«La sede del Banco de España en Málaga es una de las sucursales con más movimiento de efectivo»
La sucursal Málaga garantiza que haya billetes en las oficinas y cajeros automáticos de buena parte de Andalucía
Adolfo Gil, director de la sucursal del Banco de España en Málaga, abre a SUR las puertas de este palacio neoclásico del Paseo del Parque ... inaugurado en 1936 con cuyo proyecto su arquitecto quería transmitir los valores que veía asociados a un banco: la estabilidad, la solidez o la seguridad. Pero Gil aclara que el edificio está siempre abierto a la ciudadanía a la que presta servicios, algunos no del todo conocidos. Y avanza que estos días se puede visitar el interior con algo más de detalle para descubrir sus elementos art-decó, con motivo del 'Open House Málaga'.
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No todas las capitales cuentan ya con una sede del Banco de España, apenas quince. Gil lleva 34 años formando parte de la estructura de la institución, 26 de los cuales dirigiendo sucursales, algunas desaparecidas, como las de Cáceres o Granada. Acumula ya trece años al frente de la malagueña, una de las de mayor actividad del organismo, es decir, de las que más billetes ve circular para garantizar que los clientes de los bancos privados puedan sacar dinero del cajero, no sólo en Málaga, sino también en gran parte de Andalucía.
–¿Por qué hay una sede del Banco de España en Málaga y qué le aporta a la ciudad?
–La red está formada por quince sucursales y en Andalucía hay dos: Sevilla y Málaga. Aunque hay comunidades en las que no hay ninguna. Existe una explicación técnica para que haya una sede aquí: la zona tiene un peso económico y una actividad que lo justifica. Para la ciudad es interesante contar con una entidad económica importante y los ciudadanos tienen la ventaja de tener determinados servicios de forma presencial. Aquí recibimos además a personas de Córdoba o de Granada.
–¿Qué lugar tiene la sede de Málaga en la estructura del banco?
–Es una sucursal que tiene cierto nivel, que tiene una carga de trabajo importante. Dentro de nuestra red es una de las sucursales con peso. Está la central en Madrid; tenemos la sucursal de Barcelona, que tiene una estructura un poquito superior; y el resto de sucursales tenemos una estructura similar, unas con más carga de trabajo y otras con menos. Y la de Málaga es de las que tiene bastante actividad; por ejemplo, en términos de volumen de flujos de ingresos y pagos de billetes, movimiento de efectivo, suscripciones de deuda pública, reclamaciones tramitadas... Aquí estamos en un área en el que se mueve bastante dinero.
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«Existe una explicación técnica para que aquí tengamos una sucursal: la zona tiene un peso económico que lo justifica»
–¿Qué operativa pueden hacer aquí los ciudadanos?
–El canje de billetes y de monedas de diferente denominación o el canje de los billetes defectuosos o deteriorados que a veces caen en nuestras manos. Atendemos y tramitamos las reclamaciones de los usuarios de los servicios financieros. También facilitamos informes de la central de información de riesgos, los documentos que recogen los riesgos que cada persona tiene en el sistema financiero –las hipotecas suscritas, los créditos, los avales...–, lo que genera consultas por ejemplo cuando alguien fallece y los herederos vienen a ver la situación del fallecido antes de aceptar la herencia. Y un servicio estrella en los últimos meses es la suscripción de deuda pública.
–¿Sigue ese apetito por la deuda pública? La retribución de los depósitos continúa siendo parca...
–Sí, los depósitos siguen un poquito por detrás, es cierto. Las Letras del Tesoro tienen una ventaja, no sólo en el tipo de interés, sino por la seguridad que ofrecen a las personas más conservadoras. Éste es un servicio que el Banco de España lleva prestando muchísimo tiempo y que había casi desaparecido mientras los tipos de interés estuvieron muy bajos. La demanda por la deuda pública se va a mantener alta en tanto que la situación de los tipos sea ésta.
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–Aparte de esta operativa, ¿qué responsabilidades asume el Banco de España en Málaga?
–Prestamos servicio a las Administraciones Públicas: todas tienen cuenta abierta aquí; se les presta el servicio de tesorería y gestión de sus cuentas y colaboramos en algunas tareas de recaudación de tributos. El otro gran sector de actuación son los bancos, a los que proporcionamos la liquidez que necesitan para que a su vez atiendan los requerimientos de liquidez de sus clientes. Nuestra función es que fluya el efectivo hacia la economía local y regional. Los bancos tienen cuenta corriente abierta en Banco de España y realizan ingresos y retiradas según sus necesidades. Damos servicio a las provincias de Málaga, Granada, Jaén y también a Ceuta y Melilla. Los bancos que tienen necesidades de liquidez para sus oficinas en todo este territorio vienen a nosotros. Y en esas entradas y esas salidas de dinero hay tareas vinculadas, como el recuento y la clasificación de los billetes o el análisis de su estado, de tal manera que los que se consideran deteriorados se destruyen. Actuamos como una depuradora. A cambio, también distribuimos el nuevo dinero que se fabrica. Es la única manera de que el billete que circula esté en un estado aceptable. Todo lo que tiene que ver con este movimiento físico del dinero y las tareas asociadas suponen tres cuartas partes de nuestro trabajo.
«La educación financiera es una forma de proteger al ciudadano y empoderar al cliente bancario»
–También se ocupan de mejorar la educación financiera.
–El primer lunes de octubre es el Día de la Educación Financiera. Este año el lema era 'Finanzas inclusivas, finanzas para todos'. La idea era llegar a los sectores más vulnerables, incluso en riesgo de exclusión. Así, hemos impartido charlas sobre conceptos básicos a varios colectivos. Pero nosotros hacemos mucho más; estamos todo el año haciendo cosas y recibimos a sesenta o setenta grupos que vienen a visitarnos y que muchas veces son estudiantes, pero también de otro tipo de colectivos a los que damos formación. Presentamos el Banco de España, damos talleres sobre cómo identificar los billetes falsos, informamos sobre seguridad contra los intentos de estafa y fraude...
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–¿Cómo calificaría el grado de educación financiera?
–La Encuesta de Competencia Financiera en su primera edición constató algo que no es una peculiaridad de nuestro país, sino que es una inquietud a nivel internacional: la competencia financiera de la población en general es insuficiente. Los bancos centrales tenemos funciones de regulación y de supervisión de la actividad financiera, actuamos sobre los proveedores de servicios, sobre los bancos; tenemos una regulación muy extensa y además supervisamos –desde la sucursal también colaboramos con los servicios centrales en eso: hacemos visitas a oficinas bancarias y hacemos inspecciones y verificamos el cumplimiento de la normativa–. Pero aparte de actuar sobre la oferta, hay una necesidad de actuar sobre la demanda, sobre las personas receptoras de esos servicios para que tengan información y para que la relación entre los clientes y los proveedores de servicios sea equilibrada; es una forma de proteger al ciudadano y empoderar al cliente bancario para que esa relación asimétrica por naturaleza entre el banco y el cliente sea lo más equilibrada posible.
–¿El dinamismo económico de Málaga mejora la educación financiera de los malagueños?
–No puedo bajar a tal nivel de detalle. A nivel intuitivo, esa idea puede resultar atractiva; puede haber una correlación entre el nivel de desarrollo económico y el nivel de educación general, no sólo financiera. Pero contrastarlo con datos es muy difícil. Tendríamos que tener mediciones muy continuas para hacer un seguimiento.
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