Vista aérea de Marbella. Josele

Los valores catastrales de la Costa llegan a triplicar a los de los municipios del interior

El impacto del 'boom' inmobiliario aún se refleja en este índice que sirve de base para calcular impuestos como el IBI, la plusvalía o la Renta

Lunes, 14 de septiembre 2020, 00:47

Seguramente, pocos ciudadanos tendrán en la cabeza cuál es el valor catastral de su casa, pero la inmensa mayoría sí que conocerá de sobra ... cuánto paga cada año de IBI y también recordará a la perfección el pellizco que le tocó abonar en el impuesto de la plusvalía al vender o heredar un inmueble. Y ahí es donde entra en escena el valor catastral, una variable que se establece en función de una serie de criterios como su localización, superficie, antigüedad, coste de la construcción o precio del suelo y que las administraciones consultan para fijar la cuota de los impuestos que gravan la propiedad inmobiliaria como los citados IBI y plusvalía (IIVTNU) en el ámbito municipal, además de los estatales de la Renta (IRPF) y sobre el Patrimonio o, a nivel autonómico, el de Sucesiones y el de Transmisiones. Un factor a tener en cuenta cuando toca pagar, pero también para no hacerlo porque este índice se utiliza además para medir la capacidad económica de los contribuyentes a la hora de acceder a distintas ayudas públicas como vivienda protegida, becas, comedores sociales o justicia gratuita.

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Una vez aclarados estos conceptos, la realidad de la provincia de Málaga muestra que pese a que los valores catastrales se han ido ajustando a los precios de mercado, los efectos del 'boom' inmobiliario aún son evidentes en la Costa del Sol, hasta el punto de situar a Málaga como la cuarta provincia española con los valores medios más altos. Los 1,47 millones de inmueble urbanos repartidos por suelo malagueño suman un montante de 112.011,4 millones de euros, lo que arroja un promedio de 76.157 euros. Esta cifra sólo la superan la Comunidad de Madrid (114.970), Barcelona (83.091) y las Islas Baleares (82.593), y está muy por encima de las de otras provincias de similar tamaño como Zaragoza (61.823), Sevilla (56.553) o Valencia (51.960), y también de zonas turísticas como Las Palmas (63.739), Tenerife (56.498) o Alicante (46.201).

Marbella y su entorno registran los valores más altos mientras Cártama presenta los más bajos de las grandes localidades

Pero hay más muestras de este tirón del litoral en los años dorados del ladrillo, como el hecho de que los valores de los grandes municipios costeros lleguen a triplicar a los del interior. ¿Significa esto que en el litoral pagan el triple de estos impuestos ligados a la vivienda? Aunque la base imponible sí que sea superior, no tiene por qué ser exactamente así, ya que a la hora de calcular tributos como el IBI o la plusvalía entran en juego otras variables como el tipo de gravamen que establece cada ayuntamiento.

De Benahavís a Salares

Estas diferencias son aún mayores si se comparan los 174.583 euros de Benahavís (cifra distorsionada por el peso de urbanizaciones como La Zagaleta, la más lujosa de Europa) con los apenas 22.861 de Salares. Al margen de esos extremos, en las estadísticas actualizadas de la Dirección General del Catastro destacan Marbella, con 110.627 euros, y otras localidades del entorno como Ojén (98.795) y Mijas (96.199). Aunque en este 'ranking' se cuela en segunda posición Alhaurín de la Torre con 99.988 euros, la franja costera manda con Benalmádena (84.406), Vélez (81.794) y, en un escalón inferior, Estepona (79.022), Istán (78.827), Manilva (78.432) y Fuengirola (78.150). A mayor distancia se encuentra Málaga capital, donde los 396.103 inmuebles urbanos tienen un valor medio de 69.681 euros.

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El valor catastral

  • Qué es. Es un valor administrativo fijado objetivamente para cada bien inmueble que resulta de la aplicación de una serie de criterios como su localización, superficie, el coste de la construcción, la antigüedad, el uso o el precio del suelo.

  • Usos fiscales. Sirve de referencia para fijar la cuantía de impuestos municipales (IBI y plusvalías), autonómicos (Sucesiones y Donaciones, y Transmisiones Patrimoniales) y estatales (IRPF y Patrimonio).

  • Otros usos. Para determinar la capacidad económica de los titulares del inmueble en procesos de concesión de ayudas públicas como acceso a VPO, becas de estudio, comedores sociales, acceso a residencias para la tercera edad o para tener acceso a la justicia gratuita.

Evidentemente, no todos los inmuebles de estos municipios tienen el mismo valor. El máximo exponente para explicar esta situación sería Benahavís, que tiene censados a 8.085 habitantes pero que debido al empuje del turismo residencial cuenta con 15.006 inmuebles urbanos que suman un valor de 2.619,8 millones de euros. Para hacerse una idea, esta cuantía es superior a la que registran grandes localidades como Rincón de la Victoria, Antequera o Ronda pese a contabilizar 40.464, 29.627 y 25.640 propiedades, respectivamente.

Además, supone cuatro veces más que los 618,6 millones que en su conjunto representan las 17.320 fincas urbanas de Cártama (26.259 vecinos), que tiene en su haber ser el gran municipio malagueño con el valor medio más bajo (35.719 euros) debido a que las ponencias no se actualizan desde el año 2000 y, por tanto, los datos del Catastro se escaparon de la subida de precios de la burbuja inmobiliaria. Algo similar ocurre en Torremolinos, que presenta los índices más bajos del litoral occidental porque la última revisión data de 2002. Una ventaja para el contribuyente, aunque relativa, ya que en ocasiones estos valores tan bajos se ven alterados, por ejemplo en el caso del recibo del IBI, con unos tipos de gravamen más elevados.

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Los índices se van ajustando a los precios de mercado

Los valores catastrales de los inmuebles de la provincia se van ajustando poco a poco a los precios reales de mercado tras los efectos del 'boom' inmobiliario. Un impacto que no fue precisamente pequeño, ya que si el valor medio en 2006 era de 49.921 euros, en 2013 tocó techo hasta los 90.770. Desde entonces, no ha parado de bajar hasta situarse en 2020 en los 76.157 euros, fruto de las actualizaciones que realiza la Dirección General del Catastro para acompasar los valores con la realidad inmobiliaria.

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