El fin de los vertidos de aguas fecales al Guadalhorce no llegará antes de 2023
El proyecto de la depuradora metropolitana, que se encuentra en información pública y pendiente de salir a concurso, tiene un plazo de ejecución de tres años
El fin de los vertidos de aguas residuales al Guadalhorce está más cerca, pero en el mejor de los casos habrá que esperar al menos ... tres años para que el río más importante de la provincia deje de recibir la carga contaminante de Alhaurín el Grande y Cártama, que una vez que Coín se conecte el próximo otoño a la depuradora del Bajo Guadalhorce (actualmente da servicio a Álora y Pizarra) serán los dos únicos municipios de la comarca sin saneamiento integral. Un punto negro que se encargará de borrar la depuradora metropolitana proyectada por la Junta de Andalucía y que, además de tratar las aguas fecales de ambas localidades, también permitirá liberar la estación del polígono Guadalhorce de la capital al recibir los vertidos de Alhaurín de la Torre y de las barriadas malagueñas de Santa Rosalía, Maqueda, Santa Águeda, Castañetas y Campanillas, así como el desarrollo futuro de norte y oeste de la ciudad.
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El proyecto, valorado en 130,2 millones de euros (113,4 millones la construcción de la depuradora y 16,8 las canalizaciones pendientes para agrupar los vertidos) a financiar con el dinero recaudado por las arcas autonómicas a través del canon de depuración que desde mayo de 2011 se aplica en el recibo del agua de todos los andaluces, tiene un plazo estimado de ejecución de tres años (30 meses para la construcción de la planta y otros seis para su puesta en marcha), aunque los plazos podrían acortarse en función de las ofertas que se presentan al concurso. Aún así, la previsión es que en el mejor de los casos no será hasta bien pasado 2023 cuando la nueva infraestructura entre en servicio. De momento, la Consejería de Agricultura y Desarrollo Sostenible sigue avanzando en los despachos al sacar a información pública hasta el 9 de septiembre el proyecto aprobado por la Dirección General de Infraestructuras del Agua. A partir de ahí, la pretensión es licitar en un mismo lote la redacción del proyecto definitivo y la ejecución de las obras. A tenor de los plazos administrativos, la contratación podría estar lista a finales de año.
La planta y las canalizaciones costarán 130 millones, que asumirá la Junta con cargo al canon de depuración
Bautizada como Málaga Norte, la planta será levantada en suelo de la capital (al norte del aeropuerto) y tendrá capacidad para tratar 70.000 metros cúbicos diarios (el equivalente al caudal que genera una población de 280.000 habitantes). Además, incorporará el sistema terciario para posibilitar la reutilización del caudal reciclado para el riego de zonas verdes o cultivos. Lo que no tendrá línea para el tratamiento de fangos, ya que finalmente se ha optado por que sean transportados hasta la depuradora del polígono Guadalhorce, lo que llevará aparejada la ejecución de mejoras en la desodorización de la planta.
Futura depuradora Málaga Norte
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Ubicación. En una parcela de 29 hectáreas de Campanillas, al norte del aeropuerto y en paralelo al río. En el límite con Alhaurín de la Torre.
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Capacidad de tratamiento. 70.000 metros cúbicos diarios, el equivalente al caudal que generan unas 280.000 personas.
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Cobertura. Tratará las aguas residuales de Alhaurín el Grande, Cártama y Alhaurín de la Torre, liberando además la depuradora del Guadalhorce (Málaga), que ya asume a Alhaurín de la Torre y Torremolinos, al recibir también las de barriadas de la capital como Campanillas, Santa Rosalía, Maqueda, Castañetas y Santa Águeda.
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Presupuesto. 130,2 millones de euros (113,4 para la construcción de la depuradora y 16,8 para los colectores de agrupación de vertidos.
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Financiación. La inversión la asume la Junta a través del dinero recaudado a través del canon de depuración que desde mayo de 2011 se aplica en el recibo del agua de todos los andaluces. Una vez construida, la gestión la asumirán los municipios.
Además de los colectores para agrupar los vertidos de los núcleos poblacionales a los que dará servicio, el proyecto también contempla una conducción de interconexión entre ambas depuradoras con una longitud de 7,3 kilómetros y una capacidad de impulsión de 35.000 metros cúbicos diarios que servirá como elemento de descarga de la planta del Guadalhorce, que también trata las aguas residuales de Torremolinos. Por último, la actuación también incluye las obras de explanación, cimentación y defensa de la depuradora para que queda a una altura suficiente (18 metros sobre el nivel del mar) para no verse afectada por la huella de riesgo de inundación del río Guadalhorce.
Aunque la Junta de Andalucía financiará las obras, serán los ayuntamientos afectados (Málaga, Torremolinos, Alhaurín de la Torre, Cártama y Alhaurín el Grande) los encargados de asumir su puesta en marcha y mantenimiento de la depuradora cuando esté operativa, ya sea a través de un ente mancomunado o, como se ha ofrecido el Consistorio de la capital, a través de la empresa municipal de aguas (Emasa) a cambio de cobrarle la pertinente tarifa a los municipios.
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