Málaga ya produce electricidad a partir de renovables equivalente al consumo de 500.000 hogares

Son datos del informe de infraestructuras energéticas de la provincia de Málaga, realizado por la Agencia Andaluza de la Energía, actualizados este verano. En ellos, se aprecia cómo Málaga tan sólo produce la décima parte de la tarta andaluza de renovables y cómo el biogás para electricidad, la biomasa con el mismo fin y la hidroeléctrica no han aumentado en la última década.

En estos momentos, cobran especial fuerza los objetivos de desarrollo, que no sólo ofrecen normativas cada vez más restrictivas, sino que también dan pie a fondos europeos a los que acogerse, como es el caso de los Next Generation.

Otro factor clave de las energías renovables, máxime en el contexto geopolítico convulso derivado de la crisis de suministros y de los conflictos bélicos en Ucrania o recientemente entre Israel y Palestina, es que cobran especial valor estratégico: es más necesario que nunca bajar la dependencia de terceros. Y Málaga encierra un gran potencial de crecimiento.

La provincia cuenta con dos instalaciones de generación de energía eléctrica con biomasa, con un potencia instalada de 17,2 MW, lo que supone apenas un 6,3% del total andaluz. Estas plantas utilizan como principal combustible productos resultantes del olivar (orujo, orujillo, hojas y podas de olivo). Las dos instalaciones son Biomasa Fuente de Piedra y Extragol, en Villanueva de Algaidas, ambas con una potencia similar.

Se puso de manifiesto este miércoles durante el desarrollo de la mesa de expertos organizada por SUR acerca del gas renovable y su potencial para Andalucía y Málaga. Los expertos de la Agencia Andaluza de la Energía, Nedgia, Kepler y AGR Biogás coincidieron en que es un campo que tiene potencial para garantizar todo el suministro doméstico a la comunidad; que hace falta avanzar en agilización de trámites; que atraviesa un momento en el que se ha disparado el interés por invertir, y que es una energía clave para la descarbonización; que genera empleo, y que incluso puede contribuir a fijar población al campo.

Se trata de fabricar biogás (metano y CO2), que una vez 'limpio', se convierte en metano y podría inyectarse directamente en la red gasística, que llega ya a 22 municipios de la provincia que cubren una población de 1,5 millones de habitantes.

Precisamente AGR Biogás fue una empresa pionera al operar desde 2016 en Campillos de la primera instalación de producción de biogás a partir de purines en toda Andalucía. Precisamente, aquí está otra de sus funcionalidades, una mejor gestión de los residuos derivados de la ganadería.

A partir de los residuos alimenticios, de las depuradoras, vegetales o ganaderos se pueden obtener tanto buenos abonos (compost) como el reseñado biogás.

¿Cuántas plantas de biogás hay en Málaga? Cuatro por el momento y todas producen electricidad y ninguna, por lo tanto, inyecta gas en la red, que es la apuesta de futuro que hacen los expertos. Además de AGR, Málaga cuenta con una planta de biogás en los vertederos de Los Ruices, en la capital, (3,16 MW) y Valsequillo, Antequera (2,55). También se produce este combustible en la depuradora del Guadalhorce (1,44), aunque es para autoconsumo.

Entre los planes próximos destacan los 6 millones de euros que pretende invertir la empresa de aguas de la Costa del Sol Occidental, Acosol, en sus tres depuradoras (Cerro del Águila, en Mijas-Fuengirola; Arroyo de la Miel, en Benalmádena; Arroyo de la Víbora, en Marbella, y Guadalmansa, en Estepona), con más de 1 millón de euros de financiación europea. El objetivo fundamental es el del autoconsumo.

La provincia cuenta con 26 parques eólicos activos. Su desarrollo fue hace más de una década y en los últimos años apenas si ha aumentado. Son 643 MW, lo que supone el 18% de la cuota andaluza y convierte a Málaga en la segunda potencia en este campo.

Málaga albergó el primer parque eólico experimental que se puso en marcha en Andalucía, La Cámara (Ardales), con 18 MW. El más potente, el de Altamira, está en Almargen (49,30). Tienen parques eólicos conectados a la red eléctrica Almargen (3 instalaciones); Álora (2); Ardales (3); Campillos (6); Cañete La Real (3); Casares (3); Sierra de Yeguas (2); Teba (3), y Villanueva de Algaidas (1).

La fuerza del agua es aprovechada en 11 centrales hidroeléctricas, que generan 126,7 MW, que es la quinta parte de la producción andaluza. Las características orográficas de la provincia favorecen este proceso. Con diferencia, la más potente (76 MW) es la de Iznájar, en el municipio de Cuevas de San Marcos. El resto son Nuevo Chorro y Paredores (ambas en Álora); Gobantes (Ardales); Guadalhorce-Guadalteba (Campillos); Buitreras (Cortes de la Frontera); Corchado, Hidroeléctrica del Guadiaro (Gaucín); Chíllar (Nerja); Ronda; San Augusto (Tolox), y San Pascual (Yunquera).

Málaga contaba en 2014 con una potencia de energía fotovoltaica conectada a la red de 52,8 MW. Actualmente, la cifra se ha multiplicado por seis y no para de crecer, ya que alcanza los 331,5 megas. Con todo, es muy poco si lo relacionamos con el total de Andalucía, apenas un 6,3%

Es muy llamativo el número de consumidores que generan su propia energía para introducirla en la red y reducir su factura. Son en total, 17.700 instalaciones, que generan algo más de 119 MW. Este crecimiento exponencial hay que atribuirlo al auge del sector y al apoyo mediante políticas públicas en forma de ayudas.

Por mencionar las plantas fotovoltaicas con una cierta dimensión, las cuatro más potentes son La Vega I y II, en Teba, que producen 43,24 MW cada una, y Archidona I y II, que generan 17,82 y 33,11 respectivamente.

Este capítulo, ya no referido la aportación a la red eléctrica, pero sí reseñable en términos de consumo, incluye la energía solar térmica, en la que Málaga suma 228.280 metros cuadrados de instalaciones, la quinta parte de toda Andalucía, que, a su vez, es líder nacional en este campo.

También en biomasa, Málaga tiene buenos indicadores, con gran crecimiento en los últimos años en los sectores residencial y servicios. No obstante, la provincia sólo consume el 8% de la biomasa para uso térmico de toda la región. Cuenta con 2.439 instalaciones, 2.304 de ellas para uso residencial, aunque la mayor potencia es la referente a la industria (99 MW).

Por último, la geotermia, utilizada para la climatización de edificios y agua caliente sanitaria apenas supone 378 KW.