Compras que saben a abrazos

La treintena de puestos que se han instalado en el Palacio de Ferias son el reflejo de muchas horas de trabajo de los voluntarios y de la ayuda desinteresada de muchas empresas, que aportan todo tipo de productos: desde naranjas, limones, aguacates o tomates, a productos navideños o comestibles. Un total de 400 pascueros llegaron desde Viveros Guzmán y empresas de restauración, como Lepanto o Doña Francisquita, aportan la comida que se sirve en Jacaranda. Porque, además de comprar un regalo para los próximos Reyes, el Rastrillo de Nuevo Futuro permite comer en alguno de sus restaurantes. Para los más madrugadores, el café está a un euro. Mientras los mayores hacen las compras, los pequeños se pueden divertir en el espacio reservado a la ludoteca (3 euros 1 hora). Para los amantes del 'vintage', televisiones de tubo por 10 y 20 euros, juegos de los años setenta a 1 euro o una maleta de asas y hebillas por 5 euros.

En la apertura del Rastrillo de Nuevo Futuro, la presidenta de la asociación, Ángeles Fontana, agradeció a todas las instituciones y empresas su implicación en esta causa solidaria y destacó la labor de todos los voluntarios que hacen posible la organización y buen desarrollo de este rastrillo. Nuevo Futuro cuenta en Málaga con ocho pisos en los que acogen a seis menores en cada uno. Estos 48 menores «son como 48 hijos» y con su labor tratan de transmitir «valores, afecto, cariño y muchos besos a menores que llegan cargados de problemas». Víctimas de abandono o maltrato, la asociación tiene como objetivo prepararlos para la vida adulta «a través de un entorno familiar estable», señaló Fontana.

En la inauguración, el vicario de la Diócesis, José Antonio Sánchez Herrera, leyó una carta del Papa Francisco como respuesta a la que enviaron desde la asociación pidiendo su bendición. El Papa agradece la labor de Nuevo Futuro en favor de la infancia más desprotegida. Sánchez Herrera añadió que todo lo que se haga en favor de los niños «está bendecido» y lamentó que se trate de diferenciar o señalar a los menores en función de su origen o nacionalidad. «Un niño es un niño, independientemente de la condición en que esté», puntualizó.

La inauguración contó también con la presencia de Juan Ignacio Zafra, director territorial para Andalucía Oriental y Murcia de Caixabank, quien dijo que las empresas están obligadas a tener una vocación social y que una de las mejores maneras de ayudar es a través de la educación, para que los jóvenes en situaciones desfavorecidas «tengan una oportunidad en la vida. La educación es la herramienta que nos permite romper el círculo de la pobreza». En este sentido también se pronunció la delegada de Políticas Sociales, Mercedes García Paine. La Consejería de Igualdad trabaja con Nuevo Futuro en el mantenimiento de las 48 plazas conveniadas, de un total de 300 menores tutelados por la Junta.