La Rosaleda, más cerca del Mundial

¿Por qué la situación comienza a ser más favorable para el campo de Martiricos? Pese a que no existe ningún dato que ofrezca garantías en este momento, se han producido dos novedades que refuerzan la sede de La Rosaleda y también la candidatura española. Por una parte, la presentación del proyecto del nuevo estadio, con capacidad para 45.000 espectadores y con un entorno rehabilitado, ha sido bien acogido también por las instituciones futbolísticas, según ha podido saber este periódico. Las administraciones propietarias (Junta, Ayuntamiento y Diputación) fueron contundentes en la presentación del proyecto y dejaron claro que no habrá marcha atrás, que se levantará esta instalación aunque el Mundial no se celebre en Málaga.

Por otra parte, en segundo lugar, las intenciones de distintas federaciones de apoyar la candidatura española refuerza las opciones de que pueda salir finalmente elegida ante varios oponentes que se presentan fuertes, como es el caso de la que llegará por el centenario de los Mundiales, que consistiría en la disputa de este evento conjuntamente en Uruguay, Argentina, Paraguay y Chile. Aunque la carrera hacia el Mundial acaba de empezar y pueden aparecen numerosos cambios en los próximos meses, si bien la consistencia de España, Portugal, Marruecos y Ucrania es máxima para recibir la mayor parte del total de 211 votos de las federaciones de la FIFA.

Aunque La Rosaleda, como se conoce, tendría, en su caso, que pasar una primera criba en unos meses, pues hay quince estadios en nuestro país que pretenden optar a alguna de las once sedes (puede haber alguna variación en este número al hacer el reajuste con otros países) que dispondrá España en el caso de organizar este Mundial, que sería el segundo en el que intervendría nuestro país tras el celebrado en 1982 (en aquel caso, el campo de Martiricos también fue sede). El estadio malagueño aspira, junto a La Cartuja, a conseguir las dos plazas por las que pugna Andalucía para acoger este acontecimiento en la comunidad.

Los quince estadios que pelean ahora por las once sedes son los siguientes: Balaídos, en Vigo; Riazor, en La Coruña; El Molinón, en Gijón; San Mamés, en Bilbao; Anoeta, en San Sebastián; La Romareda, en Zaragoza; el Camp Nou y el RCDE Stadium, en Barcelona; el Santiago Bernabéu y el Metropolitano, en Madrid; el Nuevo Mestalla, en Valencia; la Nueva Condomina, en Murcia; la Cartuja, en Sevilla; el estadio Gran Canaria, en Las Palmas, y La Rosaleda malagueña.

Muy pocos de estos estadios reúnen en este momento los requisitos para albergar partidos del Mundial, que exige disponer de unos 45.000 espectadores para tomar parte sólo en la fase de grupos, pues el aforo deberá ser mayor para las eliminatorias y la final. De ahí la importancia de la sólida presentación de la ampliación de La Rosaleda de hace unas semanas, en la que quedó claro que existen todas las garantías de que estas obras se puedan llevar a cabo en la instalación de Martiricos. Deberán quedar descartados cuatro de estos campos (quizás algunos más), si bien es previsible que las dos sedes andaluzas, por el tamaño y la población de la región y de las ciudades, estén hasta el final en esta carrera para que llegue a ambas el Mundial si finalmente la elegida es España y el resto de sus socios.

Los pasos son lentos en este procedimiento, pero el siguiente movimiento se centra en la visita a los candidatos del comité evaluador de la Federación Española con el objetivo de que se puedan realizar los pertinentes descartes para apostar finalmente por el Mundial (en algún caso se ha producido ya este primer análisis sobre el terreno). Un año después, a continuación, llegará la decisión de la FIFA.