Andrés Olivares y Manuel Castillo, este jueves, en el plató de 'La Alameda'. Francis Silva
'La Alameda'

Andrés Olivares: «No hace falta que se te muera un hijo para aprender a vivir»

Volcado desde hace años con su fundación en acompañar a niños con cáncer, reivindica un mayor cuidado del aspecto mental y una concienciación sobre lo que realmente es importante

Viernes, 27 de mayo 2022, 00:40

Andrés Olivares es una persona que sabe bien lo que se siente cuando la vida pega un zarpazo. Perdió a su hijo Luis por leucemia ... y experimentó la soledad y el frío emocional de los pasillos y las salas de espera. Una experiencia que le llevó a darle la vuelta a su vida como a un calcetín y a crear una fundación que lleva su nombre para ayudar y hacer más llevadero el tratamiento oncológico a niños que padecen cáncer. Este jueves pasó por 'La Alameda' para rememorar su historia personal y para pronunciar un alegato a la vida. «No hace falta que se te muera un hijo para aprender a vivir», defendió y animó a exprimir los momentos que realmente importan y a relativizar asuntos que parecen más triviales cuando se dirime lo verdaderamente importante, la vida de un ser querido.

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«La gente vive muy deprisa. Pasa muchas veces que papá y mamá nunca están. Pero ser padre es una responsabilidad para toda la vida, no es solo un acto sexual», dijo. En esa vida trepidante, marcada muchas veces por la rutina laboral, Olivares lamentó que se está perdiendo el contacto entre personas y la cercanía. Lo telemático, señaló, no puede sustituir lo palpable. «Olvidamos lo esencial, que es darnos un abrazo», argumentó.

Una filosofía que Olivares quiere ver reflejada de una manera más intensa en los hospitales, donde el tratamiento médico está garantizado pero donde se podría mejorar en esa parte que apela al aspecto mental. «Me gustaría que los tratamientos estuvieran más enfocados en el cuidado del alma», insistió. En este sentido, Olivares confía en que, algún día, Málaga pueda contar con una infraestructura que albergue un centro oncológico específico para niños.

Preguntado por cómo logró metabolizar la muerte de su hijo, aseguró que fue su hijo quien, en el último año de su vida, le había dado lecciones todos los días. «Yo nunca lloré la pérdida de mi hijo», llegó a decir.

Por último, Olivares apeló a fomentar estilos de vida que se alejen del individualismo habitual en las sociedades occidentales. «La mente siempre está enfadada y la sociedad lo que está, realmente, es carente de amor», describió.

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