El Málaga, con la duda de seguir contando con Hicham y Adrián la próxima campaña

En el club blanquiazul se debaten sobre la idoneidad de acometer la renovación de estos atacantes sobre los que se poseen informes positivos en cuanto a su rendimiento sobre el campo, pero quienes cuentan también otros tantos precedentes negativos relacionados con sus posibilidades físicas. Ambos finalizan contrato el próximo 30 de junio, y el Málaga deberá decidir ahora sobre si seguir apostando o no por ellos.

En principio, el conjunto de Martiricos tendrá prioridad en el mercado con ambos, porque, si ya existen incógnitas entre los técnicos de La Rosaleda, estas son mayores entre los otros equipos interesados. Si bien con otros jugadores la clave de su continuidad reside en una negociación más convencional, como puede ocurrir con Brandon, por ejemplo, las operaciones con Hicham y Adrián estriban sobre mantener confianza en una recuperación física óptima para poder sacar su fútbol, algo sobre lo que apenas existen dudas.

En el Málaga no se olvidan del aire fresco que supuso la salida de Hicham en Eibar en diciembre para hacer una jugada clave gracias a su inigualable potencia en la actual plantilla malaguista. Pero pesa mucho su grave inactividad. El marroquí lleva dos años casi en blanco, sin poder salir adelante a nivel físico para competir con una mínima regularidad. El dato es escalofriante: sólo ha jugado alrededor de 150 minutos en ocho partidos entre esta y la temporada anterior. Un bagaje que le ha cortado de forma tajante su ilusionante proyección a sus 24 años.

Algo que le distancia de la historia de Adrián. El delantero le lleva diez años al espigado extremo y ha encontrado en el Málaga su centro de recuperación desde el pasado enero. Estaba libre tras acabar con Osasuna la temporada anterior y acordó su rehabilitación con el conjunto blanquiazul hasta poder ser inscrito en competición. La readaptación física fue satisfactoria y pudo volver a jugar con el Málaga 12 años después (firmó contrato hasta final de Liga).

Sus minutos contra el Valladolid, donde tuvo un par de ocasiones claras de gol, dejaron una grata impresión en el Málaga por su capacidad de desmarque y visión del juego. Y a esto le dan más importancia que la falta de definición, relacionada con el inexistente ritmo de competición. Tras ese encuentro volvió a sentir problemas musculares, aunque se entienden como molestias habituales en jugadores que regresan al alto nivel de exigencia tras un largo parón. Nada, en principio, como para impedirle alargar un poco más su carrera.

La continuidad de alguno de ellos o de los dos dependerá también de las oportunidades que el Málaga consiga encontrar en un mercado donde, entre otras cosas, busca jugadores por debajo de su precio real, y estos son principalmente aquellos que han encadenado una mala racha de rendimiento o vienen de superar una lesión grave (los ejemplo en los últimos dos años son vastos). Luego está el margen de error que se está dispuesto a asumir porque esta temporada el Málaga se ha visto mermado al contar casi siempre con una parte de su plantel de baja por lesión.