Nacho Pérez: «El Málaga es mi casa; si me llaman para echar una mano donde sea, ahí estoy»

–Las vueltas que da la vida. ¿Se esperaba entrenar alguna vez a un equipo femenino?

-No, la verdad, pero cuando me lo plantearon me pareció ilusionante porque cada vez crece más el femenino y era lo que me faltaba como entrenador después de probar el sénior el año pasado, estar en la Academia seis años…

-¿El femenino es otro fútbol?¿Qué le ha sorprendido de ellas?

-No, fútbol es fútbol. Quizá haya otro ritmo, otra intensidad, pero hay que adaptarse, es fútbol. Una cosa muy positiva es que tácticamente se puede trabajar muy bien con ellas, son muy disciplinadas y al ser un poco más lento, el tema táctico es muy interesante de trabajar. Yo quiero que ellas sean jugadoras inteligentes, que sepan lo que hay que hacer en cada momento del juego.

-¿Seguía el fútbol femenino?

-A excepción de partidos grandes no había visto prácticamente nada. De ellas vi por ejemplo los partidos de La Rosaleda, pero ya me estoy metiendo de lleno. Este año, con la reestructuración de las categorías, a ver qué nos encontramos, pero va a haber partidos muy interesantes, además de que el fútbol femenino está en auge.

-Ayala dejó el listón alto la pasada campaña con este equipo. ¿Cómo es su relación con él?

-Lo hizo genial, Nosotros nos llevamos bien, hemos coincidido en la Academia. Me dijeron que hizo un gran año pero que querían dar un cambio y me lo ofrecieron a mí.

-¿Fue el Málaga entonces el que volvió a tocar a su puerta?

-Fue Manolo Navarrete el que se fijó en mí.

-¿Ya tenía otros planes u ofertas en mente además de esta?

-Nos tantearon seguir en el masculino pero fuera de Málaga, en otro grupo de Tercera RFEF, luego uno de Segunda RFEF que no se terminó de concretar… A alguno de Tercera dimos las gracias pero les dijimos que no porque era fuera de Málaga. Luego estuve un tiempo con la AFE, viviendo una gran experiencia como entrenador y luego ya vino el Málaga y dije que sí.

-De una u otra forma, sabía que volvería al club...

-Sí, creo que sí, esta es mi casa. A mí me llaman para echar una mano donde sea y ahí estoy y Manolo me enganchó, me presentó un proyecto con mucha ilusión.

-Siempre ha sido muy malagueño, y además su familia también está asentada ya aquí. ¿Sus hijos han heredado la pasión por el fútbol?

-Tengo dos hijas y un hijo. El chico juega en el cadete de Los Prados y la mayor, de 12 años, es más friki, sigue los partidos, quiere venir a vernos jugar... A mí me encanta, pero saben que también hay que estudiar.

-Lo lleva en la sangre. Su padre fue el primer malaguista con una carrera universitaria...

-Puede ser. Mi padre y mi tío eran los bichos raros del vestuario, porque entonces no estudiaba nadie. Yo soy diplomado en Magisterio de Educación Física, fui por una carrera más sencilla. Mi mujer también es un buen ejemplo: tiene Magisterio y es profesora del Conservatorio de Danza.

-¿Ahora está ilusionado con el nuevo proyecto, pero ha habido algún momento en el que se haya sentido frustrado o perdido por no recibir la oferta deseada?

-No, hasta ahora estoy muy contento con todo lo que ha salido. Desde que me retiré y empecé como entrenador siempre he ido superando etapas. Me siento muy orgulloso de mi carrera como entrenador porque además la he compartido con grandes compañeros como Juanma, Calatayud, Paco Ruiz, Acejo… Y ahora vuelvo al Málaga y me encuentro super a gusto con ellas. Creo que hace falta invertir mucho más en el fútbol femenino. Ellas son mucho más disciplinadas que los chicos y tienen mucho potencial.

-¿Las jugadoras le conocían? ¿Sabían de su carrera?

-Algunas el primer día ya me dijeron lo que me dicen siempre en cada vestuario, que si yo era el de la jugada del gol de Messi con el Getafe. Yo salgo ahí y siempre me lo recuerdan porque ven la jugada en la tele. Siempre me pasa.

-Apuesto a que ha habido gente que cuando se enteró de su nuevo destino le comentó algo así como: «¿Fútbol femenino? ¿En serio?». Además de que los hay que siguen cuestionando el femenino, por el hecho de que el conjunto esté en la tercera categoría.

-Sí, hay gente que me lo ha comentado, que se ha extrañado, que me decía que cómo que me he metido en el mundo femenino, pero yo también quiero aportar mi granito de arena y trabajar para que la gente cambie de opinión. Muchos hablan desde la ignorancia, pero no lo conocen.

-¿Qué aprendió de su etapa en categoría sénior?

-Que muchas veces se crean estereotipos que no son verdad. Creo que muchas veces se trabaja mejor en fútbol base y academias que en el sénior, porque creo que hay cosas que se dan por sabidas y luego no están.

-¿Cuál sería su gran sueño como entrenador?

-Yo tengo una ilusión, sin pisar a nadie ni nada… Yo ascendí con el Málaga B a Segunda. Una de mis ilusiones sería conseguir ese ascenso como entrenador, que el Málaga esté como en nuestra época: el Málaga en Primera y el B en Segunda. Es muy difícil, pero trabajando, ¿quién te dice que no? Es un sueño. Y luego como sueño típico de cualquier niño, como malagueño y malaguista y ahora como entrenador, sería entrenar al equipo de mi tierra en Primera.

-¿Cree que el Málaga, como club, funciona mejor liderado por gente de la casa?

-Creo que es importante que tenga gente de la casa dentro, porque saben cómo funciona y aporta sentimiento de pertenencia. Luego hay que añadirle un plus con la gente de fuera que venga a sumar.