ello contarán con un presupuesto prácticamente similar al de la presente campaña, aunque la idea es poder aumentarlo ligeramente por lo ahorrado en la campaña aún en curso (en invierno se guardó parte de los recursos, cerca de un millón de euros, porque prefirieron no gastar más al no encontrar los refuerzos que buscaban o entender que suponían un esfuerzo económico demasiado alto).

Entre las claves para darle el impulso deseado al equipo está la de acertar con incorporaciones estratégicas. La portería es una de ellas. Ambos guardametas en la actualidad, Dani Barrio y Dani Martín, acaban contrato y tendrán que incorporar a uno más al menos junto a Manolo Reina); en defensa surge la necesidad de un central y un lateral izquierdo como poco.

Pero quizás lo más determinante es el ataque, donde esta campaña ha estado la principal carencia. Cualquier equipo que busque estar en la parte alta necesita de un delantero inspirado y contrastado. Todo esto conllevará inevitablemente la gestión de varias salidas de jugadores del equipo.

Los casos más señalados son los de aquellos efectivos que no han tenido demasiado protagonismo durante esta campaña o no han cubierto las expectativas, al menos por el momento. Esto se presenta también como un desgaste añadido que en veranos anteriores no ha existido. En el primero el ERE fue una gestión de causa mayor y al siguiente muchos acababan contrato.