Jugadores del Málaga, durante un entrenamiento de esta semana en La Rosaleda. SALVADOR SALAS
Albacete-Málaga, hoy 14.00 horas

Un partido para la esperanza

El Albacete, duro escollo en el Carlos Belmonte para un Málaga obligado a reaccionar con una idea de juego más definida y la personalidad que tanto se le echa en falta

Domingo, 12 de febrero 2023, 00:20

Cuando el 4 de septiembre el Albacete 'burreó' al Málaga en el primer cuarto de hora en La Rosaleda –dos semanas después de que Las ... Palmas pasara por Martiricos como una tormenta de verano– se encendieron todas las alarmas. Era pronto para pensar que el proyecto se tambaleaba, pero ya se constataba que el estilo de Pablo Guede equivalía a fracaso con mayúsculas. Cinco meses y ocho días después, el plan en el que se habían depositado tantas ilusiones entre julio y agosto está herido de muerte. Cinco puntos por debajo de la frontera de la permanencia y con sensaciones muy negativas, sólo queda aferrarse a que esa reacción que nunca ha llegado se produzca en el Carlos Belmonte a partir de las dos de esta tarde. Es un partido para la esperanza.

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Ya en los albores de septiembre se pudo sacar una conclusión de aquel Málaga-Albacete: tras el zarandeo inicial de su adversario, el equipo blanquiazul quedó desnortado, sin el más mínimo síntoma de reacción ni de personalidad, con los brazos bajados, magullado anímicamente. Más de 150 días después, el panorama no ha variado un ápice. Nadie parece capacitado para tirar del carro en el campo y cualquier contratiempo supone un obstáculo insalvable. En esas anda el tercer entrenador de la temporada, Sergio Pellicer, que apela constantemente en el día a día al orgullo para tratar de encontrar en sus jugadores ese paso al frente que no se produce. El viernes habló incluso de la necesidad de contar con «espíritu amateur». Y no parece tarea fácil en un plantel construido radicalmente al estilo de lo que gusta en el sur cuando lo que se requiere como punto de partida en esta categoría es un fútbol más habitual en el norte.

Dinamismo y posesiones

Pero no sólo de orgullo se vive en el fútbol. Si algo quedó patente en aquel primer envite entre los protagonistas del duelo de este mediodía fue el estilo bien definido del Albacete. «Debemos tener una idea de juego definida», subrayó Pellicer en su comparecencia para analizar la cita de hoy. Porque, junto a esas carencias de personalidad y arrojo, el Málaga ha navegado durante casi un semestre sin rumbo en el campo, sometido a impulsos en ataque y a un sistemático desorden en defensa. Por primera vez en lo que va de temporada el entrenador blanquiazul no se centra exclusivamente en los males atrás –«hay que conceder lo menos posible a los rivales»– y ofrece al fin un retrato de la nulidad ofensiva mostrada hasta el momento, de la manifiesta incapacidad un partido tras otro para generar peligro real, sin fuegos de artificio. «Hay que ser un equipo dinámico, que tenga posesiones para progresar y ser más rápidos para moverse en el campo y pasar la pelota». Dinamismo, superar líneas y velocidad. Tres factores inexistentes con Guede, con Mel y, de momento, con Pellicer.

Datos

  • 17 Puntos había sumado el Albacete en siete partidos (cinco menos que el Málaga en toda la temporada) hasta que la semana pasada cayó en el Heliodoro Rodríguez López de Tenerife por 1-0. En ese tramo marcó once goles y únicamente encajó dos.

  • 7 Veces únicamente se ha quedado sin marcar el Albacete en la Liga. Gracias a ello, cerró la pasada jornada como máximo goleador junto al Granada, con 32 tantos.

  • 5 El Málaga necesita una victoria para no descolgarse de la lucha por la permanencia y deberá conseguirla como visitante, algo que no firma desde hace cinco meses y medio, cuando ganó al Mirandés (1-3).

Pero el rival también juega. Los resultados darán o quitarán, aunque el técnico castellonense sí es más de escrutar hasta el más mínimo detalles las virtudes y defectos del contrario que sus antecesores. Y el Albacete no es un equipo fácil para hincarle el diente. Funciona de memoria casi desde el primer día y no tiene reparos en aguardar en su parcela si las circunstancias lo exigen, pero, al contrario que el Málaga, maneja distintas opciones para jugar en ataque y suplir así la ausencia de futbolistas de renombre. Consecuencia: únicamente se ha quedado sin marcar siete veces y cerró la pasada jornada como máximo goleador junto al Granada. Tropezó la semana pasada en Tenerife (derrota por 1-0), pero hasta entonces había sumado 17 puntos en los siete encuentros anteriores con un balance de 11 goles marcados y sólo dos encajados.

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El Albacete no está por casualidad en zona de 'play-off' de ascenso. De nuevo parece intrascendente la elección de las piezas en el Málaga: el sustituto del sancionado Burgos, el medio de contención (Genaro, N'Diaye, Luis Muñoz o incluso Ramón), el número de centrocampistas (dos o tres), la identidad de los extremos, la presencia de uno o dos puntas... A estas alturas, visto el escaso desequilibrio de las individualidades, es demasiado evidente que el Málaga sólo remontará si prevalece el colectivo. Personalidad, orgullo, espíritu colectivo... y también idea de juego. Es un partido para la esperanza. Mejor no pensar en un enésimo revés.

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