Alfonso Herrero: el 'lince' que también quiere volar

El Málaga ha fichado a un portero en la madurez de su trayectoria, a sus 29 años, y que ha dado un paso atrás en cuanto a categoría (Primera RFEF) en su afán de impulsar aún más su trayectoria deportiva en una entidad de la historia e importancia del club de La Rosaleda. Pero, ¿quién es Alfonso Herrero? ¿Por qué su carrera ha tardado algo en explosionar tras su paso por la cantera del Real Madrid y las categorías inferiores de la selección?

Herrero, toledano de 1994, empezó a jugar al fútbol en el Odelot Toletum (2001-2003), desde donde superó las pruebas para entrar en las categorías inferiores del Real Madrid, en el benjamín A, en julio de 2003. El meta llegó hasta el Castilla, donde tuvo a Zinedine Zidane como entrenador, en Segunda B.

De forma paralela el ya cancerbero malaguista había participado con la selección sub-16, sub-17 y sub-19. Con 'La Rojita' estuvo en dos grandes citas internacionales, pero en ambas oscurecido por otro portero. Aunque fue campeón de Europa sub-17 en Liechtenstein, a las órdenes de Ginés Meléndez, lo hizo como suplente de Ortolá. Sólo tuvo dos minutos ante Portugal en el cierre de la primera fase, en un combinado con los exmalaguistas Ramalho, Hervías y Sergi Darder, además, de Campaña, Saúl Ñíguez, Alcácer, Jesé y Deulofeu.

Luego, en el Europeo sub-19 de 2013, en Lituania, fue suplente. No jugó nada. Lo hizo siempre Rubén Blanco, en una hornada diferente, con también tres exmalaguistas, Vadillo, Sandro y José Rodríguez, junto a Adama Traore, Lucas Torró, Gayá y Rubén Duarte. Su entrenador es hoy seleccionador absoluto, Luis de la Fuente, y el equipo llegó a semifinales.

Todo apuntaba a una carrera con posibilidades hasta en Primera, pero tras el Castilla en 2016 se fue al Oviedo, donde estuvo una campaña antes de debutar en Segunda con el primer equipo carbayón, en el que estuvo tres campañas (hasta 2020) con algo de irregularidad y alternando tramos como titular con otros de suplente (45 partidos jugados y 56 goles encajados).

Aún le quedó a Alfonso Herrero una mala decisión en lo deportivo: se encomendó al proyecto del Marbella en Segunda B, que acabó con sus huesos en Tercera RFEF pese a tener expectativas de ascenso y una plantilla plagada de nombres como para haber confiado en algo más. Pero en la localidad costasoleña, el guardameta y su pareja, Lara, tuvieron una hija (malagueña, curiosamente a la provincia a la que regresa ahora), que coincidió con la pandemia.

Pero su carrera ha ido a más en el Burgos (30 partidos y 31 goles recibidos) y el Mirandés (fichaje de Chema Aragón). En ese último destino, empezó siendo suplente de Ramón Juan, pero acabó jugando 34 encuentros (42 tantos en su contra, en un equipo con tanteos muy altos). Se ha consolidado como un guardameta 'felino' y le han llegado a apoyar el 'Lince', excepcional bajo los palos, lo que le convierte mucho en un portero de 'highlights', por la espectacularidad de sus 'palomitas'. Va muy bien por bajo y trata de progresar en el capítulo que más cuesta a la práctica totalidad de porteros, las salidas por alto. No es sólo volar, sino medir bien cuándo hacerlo, mostrar autoridad en sus dominios.

No es habitual, pero Alfonso Herrero tiene un perfil de Twitter de 'fans' (con más de doscientos seguidores), que lleva más de cinco años apoyándole y siguiendo su carrera. Es a través de esta cuenta como se conoció que en el reciente partido en La Rosaleda con el Mirandés (2-0, 13 de mayo) regaló sus guantes a un portero del Genuine del Málaga, situado detrás de la portería. Fue un detalle que le honra y que ahora ha cobrado más valord después de su fichaje con el conjunto de Martiricos.

Herrero es también un amante de los gatos y perros (en Marbella le gustaba pasear junto la playa del Cable con un shiba ibnu y un carlino) y está llamado a convertirse en uno de los líderes del futuro en el Málaga. Se habla de que su altura no es la de un portero moderno, con apenas 1,83 metros, pero esto le confiere una agilidad especial para defender el marco.