El nuevo centro de internamiento para menores delincuentes de Málaga: lo que sabemos y lo que no

¿Ubicación del futuro correccional?

Es la primera pregunta que salta a la cabeza pero aún no tiene respuesta. El proceso está en fase de concurso y, según han señalado fuentes oficiales de la Consejería de Justicia, son las empresas interesadas en gestionar este centro las que deben proponer espacios y ubicaciones que se presten a las necesidades que plantea una institución de este tipo, donde convivirán menores con condenas judiciales que prevén una privación de la libertad. Eso significa que cualquier ciudad o municipio de la provincia, tanto mediano como pequeño, es un candidato en estos momentos.

¿Momento de apertura?

El futuro centro de internamiento para menores delincuentes abrirá sus puertas en febrero de 2025. La fecha es innegociable, ya que es la que figura en la propia licitación. En un principio, la empresa o entidad adjudicataria se hará cargo de este servicio durante cuatro años. Si bien existe la posibilidad de una prórroga de otro año más. Como se ha mencionado al inicio de la información, la Junta ha presupuestado 23 millones de euros para poner en marcha este nuevo CIMI.

¿Número de plazas y perfiles de los internos?

El correccional contará con una capacidad de 50 plazas, por lo que se trata de una institución de una envergadura notable. Por fijar el contexto, cabe recordar que el clausurado CIMI de Torremolinos tenía espacio para doce menores. Los futuros internos se mueven todos en un rango de edad entre los 14 y los 17 años. Todos contarán con una condena judicial, de las más severas que establece el código penal para menores, y acabarán en el futuro centro por decisión expresa de un juez. El de Málaga será un CIMI mixto, lo que significa que habrá chicos y chicas. Concretamente, la licitación prevé 23 plazas masculinas, 15 femeninas y doce para el denominado «internamiento terapéutico para chicos».

¿Cuándo se resolverá la adjudicación?

Las fuentes oficiales de la Consejería de Justicia se limitan a asegurar que «será pronto», pero no ofrecen una fecha concreta. Si el centro debe estar funcionando en febrero de 2025, es obvio que existe una notable urgencia en los plazos que impiden que este proceso se dilate en el tiempo. Las mimas fuentes resaltan que en la selección de la empresa o entidad que gestionará el futuro centro priman los argumentos para garantizar y favorecer una estancia que cumpla con los requerimientos que se establecen cuando se trabaja con menores.

¿Régimen de internamiento?

El futuro CIMI ofrecerá las tres modalidades que se establecen para este tipo de centros: régimen cerrado, semiabierto o terapéutico. Todas tienen en común que buscan la reinserción social de los menores condenados por delinquir, pero será el juez quien dictamine cuál aplica mejor a cada menor en función de la gravedad del delito o el tiempo que lleva ya internado.