¡Quinto triunfo fuera!

El equipo blanquiazul juega más suelto y cómodo en los encuentros a domicilio, sin la presión de hacer bueno el factor campo. El Málaga, sin duda, se ha reinventado también a la hora de afrontar los encuentros fuera de casa. Mientras que antes conseguía la mayor parte de sus puntos en La Rosaleda, esta campaña, con un equipo austero y sin público en los campos, han cambiado diametralmente la tendencia, obteniendo los mejores resultados lejos de Martiricos.

Los números son claros y contundentes, demostrando que el factor campo, por el momento, no influye tanto. En el caso del Málaga, los datos son concluyentes: cinco triunfos en los nueve encuentros celebrados fuera de La Rosaleda. Hay que añadir un empate más para llegar a los dieciséis puntos sumados como foráneo, lo que le permite lucir en la zona media-alta de la clasificación. En casa ha conseguido los otros nueve puntos hasta llegar hasta los 25 que tiene en este momento.

El rendimiento está siendo excelente en el terreno de juego, con un bloque fuerte, organizado y solidario en el trabajo, aspectos básicos y claves para triunfar a domicilio. Y desde el banquillo se está acertando tanto en la planificación como en el desarrollo de los encuentros. El Málaga, de hecho, fue superior al Fuenlabrada de principio a fin, y sólo empezó a sufrir mínimamente en los minutos finales, antes de que Ramón sentenciara el encuentro.

Lo más curioso, además, es que Pellicer ha hecho las variaciones más importantes casi siempre a domicilio. Estos riesgos asumidos por el entrenador, sin embargo, estaban bastante medidos y los resultados, en términos generales, fueron satisfactorios. Los dos últimos desplazamientos, seguramente los más exigentes por los rivales de turno (ante el Girona y el Fuenlabrada), han servido para que el Málaga haya batido su récord de cambios de la temporada en relación al anterior encuentros. En ambos casos, por la necesidad de hacer rotaciones, el preparador malaguista dio continuidad sólo a cuatro futbolistas. Es decir, realizó en cada encuentro siete cambios, mucho más de la mitad del equipo.

Y el equipo funcionó a la perfección y varios de sus jugadores destacaron especialmente, como ha sido el caso de Joaquín, que se ha destapado en estos últimos encuentros. Con estas ‘revoluciones’ en las alineaciones, además, Pellicer consigue uno de sus principales objetivos: ofrecerle minutos a todos sus hombres, ya que son pocos y es necesario que estén en la mejor forma posible y con ritmo de partidos.

Estos buenos encuentros a domicilio y la suma de muchos puntos está permitiendo al Málaga mantenerse en la zona alta de la clasificación, algo inesperado para todos. La plantilla, pese a ser austera y muy escasa, sigue evolucionando, creciendo cada semana algunos de sus principales futbolistas. La asignatura pendiente, sin embargo, se mantiene en casa, donde el equipo necesitaría el apoyo del público. El técnico sigue echando mucho de menos a los aficionados, que en el caso de La Rosaleda son vitales.