Francisco Salado, en una foto de archivo. Migue Fernández

Francisco Salado, sobre la negociación del nuevo campo: «Tendríamos que hacerla con el futuro propietario del Málaga»

El presidente de la Diputación llama a la tranquilidad para el futuro proyecto de La Rosaleda y confiesa que él también está «decepcionado por no haber conseguido el objetivo»

Miércoles, 16 de julio 2025, 11:45

Llama a la calma y advierte de que «poner otra vez un cronómetro, sería cometer el mismo error». El presidente de la Diputación de Málaga, ... Francisco Salado, profundiza con SUR cómo debería ser la negociación del nuevo campo para el Málaga, una Rosaleda «moderna» que sirviera para generar ingresos extras como la celebración de conciertos. «Hablamos de que la movilidad es fundamental pero falta un factor muy importante, que es el propietario del Málaga y es con quién tendríamos que negociar. No podemos diseñar un nuevo estadio sin consultar con el máximo activo que va a utilizarlo y generar recursos económicos a través de él. ¿Que lo vamos a negociar con José María Muñoz o Kike Pérez, que están aquí provisionalmente? Tiene que ser con el que llegue como propietario, que esperemos que en el tiempo sea una persona solvente, comprometida con los recursos económicos y con diseñar cuál es la mejor opción para el Málaga y la ciudad», concreta Salado.

Publicidad

Confiesa que entiende a la sociedad y que él mismo tiene sentimientos encontrados con la decisión de que el Mundial 2030 finalmente no tenga como sede a la capital. «Entiendo que estén decepcionados, yo también lo estoy por no haber conseguido el objetivo de tener una Rosaleda nueva y tener el Mundial para Málaga», asegura antes de puntualizar: «El fin de todo esto era realmente tener un nuevo estadio, no el Mundial; aprovechando que viniese este evento a la ciudad conseguíamos el empuje de la Administración y la sociedad para conseguir el estadio que necesita Málaga».

«Pero no tenemos que precipitarnos ahora», apunta. Salado echa la vista atrás y reconoce que «el tiempo puso un fenómeno como el Mundial para tomar decisiones», aunque todavía con muchas dudas que resolver: «Eso nos hizo decidir, pero faltaban muchos datos técnicos y estudios que es lo que hemos estado haciendo durante este tiempo», recalca.

«La última palabra»

Y explica quién tuvo «la última palabra» en esta decisión: «Se habló de que podíamos acoger a 25.000 personas en otro espacio, pero evidentemente ahí hubo un error, ya que quien tenía la última palabra no éramos nosotros, sino el Gobierno de España, que decidió sobre la movilidad de la zona. No podíamos hacer una obra sin tener la autorización del Gobierno central, no íbamos a lanzar un proceso de tantos millones de euros que luego se iba a ver perjudicado llegando al Tribunal. Son cosas que el ciudadano no entiende y no tiene por qué saber, pero todo eso estaba sobre la mesa en la decisión que, como padre de familia, no quisimos que nuestro hijo, que es el Málaga, saliese perjudicado».

Publicidad

El presidente de la Diputación asegura que a las administraciones «no gustó tomar esta decisión» y apunta también a otros motivos: «Tenemos que tener en cuenta también que hay muchas empresas que están utilizando ese espacio, que el club tiene alquilado, a las que tendría que dar una gran indemnización». Salado destaca que la decisión de hacer el Mundial 2030, «hubiese sido un riesgo enorme, decir que 'no' era el último y único camino que quedaba».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad