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El Málaga, sin soluciones en La Rosaleda
Pierde ante el Zaragoza de nuevo en Martiricos en otro mal partido y supera los tres meses y medio sin ganar en casa
La Rosaleda es un problema para el Málaga, queda claro. Perdió ante el peor equipo a domicilio de la competición, el Zaragoza, tras una ... pésima primera parte, en la que falló casi todo a nivel defensivo en el equipo blanquiazul. Una vez más se deja en su campo lo que gana fuera, lo que se convierte ya en una dinámica o costumbre peligrosa, una pesadilla que deberá solucionar. Se adelantó pronto el conjunto aragonés en un gran desajuste defensivo, pero lo peor fue que sentenció antes del descanso con un tanto a balón parado. El once de Pellicer volvió a salir al campo sin el ritmo y la tensión precisas para evitar los zarpazos del contrario.
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El Málaga dilapida su esfuerzo ofensivo, pese a que no tuviera el acierto y la pegada necesarias, con errores atrás (no sólo de la zaga) que lastran sus partidos y a veces impiden que sume, como en este caso. El sistema de juego con tres centrales no funcionó como otras veces, lo que permitió al Zaragoza, con una gran eficacia en sus oportunidades, apuntarse el encuentro en jugadas aisladas, sin necesidad de controlar, mandar en el partido. De esta manera, el cuadro de Martiricos lleva ya más de tres meses y medio sin ganar en su campo, desde que se deshiciera del Sporting en La Rosaleda.
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Un golazo de Luis Muñoz en la fase final del choque acortó distancias y acentuó la reacción del Málaga en el segundo periodo en busca, al menos, de la igualada, pero el Zaragoza tiró de oficio, hizo cambios y frenó un poco el ímpetu de los malaguistas. Pese a todo, Chavarría tuvo en su cabeza un empate que hubiera sido fantástico para los locales, pero el remate se marchó alto y choque se quedó como estaba.
Pellicer dio continuidad, con algunos retoques, al equipo que ganó en Alcorcón. Mantuvo en casa una fórmula defensiva más reforzada, con tres centrales, pero hizo aguas muy pronto, sufriendo una vez más en los pases en profundidad, en los balones 'filtrados'. Con su equipo de gala, salvo el sancionado Escassi, el Málaga mantuvo el nuevo guion y mostró carencias en la presión desde el arranque del choque, igual que en las acciones a balón parado. Tira por la borda su trabajo de ataque con los errores puntuales en la contención, incluyendo a los medios centro y los extremos...
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Con una zaga siempre adelantada, el equipo blanquiazul recibió el primer gol en un fallo defensivo que permitió a Vigaray llegar hasta el fondo, centrar y rematar a Igbekeme, aunque finalmente fue Alexander González el que introdujo el balón en su portería. Demasiadas facilidades para un Zaragoza que antes sólo había ganado un partido a domicilio, y por una alineación indebida. Y el Málaga reaccionó con un claro dominio en el juego de ataque, aunque sin grandes oportunidades, salvo una gran opción de Rahmani de un disparo desde el borde del área.
Pero el control del Málaga nunca era completo, lo que dejaba abiertos los errores y también las acciones a balón parado del rival, una auténtica pesadilla. En otro balón en profundidad por el centro, Narváez se quedó solo y disparó fuera. Era un nuevo aviso a un Málaga muy blando, sin orden defensivo y manteniendo la defensa adelantada y con un centro del campo superado, dominado por el rival, Poco a poco, sin embargo, el cuadro blanquiazul se adueñó casi por completo del juego, disponiendo de varias oportunidades para marcar (Caye Quintana, en dos ocasiones, Rahmani y Alexander), pero sin acierto ni suerte en los remates finales.
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El Zaragoza sufría y el juego se equilibraba con el paso de los minutos, haciendo méritos los malaguistas para igualar el encuentro. Pero nunca más lejos de la realidad: en el último minuto del primer periodo, otro desajuste defensivo, un fallo de marcaje, permitió a Vigaray conectar un cabezazo que supuso el segundo tanto. Un duro golpe para los blanquiazules en su estadio, donde llevan demasiado tiempo sin ganar. Quedaba medio partido, aunque dos goles parecían ya una diferencia demasiado grande. Pellicer reaccionó con un cambio drástico en el sistema de juego, con cuatro defensas, y Joaquín ya en el campo. Un sistema más ortodoxo para, al menos, evitar la derrota.
Con Rahmani siempre muy activo y con un mayor ritmo en todas las líneas, el Málaga se acercaba una y otra vez a la meta rival, aunque todavía sin claras oportunidades. El control y el dominio, además, permitía a los blanquiazules sufrir poco en defensa. El Zaragoza sólo reaccionaba en contados contragolpes. Al equipo de Pellicer le faltaba más precisión y profundidad ante un rival que cada vez quería arriesgar menos. Con los cambios, además, se equilibró algo más el partido, aunque la presión y el trabajo del equipo local se mantenía... Hasta que Luis Muñoz aportara la emoción final al encuentro con una disparo lejano que entró por la escuadra. El Málaga afrontaba un esprint final en busca del empate, pero el cuadro visitante encontró la fórmula para equilibrar el juego, aunque Chavarría tuvo la igualada en un remate de cabeza que se marchó alto...
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