La Junta desliza que «sin las prisas de los plazos del Mundial» hay que plantearse «si lo más adecuado» es la remodelación de La Rosaleda o un nuevo estadio

Carolina España agregó asimismo que tras la renuncia de Málaga a ser sede del Mundial es también el momento de «trasladarle a la ciudad» que la Junta «está con la afición, con el Málaga»: «Queremos lo mejor para nuestro equipo y si el tener un mejor estadio también colabora y ayuda a tener un mejor equipo y a que poco a poco vayamos consiguiendo las aspiraciones para el Málaga que todos deseamos, desde luego aquí estará siempre el Gobierno andaluz», agregó.

Ante la posibilidad de que el nuevo estadio de fútbol pueda construirse en otros terrenos, la portavoz del Gobierno autonómico afirmó que es «prematuro» hablar de en qué solares podrían ubicarse las instalaciones. «En los temas referidos a posibles ubicaciones, lógicamente es el Ayuntamiento el que tiene mayor información que nosotros», reconoció. «Fíjense que las tres administraciones hemos hecho lo que suele resultar más difícil, que es buscar los recursos económicos. Estamos hablando de 270 millones de euros y cada administración ponía 90 millones», recordó, en referencia a los planes vinculados al Mundial de cuya celebración se acaba de dar de baja la ciudad de Málaga, cuestión que achacó a «problemas adicionales» de «plazos».

Más análisis realizó España a propósito de que la capital haya renunciado a ser lugar de celebración de la competición: si bien, dijo, el Gobierno andaluz, Ayuntamiento y Diputación hicieron «un gran esfuerzo» para conseguir que Málaga fuera sede, la decisión que trasladó el regidor, Francisco de la Torre, el pasado sábado es «responsable»y «prudente»: «Hay que cumplir unos plazos y como bien explicó ya el alcalde, las obras que había que realizar en el estadio de atletismo tenían problemas en cuanto a la cimentación, había problemas en cuanto a la movilidad y todo ello alargaba los plazos más allá de lo que era necesario para acudir al Mundial». Con respecto a la posibilidad de reducir el volumen de público, se justificó asegurando que era algo «no compatible» con lo que las instituciones querían para la afición.

Carolina España también deslizó otra cuestión respecto al equipo local: «Necesitamos un club fuerte, una propiedad solvente y seria que ponga al Málaga en el lugar que le corresponde».