El Eibar invita a ver pocos goles
El primer rival liguero del Málaga ha fichado a nueve jugadores y se mantiene en la línea de juego de la segunda mitad de la campaña anterior, con Beñat San José, de marcar pocos tantos y recibir escasos también
Instalado en Segunda División desde la 2021-22, está siendo complicado el regreso a la máxima categoría del Eibar, que cubrió un meritorio ciclo en ... la élite de siete años. Fue realmente un sueño para una localidad casi fronteriza entre Vizcaya y Guipuzcoa de apenas 30.000 habitantes y que vive de una pujante industria armera.
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La Sociedad Deportiva Eibar ha sido de los pocos clubes profesionales españoles en este siglo con presidencia femenina (Amaia Gorostiza) y ha fallado con la espada a la hora de culminar la misión del ascenso. Incluso, viene de su peor campaña entre las últimas, en la que acabó noveno, pero a 11 puntos de los 'play-off', después de tres temporadas en las que peleó hasta el final por el ascenso directo y se quedó a un solo punto de conseguirlo (dos veces siendo tercero de la tabla y otra acabando quinto).
El problema entonces del Eibar fue tener el ascenso medio hecho y dejarlo ir en las jornadas finales, con una importante frustración en el entorno, pese a que sus exigencias de subir no sean las mismas que las de otros históricos de Segunda.
Para esta campaña ha habido una remodelación relativamente pequeña de la plantilla, que continúa con Beñat San José al frente, llegado en la segunda vuelta de la 2024-25. Se han producido las altas del portero Luis López (que apenas jugó en el Mirandés), los centrales Jair (un veterano que llegó a tener galones en el Zaragoza) y Marco Moreno (Farense, pero forjado en el Atlético de Madrid), los laterales Álvaro Rodríguez (del Albacete y el último en llegar) y Buta (luso procedente del Udinese), los medios centrro Olaetxea (Sporting), Aleix Garrido (excapitán del Barcelona B) y Magunazelaia (Real Sociedad), estos dos últimos con más carácter ofensivo, y el delantero Marton (Athletic).
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Por contra, salieron los centrales Chema, Carrillo y Arnau Comas, el lateral marbellí Cristian (ex del Málaga), el interior Iván Gil, los extremos Puertas y Merquelanz, y los atacantes Pascual y Slavy. En total, esto da una plantilla de 23 jugadores, aunque está cerca la llegada de Adu Ares (Athletic).
A priori el grupo está compensado y el mayor déficit se da en las bandas, pero San José apenas usa extremos puros, sino que busca la amplitud sólo con un jugador por banda a veces. Quizás el gran problema ha estado en los delanteros. Bautista, referente goleador (11 dianas el pasado curso, uno de los más flojos de su trayectoria reciente), lleva parado desde la segunda semana de la pretemporada con molestias en una rodilla y aún sin fecha de regreso, de forma que el delantero este sábado será seguramente Marton, recién llegado de una cesión del Athletic (tras otro préstamo infructuoso el pasado curso en el Albacete), que se estrenó la pasada semana ante el Alavés disputando 45 minutos, o adelantar a un volante ofensivo como Magunazelaia, que a la hora de la verdad no se siente incómodo como 'nueve'.
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En todo caso, el Eibar es ante todo Corpas (34 años y ex del Marbella) y Bautista. El primero, con seis dianas y otras tantas asistencias, fue vital la pasada campaña y demuestra que la categoría se le puede quedar algo pequeña. Tiene un gran peso ofensivo, ya sea jugando de lateral, 'carrilero' o volante. Y en el último mercado de invierno el Eibar perdió al brasileño Matheus Pereira, un jugador clave como ancla de la línea medular que regresó a su país (al Fortaleza). Junto a la baja de Bautista, Olaetxea y Corpas arrastran golpes del último amistosos de verano y son duda para el partido. Regresa Alkain, pero falto de ritmo, y está por ver qué sucede con Madariaga, Jair y Arambarri.
Desde la llegada de Beñat San José al Eibar el equipo se ha 'bunkerizado' y se acostumbra a moverse en marcadores muy bajos. Golea poco y encaja menos, como se evidenció en el tramo final de la 2024-25 y en esta pretemporada. Los seis resultados en el estío ofrecen triunfos ante el Osasuna B (1-0) y el Athletic B (0-1), empates contra el Pau (0-0), de la Segunda gala, y el Alavés (0-0), en el último ensayo, y derrotas contra el Racing (2-0) y el Burgos (1-0), precisamente en las dos pruebas ante rivales de su competición, lo que más duele.
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Al frente de este Eibar, que aspira a moverse cerca de la zona de 'play-off' está Beñat San José, que dirigió al equipo las últimas 15 jornadas ligueras con seis victorias, siete empates y dos derrotas, pero insuficiente para optar a la fase de ascenso. Es un trotamundos del fútbol, que pasó por la cantera de la Real Sociedad y ha dirigido en numerosos países, como Arabia Saudí (Al-Ettifaq, Al-Ittihad y Al-Nasr), Bolivia (Bolívar), México (Mazatlán y Atlas), Bélgica (KAS Eupen) y Chile (Antofagasta y Universidad Católica). Su Eibar, su primera experiencia en España en lo que concierne al fútbol profesional, es un equipo compacto y rocoso, pero algo falto de goles y triunfos.
A tenor de lo visto este verano, podría pensarse cara a La Rosaleda en un once con Magunagotia; Cubero, Marco Moreno, Arbilla, Buta; Nolaskoain, Aleix Garrido; Corpas, Magunazelaia, Guruzeta, y Marton, aunque si este es reservado en el banquillo podrían adelantarse Garrido y Magunazelaia y hacer sitio a Sergio Álvarez u Olaetxea en una de las plazas de 'pivote'.
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El Eibar, una entidad que ofrece pocas comparaciones con el Málaga por historia, tradición o masa social, tiene en cambio un paralelismo claro, el estreno reciente de una ciudad deportiva. La del club vasco es la de Areitio, con dos campos de hierba natural y tres de artificial, a la espera del edificio para el primer equipo. Ha empezado a ser usada ya con continuidad en esta pretemporada y, con perspectiva, ha de ser un elemento clave para potenciar su cantera y la continuidad del proyecto profesional de una entidad gestionada de una forma modélica durante muchos años.
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