Judith Ledesma, una perla blanquiazul que vuelve a casa

Realmente, su estancia fuera de su tierra no acabó como esperaba: «Fue una experiencia buena, aprendes al salir de casa, pero cuando los resultados no salían se hacían las cosas difíciles y cuando me dijeron de volver a casa, no me lo pensé», cuenta. Ledesma ha sido el único fichaje invernal de un equipo al que no le falta nada este año: aún no sabe lo que es perder; en la Primera Nacional (la tercera categoría), el conjunto de Ayala permanece invicto con 15 triunfos y un único empate y en la Copa de la Reina ya ha superado dos rondas en las que ha eliminado a dos equipos de Segunda: el Seagull y el Zaragoza, al que se midió en un inédito duelo en La Rosaleda. El éxito de este proyecto ha conseguido que el club vuelva a abrir las puertas del estadio para ellas, que mañana, a las 17.00 horas, tendrán ante sí el reto de eliminar al Rayo Vallecano de Primera.

Sólo lleva dos partidos con la blanquiazul desde su regreso, pero la malagueña está convencida de que no hay imposibles: «Estamos igual de ilusionadas todos los partidos, tanto contra rivales de Primera, Segunda o incluso amistosos... Con trabajo y esfuerzo todo se consigue. El Rayo llega como favorito porque viene de Primera, pero a la vista está que somos el único equipo de Primera Nacional que ha llegado aquí, y eso no se regala. Ha sido con el esfuerzo de mis compañeras», explica ilusionada. Lo que no esperaba en su regreso era, por un lado, que en su debut anotase su primer gol con el equipo (hace dos jornadas), y por otro, que jugase en el campo de su vida, al que le llevaban sus abuelos cuando era sólo una niña. «No me esperaba lo de La Rosaleda, pero jugar en el estadio de tu tierra es un sueño, como todo malagueño y malaguista siempre sueñas con jugar aquí». Un sentimiento indescriptible: «Es la primera vez que voy a vivir esa sensación, mis compañeras ya saben lo que es jugar ahí. Si viene el gol y puedo ayudar al equipo no sé lo que haré, pero lo celebraré con rabia, sería superilusionante».

Aunque a muchos les parezca extraño, esta es la primera vez que Ledesma, forjada en el club y que llegó a ser capitana del filial, cuenta con ficha del primer equipo, en el que se ha reencontrado con el que fue su entrenador: «Ayala se merece estar ahí, siempre nos ayuda y lo da todo, tiene las mismas ganas de crecer que nosotras, y eso se está reflejando en todo lo que está consiguiendo el equipo», valora sobre el técnico.

¿Su sueño? El de cualquier otra malaguista que sienta realmente su escudo: el ascenso a la élite y toda una odisea en el fútbol femenino, llegar a vivir de esto. «Jode mucho que no puedas hacer lo que te gusta, porque económicamente no te da para vivir de ello. Han cambiado las cosas, pero tienen que seguir cambiando y que no tengamos que llegar a Primera para tener que cobrar», clama. Y es que pasarán al menos varios años hasta que el equipo pueda escalar de nuevo hacia la cúspide nacional. «Hay un paso muy grande de aquí a Primera, nosotras no tenemos límites, pero hay que ir poco a poco. Ojalá pueda llegar algún día con el club de mi tierra y poder dedicarme a lo que me gusta desde casa».

-Cantante favorito.

-Me gusta el flamenco, así que la Niña Pastori.

-Un libro.

-El de Rafa Nadal.

-Una serie y una película.

- 'La reina del flow' y 'Toy Story'.

-Un segundo deporte.

-El kick-boxing

-Un referente deportivo.

-Me encanta Messi.

-Un amuleto o manía.

-Siempre me pongo las mismas botas en partidos y entrenos.

-Pasaría un día en la piel de...

-De mi padre, para ver lo que siente. Para mí él es mi protector. Él es policía y mi madre trabaja en una panadería.

-Se le da muy bien...

-Estoy aprendiendo a cocinar.

-Y muy mal...

-Los deportes de manos, el baloncesto y todo eso...

-Un sueño por cumplir.

-Conseguir el ascenso de categoría con el club de mi vida, que es el Málaga.