Semana de gloria para Málaga

Siempre he sido muy 'malaguita' y he defendido Málaga por encima de todas las cosas como primer mandamiento, quizá de una manera irracional en algunas ... ocasiones, en las que podía más el corazón que la cabeza. Sin embargo, ahora siento un orgullo especial cuando la gente que acabas de conocer fuera de Málaga en los lugares más insospechados te hablan de maravilla de la capital en el momento en el que te identificas como malagueño. Esa es una bendita realidad más allá de nuestras fronteras. Y para ser sinceros los 'bien hablantes' de la capital siempre focalizan en el alcalde, Francisco de la Torre, el éxito de la ciudad. Al César lo que es del César. Mucha gente quiere venir a vivir a Málaga, no sólo para pasar unos días de vacaciones, que también, sino para trabajar por la calidad de vida que ofrece la capital, que sin duda ya ha entrado en el club de las grandes ciudades. Esta semana podría enmarcarse como una de las mejores para diseñar el futuro de Málaga. El lunes se inauguró la llegada del metro al centro, con lo que el transporte público ha dado un paso de gigante. Los ciudadanos ya están respondiendo a esa mejora, pues se están marcando récords de usuarios día tras día. El metro cobra ahora un mayor sentido, porque por lo general el centro suele ser el principal punto de llegada de los ciudadanos. Siempre he pensado que el suburbano se tendría que haber empezado al revés, o sea, desde el centro hasta los barrios, pero más allá de esa percepción ahora lo que hay que exigir es que el metro se vaya ampliando de manera paulatina y no conformarnos con lo que está planteado. La llegada al Civil es prioritaria por la futura apertura del tercer hospital y ya está encaminada, pero desde ya hay que pensar cuál va a ser la siguiente parada, que el sentido común parece que debería ir a una zona tan poblada como La Palmilla y Ciudad Jardín. Los metros son proyectos vivos, que están en continuo movimiento, como ocurre por ejemplo con el suburbano de Madrid. Hay que ver los datos y ver dónde es más necesario, es decir, en las zonas donde viven más ciudadanos. Puro sentido común. A la llegada del metro hay que unir también la apuesta de la empresa Iryo para poner en circulación sus trenes de alta velocidad hacia Málaga, lo que beneficiará a los usuarios de este transporte, pues a más competencia menores precios. Eso siempre trae beneficios. Otra noticia de la semana ha sido el anuncio de CaixaForum de instalarse en Málaga, en concreto frente a la comisaría provincial en un solar que lleva años esperando un buen proyecto. Esta entidad es una de las más importantes del ámbito cultural que hay en España. Y viene aquí porque sencillamente en Málaga hay que estar. Ocurre lo mismo con las grandes empresas tecnológicas que ya están en la capital como Google o Vodafone. Y las que llegarán. La guinda fue el viernes cuando se presentó por una parte la ampliación del estadio de La Rosaleda con la vista puesta en albergar partidos del Mundial de fútbol del año 2030 si finalmente España consigue ser la organizadora del evento. El campo de fútbol quedará espectacular, por lo que hay que evitar a toda costa que el Málaga caiga en el pozo de la tercera división fuera del fútbol profesional. A nivel deportivo también hay que celebrar que se vaya a construir un centro deportivo de la mano de Rafa Nadal, sin duda un éxito que viene de la mano de la empresa Sierra Blanca. Es la primera vez que el tenista balear cede su marca fuera de las islas para que un centro deportivo lleve su nombre. Y lo hace de mano de la iniciativa privada que es uno de los factores de éxito del auge de la capital, pues sin el empuje de las empresas no se estaría viviendo el actual momento de la ciudad. Hoy empieza la Semana Santa, que volverá a ser un éxito cofrade y turístico, ya que este año se está detectando que están viniendo turistas de mayor poder adquisitivo, o sea, que dejan a la postre más pasta a las empresas de la provincia. En cualquier caso, Málaga ya ha tenido su particular semana de gloria, de la que todos los malagueños debemos sentirnos orgullosos. ¡Disfruten estos días!