Barrio y Joaquín, con sensaciones especiales en El Molinón

Tras dos temporadas en la Tercera asturiana recaló en el eterno rival, el Oviedo, donde estuvo a punto de ascender a Segunda. Aquello ocurrió en la campaña 12-13, la anterior a firmar por el Leganés. Nunca más regresó cerca de su casa. Luego pasó por el Melilla y Numancia hasta llegar en la actual temporada al Málaga.En todo ese tiempo sólo ha jugado una vez en El Molinón. Fue el curso pasado, con el Numancia, y guarda un buen recuerdo de aquello. Logró mantener la portería a cero y su equipo ganó por 0-1. La de este domingo será su segunda vez en el fuedo sportinguista (que este año aún no sabe lo que es perder en casa).

Por otro lado, la vuelta del joven Joaquín Muñoz al estadio gijonés también será especial. En este escenario cuenta con un recuerdo para toda su vida. Allí marcó su primer gol como futbolista profesional. Lo hizo cuando formaba parte del Mirandés, donde fue cedido por el Huesca la segunda parte de la temporada pasada. A su estillo, encarador y con desequilibrio natural, logró avanzar por banda izquierda (justo la menos habitual para él este año en el Málaga) para recortar y pillar desprevenido al portero del Sporting. Aquel tanto lo celebró con mucha intensidad y sentimiento.

Unas buenas sensaciones para reaparecer en escena, ahora como malaguista, después de dos partidos seguidos siendo suplente. El jugador malagueño, que esta semana habló en una entrevista para este medio de su visión sobre el actual momento del Málaga, también comentó este curioso dato sobre su incipiente carrera. «A ver si se repite la historia», rememoraba. De jugar, será su partido número 30 en la categoría, una cifra que va sosteniendo los objetivos del extremo de 21 años en el fútbol profesional, quien piensa que esta temporada está siendo fundamental en su madurez como jugador. «Este año me noto más maduro a la hora de tomar decisiones con balón. Con más confianza y seguridad», reflexionó.