Murillo, la 'sorpresa' de la segunda vuelta que ahora es indiscutible para Pellicer

Para sorpresa de muchos, Pellicer apostó por él en el momento más crítico de la campaña, en un duelo de máxima exigencia como era el de Ipurua, y Murillo no defraudó. Anotó un gol crucial frente al Eibar, y desde entonces es un 'fijo' en la alineación del Málaga, que con la aportación clave del canterano ha recuperado la fortaleza defensiva que mostró en la primera vuelta y de la que ha carecido durante gran parte del segundo tramo de la competición. Es la mayor 'sorpresa' del Málaga en la segunda vuelta, y uno de los grandes aciertos del técnico para revitalizar al equipo en el momento decisivo del curso.

Como destacó en su momento Pellicer, cuando Murillo apenas contaba e incluso era uno de los habituales 'descartes' en las convocatorias, el toledano es capaz de desempeñarse en más de una demarcación, como central y como lateral derecho. La polivalencia se ha convertido en una cualidad indispensable en el fútbol actual, prácticamente obligatoria. El entrenador del Málaga comparó al defensa malaguista (salvando las distancias) con el exfutbolista del Real Madrid, Nacho Fernández, por la capacidad que tienen ambos jugadores de actuar y rendir a un nivel notable en estos dos puestos, y con los dos ocupando el mismo rol a priori secundario en la plantilla, pero ofreciendo buenas prestaciones. Todo apunta a que, a raíz de estas grandes actuaciones, Murillo ha adelantado a Álex Pastor como el tercer central para Pellicer si están todos disponibles.

Después de más de 100 días sin participar (disputó una hora en el derbi copero el 31 de octubre), Pellicer decidió alinear a Murillo en Cartagena (el pasado 15 de febrero), a causa de las bajas de Nelson y Álex Pastor, la de este último de última hora, y si bien es cierto que acusó la falta de ritmo competitivo durante la primera mitad de aquel encuentro, un hecho perfectamente comprensible, cumplió con las exigencias, jugando el partido completo.

Volvió a participar en el aciago derbi ante el Cádiz en La Rosaleda. No salió en las 'fotos' de los goles del conjunto gaditano, y junto con Álex Pastor, 'secaron' al exmalaguista Ontiveros, que llegaba enrachado al duelo.

Su titularidad frente al Eibar sorprendió a la afición. Formó parte del error defensivo grosero del primer gol del cuadro vasco, pero fue el autor del tanto del empate con un sensacional remate de cabeza, haciendo gala de su poderío aéreo a pesar de su corta estatura (1,82 metros) y que supuso una inyección de moral para el conjunto malaguista cuando parecía haber bajado los brazos y se acercaba peligrosamente al abismo.

No ha salido del once titular desde ese partido, acumulando tres titularidades consecutivas. Murillo ofrece la posibilidad de variar en el esquema para el ataque y la defensa: ocupa la posición de central cuando al equipo le toca replegar, con otros dos defensas, obteniendo la ayuda del 'carrilero' si le toca cubrir al extremo, y luego ejerce de lateral derecho cuando el Málaga está plantado en el campo contrario para atacar. Su presencia ha servido también para que los otros dos centrales muestren su mejor versión, y el cuadro de La Rosaleda vuelva a crecer desde la defensa, que es la que ha garantizado las victorias esta temporada (ha dejado la portería a cero en diez de sus 11 triunfos este curso).

Murillo ha sido una de esas sorpresas agradables, especialmente porque ha surgido cuando el Málaga más lo necesitaba. Con 24 años y contrato hasta 2027, el club desea que continúe evolucionando y se erija en un futbolista clave en el proyecto.