¿Una catarsis imprescindible en el Málaga?
El club está obligado a modificar de una forma profunda su proyecto al observar la desastrosa trayectoria del equipo y ante el temor a que la situación no mejore
Las sensaciones son evidentes: el Málaga acaba de tocar fondo y no parece que esté clara en el club la manera de revertir esta situación, ... empezando por el propio entrenador. Pero lo más importante es que la entidad sigue a tiempo de resolver la grave crisis. Nadie, sin duda, tendrá una solución con todas las garantías, pues los dirigentes actuales la aplicarían de una forma urgente, pero deben buscarla a toda costa. Porque aporta más peligro esperar sin plantear o tomar decisiones profundas, pues cada partido que pasa actualiza los planes y se incluyen nuevos motivos para una especie de catarsis, algo que podría ser ya imprescindible en pocas semanas si el equipo no consigue mejorar los resultados.
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Como en el arranque de la administración judicial del club, en este momento no caben ya las medias tintas o los propósitos de enmienda. Persistir en la actual dinámica puede resultar catastrófico, sobre todo si tampoco hay acierto en las siguientes decisiones que se vayan tomando, a cualquier nivel. Considerar que el Málaga es una empresa familiar en la que es necesario defender a todos sus miembros contra viento y marea, acierten o se equivoquen, no sólo sería una temeridad, sino que llevaría al fracaso absoluto a sus responsables, y también al club y la ciudad. Todavía hay tiempo, pero la última comparecencia de José María Muñoz no iba en este sentido.
En el caso de que los resultados no lleguen de una forma inmediata, el club debería tener previsto ya cuáles serán las decisiones que se tomarán a continuación. La inacción no puede formar parte del plan del Málaga, por lo mucho que hay ya en juego. Lo peor es que la desconfianza en quienes tienen esta responsabilidad va en aumento a medida que se consolida el desastre, lo que abre la puerta a los cambios (en algún caso debería haberse realizado antes). Lo último que se conoce es que van a llegar fichajes en el mercado invernal, aunque hay poco dinero. Y estos refuerzos estarían justificados en la modificación de la fórmula de juego del equipo, motivada por la sustitución del entrenador.
Como les ocurría a los colaboradores de los Al-Thani, en el club apenas reconocen el desastre actual
Este mercado es complicado, lo que aumenta los riesgos un poco más para el Málaga. De ahí que, en el caso de que los marcadores no cambien de una forma inmediata, sea necesario hacer un replanteamiento general tanto de responsables como de la filosofía deportiva del equipo. La plantilla también tendrá que variar en la medida de lo posible, pues lo contrario sería irresponsable cara a una segunda vuelta del campeonato que puede resultar, en su caso, agónica. Sería deseable que no se repitiera la temporada del anterior descenso, en la que bajó el equipo de una forma inexplicable a Segunda. En esa ocasión el director deportivo fue relevado en la sexta jornada del campeonato.
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Un exceso de confianza podría ser terrible para el futuro del equipo. Aunque cambien los resultados, las medidas y decisiones tienen que seguir llegando debido a que existe ya una constatación del fracaso del proyecto, pues ha sido necesario ya hacer un primer cambio de entrenador nada más arrancar el campeonato. El equipo dirigente del Málaga superó una grave crisis inicial, pero, igual que les ocurría a los colaboradores de los Al-Thani en su momento, apenas reconocen el desastre actual, lo que les llevaría a buscar soluciones más claras, serias, contundentes... Profesionales.
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