Óscar Puente descarrila el tren a Marbella

Pues esta actitud ha cambiado. El ministro Óscar Puente ha hablado y lo ha dejado claro. Hay que agradecerle a este político que haya tenido la valentía de decir que nones, que esta infraestructura no se hace. La sinceridad siempre debe ser bienvenida, otra cosa es que nos guste lo que ha dicho... Puente, que se ha dado a conocer en el panorama político español por su vehemencia y su capacidad para embestir a la oposición, sostiene que no hay papeles en el Ministerio sobre este asunto, que para nada está en su agenda como proyecto a desarrollar.

Sin embargo, para no haber papeles se sabía muy bien los números sobre el mismo, ya que apuntó que una prolongación del Cercanías hasta Marbella no resultaría competitiva porque se tardaría mucho tiempo hasta llegar a ese municipio, con lo cual los usuarios cogerían el coche y, por otra parte, que un tren de altas prestaciones, o sea, de alta velocidad, obligaría a hacer una línea directa que sería muy dificultosa y costosa por la orografía y por el impacto medioambiental que provocaría. O sea, que se ha leído algún papel de los que el PP asegura que hay en el Ministerio de Fomento.

Hay que recordar que el exministro Íñigo de la Serna presentó varios estudios sobre las posibilidades que había para enlazar por tren a Marbella, aunque hay que apuntar que el PP no tomó ninguna resolución al respecto. Vamos, muchos estudios y poca voluntad política. El argumento de Óscar Puente sobre la competitividad que tendría un cercanías hasta Marbella se cae por varias razones. La primera y fundamental es que da por sentado que todos los usuarios de este hipotético tren se montarían en Marbella para llegar a Málaga y viceversa, sin tener en cuenta los miles de usuarios que lo utilizarían para ir por ejemplo de Fuengirola o Mijas hasta Marbella, y viceversa, porque hay que partir de la base de que los cercanías lo utilizan básicamente los ciudadanos que van a trabajar de un municipio a otro. No es un tren para turistas, que lógicamente también lo utilizan, sino que es un medio de transporte básico para los trabajadores.

Y esa es la segunda razón por la que patina el argumentario de Óscar Puente: la función social que tiene este medio de transporte público. Los socialistas sacan pecho, y con razón, por el aumento espectacular que han tenido los cercanías gracias a la subvención del Gobierno para abaratar este tipo de viajes. Lo que ocurre es que se le pone el caramelito a los usuarios para que utilicen el transporte público y luego se encuentran con las limitaciones del mismo, o sea, pocas frecuencias o ausencia de tren, como es el caso de Marbella o Estepona, que tampoco hay que olvidar a esta localidad que tiene ya casi cien mil habitantes.

La prolongación del cercanías de la Costa del Sol hay que plantearla como un medio para que los ciudadanos que habitan en estas localidades se muevan por la misma a través del tren sin tener en cuenta sólo la conexión con Málaga, porque eso sería caer en un centralismo capitalino absurdo, pues no todo tiene que pasar por la capital. ¿Cuántas personas trabajan o podrían trabajar en Marbella sin tener que vivir allí? La opción de un tren directo es muy elitista, pues tendría un coste elevado, a lo que hay que unir que estos futuros usuarios de alto nivel económico seguirían utilizando taxis o coches privados con chófer para ir a su destino, generalmente de lujo.

El PSOE local, con Dani Pérez al frente, se ha quedado descolocado con Puente. Aunque ahora apuesta por un cercanías, pero quiere que la Junta se moje en este sentido, algo que no se entiende, porque el que tiene la competencia para hacer esta infraestructura es el Gobierno. Y ya sabemos que Puente acaba de hacer descarrilar el tren a Marbella. Con esta situación habrá que esperar a la llegada del PP al Gobierno para ver si efectivamente hacen algo o siguen como hasta ahora, haciendo papelitos que después se quedan en vía muerta.