Antoñito, en un lance del partido junto a Suero, del Castellón. ÑITO SALAS

Una novedad táctica, con defensa de cinco, que por momentos fue de cuatro

El Málaga mantuvo básicamente el esquema de las dos últimas salidas en Eibar y Huesca, aunque por la derecha Antoñito, teórico 'carrilero', tuvo que desdoblarse en ataque y defensa más que Dani Sánchez en la izquierda

Domingo, 27 de abril 2025, 21:21

Un dispositivo táctico un tanto llamativo fue con el que sorprendió Sergio Pellicer al Castellón este domingo. El Málaga mantuvo el esquema de cinco defensas ... de las dos últimas jornadas, en la derrota postrera en Huesca (1-0) y el empate en Eibar (2-2), pero con algunos matices, ya que en fase ofensiva del juego, el dibujo se pareció más a un 4-4-2, y el jugador clave para modificar el esquema era Antoñito, esta vez una de las novedades del once.

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El Málaga no había jugado hasta ahora con un esquema con tres centrales en La Rosaleda y se pensaba más que volvería al 4-4-2 (más bien un 4-2-3-1) habitual, el mismo que se empleó en Ipurua tras el descanso, cuando Pellicer reajustó el equipo al ir perdiendo por 1-0 y tener que buscar más variantes ofensivas.

Así las cosas, la propuesta de Pellicer fue un tanto novedosa, porque no empleó ni a Puga ni a Gabilondo como teórico 'carrilero' en la derecha. Fue Antoñito el que asumió esa misión, con mucho recorrido, más que Dani Sánchez en la izquierda, de forma que en determinadas acciones defensivas no le daba a tiempo a llegar a acoplarse a la defensa, que era de cuatro. Murillo, central derecho, por momentos ejercía de lateral en una línea de cuatro cuando Antoñito no llegaba a esos ajustes defensivos.

El jerezano llegaba más en ataque y protagonizó tres buenos centros en el primer tiempo, uno para una ocasión de Lobete, otro al que se anticipó bien Gonzalo y un tercero a la ubicación de Chupete. El Málaga mantuvo todo el partido este esquema. De hecho, cuando en el minuto 84 entró Rafa por Antoñito, fue Izan Merino el que se abrió a la banda derecha para desempeñar el mismo cometido táctico que estaba asumiendo su compañero. Ya por entonces, en un segundo tiempo en el que el cuadro local se manejó más con defender la ventaja, se daba prioridad a la concentración defensiva sobre las salidas en ataque y hubo que jugar mucho más tiempo con repliegue.

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Esta propuesta de juego del Málaga pudo resultar un tanto sorprendente para el Castellón, uno de los equipos de Segunda más versátiles, que alterna defensa de tres (con la que se movio en el segundo tiempo) y de cuatro, y que tiene mucha polivalencia en sus filas, con continuos movimientos de fichas.

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