Creo que si no se tuercen sus actuaciones, este buen colegiado, el madrileño Ortiz Arias, estará la próxima temporada en Primera División. Su trayectoria hasta ... ahora lo avala. Desde el comienzo se mantuvo firme, transmitiendo a todos que no iba a permitir ninguna actitud ni comportamiento fuera de los cauces deportivos establecidos, de ahí que en el primer periodo utilizara las advertencias primero en un saque de esquina a defensores y atacantes y, más tarde, a Luis Muñoz por reclamar una caída en el área del malaguista Joaquín.
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Lo positivo: Me gustó el colegiado en todo cuanto hizo. Interpretó con acierto las caídas, que eran fruto de empujones, discerniendo de aquellas que se producían por cargas legales. Su situación y buena condición física le permitió a lo largo del partido mostrar firmeza en sus decisiones y no cometer errores. Es por esta buena condición que pudo ver la entrada de Cornud sobre Matos al borde del área, así como la del minuto 94, que le permitió interpretar acertadamente la entrada de Ángel sobre Luis Muñoz para señalar penalti. La buena ayuda de sus asistentes, Santiago Sacristán y Bernal Martín, complementó su lucida actuación.
Lo negativo: Otro partido más sin poder destacar aspectos negativos en el arbitraje de Ortiz Arias. Completó una labor de un nivel muy alto. Estuvo cauto y prudente en el diálogo con los jugadores, así como con el uso de las amonestaciones. Todas las que mostró se justificaron por las acciones de cada uno de ellos: el salto con fuerza desproporcionada de Mejías sobre Juan Hernández, el ímpetu de Víctor García en el derribo a Matos y las dos entradas con derribo, de Luis Muñoz a Jaime y, más tarde, la de Escassi a Aarón Rey.
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