La liberación de Larrubia, Lobete y Jauregi
Discutidos en lo que va de temporada por su irrelevancia en las dianas del Málaga, se resarcieron en la goleada ante el Andorra al participar en el origen y la finalización de los cuatro tantos
Otra vez discutido el Málaga y Pellicer y otra vez un triunfo solvente, pero esta vez lo más llamativo es el que el 4-1 ... al Andorra lo firmaron en el origen y la definición de los goles tres jugadores que no estaban apareciendo en ellos: Larrubia, Lobete y Jauregi. Todos se reivindicaron y de qué manera.
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Primero llegó la liberación de David Larrubia, que a medida que pasan los meses asume más galones en el Málaga y, con ello, más responsabilidad en la faceta ofensiva del equipo. Pero sucedía que el jugador de campo con más minutos de la plantilla no estaba brillando en las estadísticas más relevantes: asistencias y goles.
Tras diez partidos de titular (con 888 minutos, perdiéndose sólo doce), antes de la cita ante el Andorra de este domingo, únicamente había contribuido en el pase del segundo gol a Chupete ante el Granada (2-2), y por ello contra el conjunto del Principado llegó su gran día. No fue un Larrubia más participativo, tampoco más combativo, pero sí más relevante. Y es que suyo fue el 1-0, en un regalo de Áron Yaakobshvili. El meta húngaro ya le había entregado antes otro balón, pero en esa ocasión estando muy cerca y sin esperárselo, pero esta vez el canterano estuvo inteligente y se adelantó a Martí Vila en la presión para interceptar un pase, regatear a Sergio Molina y marcar casi a placer el gol.
La rabia y la emoción, a partes iguales, embargaron a Larrubia, con la cabeza debajo de la camiseta y tirado al césped para que se lanzaran encima sus compañeros. Se tiró de la casaca en otro gesto de carácter, quizás dando rienda suelta a la tensiónp por tanta crítica recibida en las últimas semanas.
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Sin cuajar un partido notablemente superior a otros esta campaña, esta vez sí fue decisivo en sus apariciones, lo que se le achacaba antes
No tuvo suficiente el futbolista criado en La Luz, que participó en la acción del 2-0 doblando el pase definitivo a Lobete, con el golpeo insuficiente de un defensa. El guipuzcoano, mientras, marcó ese tanto y dio los otros dos a Jauregi. Ambos entraron en la segunda parte, en diferentes ventanas, y fueron clave.
Tan discutido el primero por su desacierto en el área como el 'nueve' por su irrelevancia, al fin este último pudo callar bocas. Estuvo en el origen del 3-0, antes de apoyarse en Lobete y doblarlo, y la confianza ganada se notó en el cuarto, ya en el añadido, cuando hizo un gran control, usó las dos piernas y batió por bajo, entre las piernas, al portero.
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