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El portero y capitán del Málaga, Alfonso Herrero, compareció ante los medios en uno de los patios interiores de la Parroquia de la Divina Pastora, ... en el barrio de Capuchinos, después de que la ofrenda floral que el primer equipo realizó a la patrona del deporte. Sus palabras destilan alegría por lo logrado el año pasado y deseo de darle continuidad a eso: «A nivel personal es muy bonito saber que vine a este club para intentar devolverlo al fútbol profesional y que lo hemos conseguido. Es un logro personal muy importante. El equipo estuvo soñando con este momento todo el año pasado. Hemos estado entrenando para estar preparados. Tenemos mucha ganas de que llegue el fin de semana para dar una buena versión».
Ha sido una pretemporada corta, aunque repleta de buenas sensaciones, debido al tardío final de temporada a causa de la disputa de los 'play-off' de ascenso a Segunda y al componente emocional que todo eso lleva intrínseco: «Hemos tenidos pocos partidos, no ha sido al uso porque acabamos muy tarde, con mucha carga emocional. Las sensaciones han sido buenas y han dado buenas señales cara a la competición. Físicamente estamos bien. De eso se encarga el cuerpo técnico, que hace un trabajo muy importante».
En escasos cuatro días regresa el equipo a la competición oficial. Lo hará el sábado, a las 17.00 horas, frente al Racing de Ferrol en su feudo. Para Alfonso se trata de una prueba exigente: «Conozco algunos jugadores y hemos visto imágenes. Será un partido difícil. Un estreno en Ferrol no es cualquier cosa. El equipo está preparado y más que ver al rival, tenemos que quedarnos con nuestras sensaciones». Así, afirma que el objetivo tiene que ser llegar a los 50 puntos y, a partir de ahí, ver hasta dónde se puede llegar: «Vamos a ir con pies de plomo y humildad, porque somos recién llegados, y a partir de ahí con toda la ambición del mundo. Yo no concibo otra cosa que no sea ir a por los tres puntos cada fin de semana; y si no lo consigo, me iré cabreado».
Los nuevos compañeros se han adaptado muy bien, según afirmó el meta. «Cuando el vestuario acompaña es más fácil para todo el mundo. Estamos en un vestuario en el que a cualquiera que entre se le va a recibir bien. Poco a poco se van adaptando al juego y van conociendo a la gente», verbalizó antes de mostrar su asombro y su orgullo tras llegar a 26.550 abonados, cifra récord en la historia del club: «Veníamos en el autobús hablándolo. Es una pasada lo que significa estar aquí, lo que hemos generado y esa unión que hemos conseguido este último año. Nos da responsabilidad y ganas para darlo todo, por ellos y por nosotros mismos».
«El año pasado no dijimos mucho la palabra 'ascenso', aunque al final lo tuviéramos todos en la cabeza. Haberlo conseguido es una liberación y saber que el trabajo se ha hecho bien es una recompensa bonita que en el fútbol no siempre se da. Tenemos muchas ganas de darle continuidad a todo lo bonito que se consiguió el año pasado», ambicionó Herrero en nombre de la plantilla, que ayer escuchó a Melero López en La Rosaleda para estar al tanto de las novedades que el reglamento presentará este año: «Cada año van cambiando algunas cositas y hay que estar al día. Esperemos que el VAR no nos perjudique en ningún momento, aunque entendemos que es difícil ser árbitro. Lo importante es lo que haces tú en el verde y no lo que te puedan pitar. Los cambios son buenos y si se va evolucionando, habrá que adaptarse a todo».
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