Ver fotos

Los jugadores del Málaga celebran el primer gol de Luis Muñoz. salvador salas

El Málaga sella media permanencia (2-0)

En un partido controlado de principio a fin, obtuvo una merecida victoria ante el Sabadell que le permite abrir brecha con la zona de descenso

Domingo, 7 de marzo 2021, 16:18

Esta vez sí, el Málaga no dejó escapar la oportunidad. En un partido bajo control de principio a fin, no cejó en su empeño ... hasta que consiguió ver puerta ante el Sabadell. Tuvo que 'picar piedra' para obtener una victoria crucial que vale media permanencia y permite dejar a un rival directo a una decena de puntos. Al fin obtuvo la merecida recompensa y hasta redondeó la faena con un gol de penalti que supuso el doblete de Luis Muñoz.

Publicidad

Tal como sucedió en la Nova Creu Alta, el partido arrancó con un ritmo alto y un Sabadell lanzado. Los cuatro minutos de agobio malaguista, con tres córners seguidos tras una aparición prodigiosa de Ismael al cruce para evitar el gol de Guruzeta, sirvieron para que el equipo de Pellicer asumiera que al más mínimo descuido podía verse con el marcador en contra y también que su intensidad no podía decaer. Esa salida en tromba del cuadro arlequinado fue sin duda el mejor factor de motivación para los locales.

Salvo ese arreón inicial, el Sabadell estuvo casi toda la primera parte a merced del Málaga. Como se esperaba, sin la presencia del lesionado Chavarría, los futbolistas de segunda línea tuvieron que asumir otras funciones en el campo, optar por otros movimientos porque Caye Quintana tiene distintas cualidades al argentino. Y conste que el onubense trató de ir a los espacios y de buscar las caídas a las bandas –de hecho, en una de estas últimas situaciones nació la mejor oportunidad blanquiazul antes del descanso–, pero se vio más empeño de los extremos en aparecer por dentro, así como la presencia casi constante de Luis Muñoz en la zona de remate, en ocasiones casi de 'falso 9'.

El Málaga ejerció un control férreo porque, igual que el posicionamiento de sus piezas fue casi impecable –lo que facilitaba la pronta recuperación de la pelota–, Escassi estuvo excelente en la lectura del juego, clave en su demarcación para anticiparse con solvencia. Al medio centro sólo le faltó estar más atinado en los desplazamientos en largo o en las aperturas porque neutralizó a la perfección los movimientos entre líneas de Stoichkov, futbolista clave en el engranaje de Antonio Hidalgo.

Publicidad

Sin conceder excesivamente en defensa –aunque en las prolongaciones Juande y Mejías cometieron un par de errores–, el Málaga vivió la reedición de la primera parte en Miranda de Ebro. Sin tantas ocasiones claras, pero sí con un repertorio de llegadas en el que faltó más precisión en el momento culminante, sobre todo en los centros (en esta faceta sigue sin atisbarse mejoría). El cancerbero Mackay también apareció para salvar al Sabadell, primero al taponar el disparo con la derecha de Rahmani y después en una espléndida parada tras un cabezazo de espaldas de Caye en falta lateral lanzada por Jozabed.

Probablemente poco tuvo que corregir Pellicer en el descanso, así que su mensaje debió de centrarse en la necesidad de seguir 'picando piedra' y de mantener la concentración. En el tramo inicial dio la sensación de que el Málaga bajaba una marcha, pero de nuevo se vio espoleado por la única aparición del Sabadell, una incursión por la izquierda del lateral Cornud que no culminó Guruzeta. La respuesta fue casi inmediata gracias, al fin, a un centro potable. Porque el envío de Joaquín al segundo palo era un caramelo que aprovechó el 'goleador de guardia', Luis Muñoz, con la decisión que muestran los grandes arietes.

Publicidad

Antonio Hidalgo, que ya había cambiado piezas, comenzó a acumular atacantes para tratar de tener más referencias arriba. El Málaga ni se inmutó –¡qué importante es tener a un futbolista como Escassi al timón!– y esperó con paciencia la descolocación del rival. Los fantasmas aparecieron en los últimos minutos después de que el equipo no rematara la faena al desperdiciar cinco llegadas clarísimas. Hubo que sufrir a balón parado hasta que en el último suspiro Luis Muñoz provocó un penalti gracias a su arrojo que él mismo se encargó de materializar. La permanencia está cada vez más cerca. De ahí la celebración de los jugadores tras la victoria.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad