Málaga, origen de la primera red mundial de telescopios presente en cinco continentes
Un proyecto del CSIC liderado por el malagueño Alberto Castro-Tirado logra conectar siete observatorios autónomos, que se distribuyen entre los cinco continentes
Hay mucho más detrás de estas imágenes que se pueden ver en el vídeo que acompaña esta información, mucho más que solo estrellas. Por supuesto, ... las primeras secuencias que ofrecía la red de telescopios, que lleva el nombre 'Bootes', se convirtieron enseguida en icónicas para los profesionales de la astronomía, la astrofísica y la cosmología. Cuando comenzó el trabajo para lograr lo que hoy es un hito científico de primera magnitud, el presidente del Gobierno de España se llamaba Felipe González, en el despacho oval de la Casa Blanca se sentaba alguien que respondía al nombre de Bill y Los del Río acababan de lanzar la 'Macarena', que iba a despegar como un cohete espacial.
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Era el año 1993 y un jovencísimo astrofísico malagueño, Alberto Castro-Tirado, se encontraba en Dinamarca realizando su tesis doctoral. Guardias eternas, como recuerda en conversación con SUR, pegadas a un telescopio con el objetivo de captar fenómenos astronómicos como el estallido de rayos gama o un agujero negro.
Las ojeras que vestía entonces Castro-Tirado eran fiel reflejo del gran problema que había detrás de su afán por conocer algo más el universo y encontrar explicaciones a las muchas incógnitas que quedaban por resolver. Como nunca se sabía cuándo iba a suceder un fenómeno espacial, tampoco los científicos podían despegar los ojos del cielo. Buenas noticias para la industria del café, malas para la salud de los afectados. «Entonces surgió la idea de aplicar la robótica y los ordenadores a los telescopios para que éstos observen por su cuenta y sean capaces de dar con la ubicación de lo que estaba ocurriendo por sí solos», señala Castro-Tirado.
Tres décadas más tarde, la voluntad de automatizar unos proceses que tenían mucho de artesanal, las ganas de romper con unas rutinas agotadoras y mejorar los resultados de la observación han convertido a España en el primer país del mundo en disponer de una red global de observatorios autónomos, pero que están conectados entre sí. Un jalón culminado por el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
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Un viaje intenso en el tiempo que para Castro-Tirado significa completar «el sueño de su vida», y que tiene además su origen en Málaga. Concretamente, en el telescopio de la Estación Experimental de La Mayora, un centro que cuenta también con el respaldo de la Universidad de Málaga (UMA).
Para acceder a las instalaciones que se encuentran en el municipio de Algarrobo, hay que atravesar una carretera plagada de curvas estrechas. Luego se llega a 'Telma', así se llama el telescopio malagueño que se compone por más de un centenar de componentes. 'Telma' ahora tiene a siete gemelos. Un telescopio se ubica en Huelva y el resto se reparto por Nueva Zelanda, China, México, Sudáfrica y Chile. «Constituye la red más completa de su clase y un hito para vigilar el cielo y apoyar las observaciones», precisa Castro-Tirado.
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¿Cuál es el objetivo de esta red de telescopios? «Contribuirá al estudio de los estallidos de rayos gamma, que constituyen los eventos más energéticos del universo y que se asocian con la muerte de estrellas muy masivas. Su detección suele producirse a través de satélites, que informan a la comunidad científica para que el evento pueda estudiarse al detalle», explica el científico malagueño. También, añade, servirá para «vigilar el cielo». Una supervisión que implica tanto el el seguimiento de basura espacial como el de objetos potencialmente peligrosos.
Fascinación por el universo
Una mezcla entre asombro y veneración. Una mirada a través de la red 'Bootes' al universo también es una foto memorable del propio ser humano y su capacidad de descubrir algunas verdades fundamentales. Una de ellas podría ser que todos somos polvo de estrellas. Una de las poesías más grandes del universo, por ende, no es cursilería sino física pura y dura.
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Ahora, cuando los telescopios giran sobre sí mismos, se inclinan para adelante y para atrás, y vuelven a su posición inicial desde cinco continentes, Málaga parece un punto ínfimo si se trasciende a la totalidad de los cinco continentes. Pero es el punto de partida de uno de los hitos científicos más grandes que ha logrado el país.
«Concebí el proyecto cuando desarrollaba mi tesis doctoral en Dinamarca hace treinta años y para mí es un sueño hecho realidad», cierra el círculo Castro-Tirado e insiste: «Es un orgullo hacerlo desde Málaga, la tierra en la que nací y que llevo por bandera». Por último, el astrofísico manda un agradecimiento especial a los siguientes profesores de la UMA: Alberto Castellón, Carlos Pérez del Pulgar, Antonio Reina y Carmen Pérez.
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