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El Málaga ha encontrado el refuerzo que buscaba para reestructurar el lateral derecho, una posición con la que han crecido las dudas por parte de la dirección deportiva y el cuerpo técnico en las últimas semanas de la pretemporada y con la llegada de la competición. La entidad malaguista, aupada por la inyección económica recibida por el acuerdo de LaLiga con el fondo inversor CVC, se ha decidido por reforzar un flanco diestro de la zaga que actualmente cuenta con hasta cuatro efectivos en nómina, algo que cambiará próximamente con la llegada de Víctor Gómez.
El club blanquiazul confirmó este viernes mediante un comunicado la incorporación en forma de cesión y sin opción de compra del joven futbolista del Espanyol. El jugador aterriza en La Rosaleda con la confianza del entrenador, José Alberto. Este vínculo se forjó tras trabajar juntos en el Mirandés (ya son cinco los fichajes de este verano que han llegado con la colaboración del preparador). Con el técnico asturiano, el lateral derecho de 21 años cuajó su mejor curso hasta la fecha. Jugó 38 partidos durante la temporada pasada con el conjunto de Anduva, 36 de ellos como titular (un total de 3.260 minutos).
Números que confirmaron su consolidación en la categoría de plata pero que no han sido suficientes para convencer a los directivos de la entidad perica, con la que Víctor Gómez tiene contrato hasta 2025. En su vuelta a Primera, el Espanyol se ha reforzado con Aleix Vidal, un perfil mucho más experto, y eso ha provocado una nueva salida para el natural de Olesa de Montserrat, quien sigue siendo considerado como un valor de futuro para el conjunto catalán. Su desembarco provocará una reorganización jerárquica en la demarcación de lateral derecho del Málaga.
Actualmente la plantilla blanquiazul cuenta con Iván Calero, lesionado de larga duración y que aún estará aproximadamente un mes sin estar disponible, pero que aún así se le espera con grandes expectativas tras el rendimiento ofrecido la primera mitad de la temporada pasada hasta su lesión de rodilla. Luego aún se encuentra el venezolano Alexander González, que tiene las horas contadas en el club y saldrá próximamente en forma de traspaso a coste cero o bien rescisión de contrato (esto será según si consigue o no un nuevo destino al que marcharse). Sigue entrenando con el equipo, pero no está inscrito en competición. Tan sólo se busca una solución amistosa.
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Los siguientes en la fila son los canteranos Ismael Casas y Ale Benítez. El primero ha sido en los últimos años una de las grandes apuestas del club, tiene contrato hasta 2023 y este verano ha sido inscrito en la plantilla profesional, de hecho ha sido el que ha comenzando jugando. Sin embargo su rendimiento no ha convencido a José Alberto y ahora mismo se está replanteando su situación y no se descarta ningún desenlace. Algo que sí parece más claro con Ale Benítez, que tiene contrato hasta 2022 y que la temporada pasada convenció al entrenador, Pellicer, y a la dirección deportiva. En el caso de salir cedido, lo más factible es que renueve por una temporada más.
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