Resaltar lo diferente en tiempos del C+V
La emoción máxima en la despedida de Javier Ferrer Delgado cuando Carlos Álvarez cantó el 'Ave María'.-Norma Duval y Diana Navarro acompañaron también a Raúl Sender en su momento más difícil.-El doctor Jiménez Muñoz escribe un libro sobre la Guerra Civil «en el que todos se sentirán ofendidos».-Pepe Moreno, ese bohemio...
La voz de Carlos Álvarez, un verdadero cañón melódico, maravillosa, estremeció los cimientos de la capilla de Parcesam, en Las Lagunas (MIjas ... Costa). Eran más o menos las seis y cuarto de la tarde del pasado martes cuando tras la homilía del sacerdote, el barítono malagueño interpretó un 'Ave María' que sonó más emocionante y estremecedor que nunca. Era el homenaje de despedida a Javier Ferrer Delgado, compañero de vida desde hace 44 años del gran Raúl Sender, con quien formaba uno de los 'todo' más perfectos que jamás haya conocido nadie. «Éramos uno», repetía Sender. Y es la verdad. El hombre que ha hecho reír a media España lloraba desconsolado por la marcha de Javier, que se fue sin decir adiós, algo increíble de quien era una de las personas más cultas y educadas que haya existido; y lo era tanto que ya no se estila gente como él. «Estoy seguro de que al final nos quedaremos a vivir en Mijas», en su casa de Calahonda, en la que tantos buenos momentos habían pasado juntos. «Si ya me he hecho medio malagueño, porque esta tierra es adorable», repetía Javier en la última reunión que un grupo de amigos mantuvo con él con motivo del cumpleaños de Sender en el Miramar del Paseo de Reding (hotel junto al Málaga Palacio «que son nuestra debilidad en Málaga, un día vamos a uno, y al siguiente al otro...»). Sencillo, afable, de una cultura maravillosa, cortés, elegante... Javier cumplirá su palabra y se quedará para siempre en Málaga, en su casa de Calahonda, porque Raúl tendrá para siempre a su lado sus cenizas, junto a un retrato que era, nunca mejor dicho, reflejo del Javier que todos disfrutamos en vida, el que ilustra esta página, y que presidió la ceremonia de despedida. «Oye, hay que intentar que la tierra por la que tanto ha hecho Raúl, Málaga, se acuerde de él ahora que está retirado de la primera línea de trabajo... Le haría una tremenda ilusión, pero que no se entere que te he dicho nada». Fue uno de sus últimos mensajes, preparatorio de una reunión que se convocaba de cuando en vez.
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'Ave María', cantaba Carlos Álvarez... y de verdad que el silencio y los ecos de su voz en la capilla inundaron no sólo ese espacio, sino todo el cementerio que comparten Fuengirola y Mijas Costa. Impresionante. Personas que estaban en otras tanatosalas se agruparon tras los cristales del recinto religioso. Junto a Raúl Sender, compartiendo tan tristes momentos, Norma Duval, Diana Navarro, Rafael Martínez, Federico Beltrán, Mari Carmen Moreno, José Antonio Moreno, Cristóbal Peñarroya, sus vecinos y amigos malagueños, la hermana de Javier, Maite Ferrer, también desolada, y quienes en cierta manera hemos compartido con ambos gran cantidad de fechas y efemérides importantes. Se nos fue Javier, segoviano-malaguita, enamorado de la Semana Santa, devoto del Cautivo y del Cristo de la Buena Muerte, cinéfilo, devorador de libros, buen viajero, habitual lector de SUR y de esta sección, que queda huérfana de quien fue un hombre bueno y un buen hombre, y miren que es difícil conjugar en alguien, sea quien sea, la valoración objetiva con la subjetiva para acompañar al sustantivo. Incluso (el colmo) fue educado y respetuoso con todos para decirnos adiós. Lo hizo en silencio, sentado, cuando se disponía a darse un baño con su 'todo', Raúl, en la piscina. Un infarto fulminante, sin avisar, nos privó de organizar la cena que había previsto con varios de los protagonistas aquí citados este fin de semana. Todos los convocados estuvieron con él..., aunque ni por asomo de la forma y en el lugar que estaba previsto, ni mucho menos. Ya está, seguro, en los horizontes infinitos quien cada domingo leía los Horizontes Cercanos. Ahora, que lo seguirá haciendo, los convertirá en celestiales... Descanse en paz quien fue, además, humilde y discreto. Lo que son los grandes hombres, algo que parece fácil y sin embargo no lo es.
Siendo Málaga históricamente una ciudad donde abundaban las tertulias de todo tipo, destacando las acaloradas reuniones de cafés históricos donde se debatían apasionadamente temas de política y de arte, no suele ser habitual que hoy haya grupos que fomenten estas reuniones que suelen ser enriquecedoras, aunque los tiempos de crispación por los que atravesamos no invita, posiblemente, a discusiones reflexionadas y tranquilas... Esos clubs o grupos de opinión y tertulias han sido sustituidas por las redes sociales, lo que no es ni bueno ni malo, simplemente una realidad. Uno de los grupos que mantiene regularmente esas tertulias y reuniones es el Club Liberal 1812 que preside Rafael O'Donell, que en su 'sede' del Hotel Vincci, aparte de las reuniones mensuales de sus socios organiza eventos abiertos al público que son muy interesantes. De su mano este próximo jueves, día 25, el médico malagueño y comunicador (ahora se dice 'influencer', con más 70.000 seguidores de su página en Facebook) Juan Manuel Jiménez Muñoz, que tiene una forma bastante desenfadada e irónica para tratar temas de actualidad general incluso los bastante sensibles, por lo que no deja indiferente a nadie, pero a él le gusta eso precisamente. Autor de cuatro novelas de reconocido éxito, presentará su último título 'La guerra civil española y la madre que nos parió', que él mismo define como un ensayo 'gamberro' «de un tema controvertido del que estamos todos hasta los mismísimos ovarios: la contienda civil de 1936-1939, sus desencadenantes históricos y sus consecuencias durante el franquismo. Es un ensayo plagado de ironía donde se abordan delicados asuntos políticamente incorrectos de nuestro pasado lejano y del momento actual». Su contenido, agrega sarcásticamente Jiménez Muñoz, «no ha de preocupar a nadie porque todos se sentirán igualmente ofendidos...». La tertulia y reunión, que comenzará a las 19.30 horas del referido día 25, promete, sin duda alguna.
Ha estado cuarenta años por esos mundos de dios y ha hecho casi de todo, incluso documentalista para la televisión de Rusia. Habla cinco idiomas, fundó un trío artístico en el que canta, hace fotografías de todo lo que se mueve y es pintor... Un bohemio de la vida cultural de los que ya no hay, Pepe Moreno está, como Pepe Ponce, por cualquier esquina con su máquina de hacer fotos. Si lo ven, recuerden que habla cinco idiomas y ha vivido en Suecia, en Italia y en la mencionada Rusia. Discreto como pocos, con un tono de voz que cuesta trabajo escucharlo, pero que se convierte cuando se pone delante de un micrófono. Tiene cientos de cuadros, muchos una maravilla, fundamentalmente de temática local, y especialmente de cofradías. Pepe Moreno es un personaje digno de resaltar, porque hace muchas cosas, y todas bien, y no gusta de destacar ni que lo destaquen. Jubilado, volvió a la Málaga de sus Percheles hace unos 20 años, y por aquí está, para arriba y para abajo, foto aquí y foto allí. Un personaje. Gente que nos hace falta para el atrezzo ciudadano, cada día más impersonal y más 'corta y pega'; por eso hay que resaltar a quien es diferente, y eso es fundamental y más en los tiempos del 'copia y pega' (C+V), nuestro título de hoy.
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