Con Javi Montero ya incorporado, el Málaga trabaja ya casi al completo

Ahora ya sólo queda por llegar, siempre que lo haga, el extremo que le falta a la plantilla. Con este jugador quedaría cerrado el equipo, siempre que no aparezca algún chollo que obligue al club a hacer un esfuerzo de última hora para elevar el nivel en busca de los objetivos a corto y medio plazo. Pero tampoco se puede descartar que todo se quede como está, sin más variaciones.

Y junto al central sevillano también se pudo observar una novedad realmente importante para el equipo en la sesión vespertina de este martes, la presencia de Luismi tras superar sus molestias de semanas atrás. El 'pivote' trabajó con el grupo y está ya en condiciones de tomar parte en los próximos partidos, seguramente empezando por el Trofeo Costa del Sol del sábado, a partir de las 20.30 horas, contra el Betis (será ofrecido por 101 TV).

Más allá del debutante, el recién llegado, y la reincorporación de Luismi, también se pudo ver en las inmediaciones del campo a Alfonso Herrero, que sufrió un fuerte golpe en la cabeza que le forzó a parar hasta que su gran herida en la frente cicatrice. Todavía no lo ha hecho al completo y luce un gran apósito de protección, como se puede ver en la imagen que acompaña a esta información. Trabajó en el gimnasio junto al también lesionado Jauregi, otro de los fichajes que sólo pudo participar en el primer amistoso, contra el Antequera.

Aparte de estos dos futbolistas con problemas físicos, que, con toda probabilidad, se recuperarán pronto y quedarán nuevamente a disposición del entrenador, también siguen sus respectivos procesos de rehabilitación los tres lesionados de larga duración, como son los casos del central Moussa, el centrocampista Ramón y el extremo Haitam. En estos tres casos se desconoce cuándo podrán estar preparados para una reaparición.

Sergio Pellicer, de esta manera, sigue su trabajo para que el equipo esté en perfectas condiciones para el Costa del Sol y, sobre todo, para el debut liguero del sábado de la semana que viene en La Rosaleda, a partir de las 19.30 horas, contra el Eibar. Ahí se verá realmente el nivel exacto del equipo blanquiazul tras una pretemporada que fue ilusionante desde el comienzo, y que tuvo su gran lunar en el desplazamiento a Oxford, donde cayó claramente derrotado y superado por un rival fuerte y que estaba a punto de comenzar su competición.

Todos están satisfechos con los fichajes que han llegado, lo que permite pensar que la adaptación va a ser rápida, a la espera de que el rendimiento sea el deseado y permita que el Málaga pueda alcanzar su objetivo de esta temporada, que no será otro que mirar hacia arriba, colocarse en la zona media-alta de la clasificación para no sufrir. Para ello, el equipo tiene en mente comenzar al mejor nivel posible para que las primeras jornadas del campeonato puedan ser propicias.