Málaga combate el aviso amarillo: «He tenido que meter los pies en la fuente de la Alcazaba»

Los hay incluso que el aviso amarillo les ha pillado de boda. Dori y Alejandro, a las puertas del Ayuntamiento, se estaban haciendo una sesión de fotos junto a su hijo Pablo antes de entrar a dar el 'sí, quiero': «Queríamos una fecha en verano para tener unas fotos bonitas, pero no esperábamos este calor y día de terral. Esperamos no llegar chorreando», explicaba Dori con el ramo de flores como abanico.

En este sábado, en el que los más afectados de la provincia serán la capital, Costa del Sol y Valle del Guadalhorce, algunos valientes no hicieron ni el plan de playa ni de aire acondicionado. Como Matilde, que hacía una parada para beber agua en el Paseo del Parque junto a su carrito de la compra: «Yo lo resisto bien bebiendo agua», aclaró. También se arriesgaron Nahuel y Ayelen, que querían salir a desayunar fuera de casa pero se encontraron el aire caliente de golpe: «Ya volvemos al refugio del hogar con el aire acondicionado», aseguraron. «Yo me echo agua encima nada más salir de casa», contaba con humor Alba Inés.

La familia Valencia Sánchez, mitad gaditanos y mitad malagueños, pasaron este mediodía sentados en una terraza a la sombra: «Vamos a comer fuera y luego vamos a echarnos la siesta con el aire acondicionado. Ayer en Cádiz no pudimos ni bañarnos del fresquito que hacía y ahora nos encontramos aquí el terral», detalló la familia, que compartía una mesa grande en en la mítica Cafetería Flor del Paseo de Reding.

Además de las altas temperaturas, el viento es otro protagonista este fin de semana con mayor incidencia en Málaga capital, Torremolinos, Fuengirola, Manilva y Rincón de la Victoria. Al fin y al cabo, como decía el murciano Samu junto a sus amigos: «Lo importante es refrescarse y hacer paradas, que hay que tener mucho cuidado con estas temperaturas tan altas».