Listas políticas para pasar a mejor vida...

Sería injusto decir que los diputados y senadores no trabajan, pero es verdad que sin duda es el puesto más cómodo que existe en política, ... pese a la incomodidad que supone estar viajando todas las semanas a Madrid (algo tienen que sufrir los 'pobres'). Por eso hay tortas en los partidos para ver qué nombres van en sus papeletas electorales. Ser diputado es un chollo, la verdad, porque además de tener un buen sueldo, que se incrementa bastante bien con las dietas, no supone estar en el foco mediático, además de estar en la sede de la soberanía nacional, donde se cuece todo. Hagan si quieren una reflexión para comprobar si se saben los nombres de los actuales once diputados que salen elegidos por la provincia de Málaga. A mí, que me dedico a esto profesionalmente, he de confesar que a bote pronto me viene a la memoria la mitad de los mismos. No más. ¿Les suenan los nombres de José Carlos Durán, Mariló Narváez, Rubén Manso o Ángel González? Son los diputados que no he identificado y he tenido que buscarlos en el servicio magnífico que ofrece la 'Montipedia', que no deja de ser mi oráculo particular cuando se trata de documentación política: mi compañero Antonio Montilla. Y digo con intención que salen elegidos por Málaga, no que representan a Málaga, porque la costumbre demuestra que eso es falso. Los diputados y senadores al final se dedican a votar lo que se les indica desde los partidos. La disciplina de voto es brutal. Hay pensamiento único en todos los grupos parlamentarios. Aquí la única excepción que se recuerda fue la de Celia Villalobos con el tema del aborto, que se desmarcó del PP a la hora de la votación. Nada más. ¿Ha visto usted alguna vez que un diputado de Málaga haya votado en contra de su partido aunque lo que esté en cuestión no beneficie a la provincia? Porque alguna vez se habrá dado el caso, digo yo. En esta legislatura tan convulsa muchos socialistas comentaban en privado que estaban en contra de la política de pactos de Pedro Sánchez, pero ni uno solo se ha atrevido a contradecirlo en público, más que nada porque saben que su escaño, su modus vivendi para los próximos cuatro años, peligraría. Los partidos y los medios dedicamos mucho tiempo y mucho espacio para hablar de la confección de las listas electorales, como si eso tuviera efectivamente repercusión en el votante a la hora de decidir su apoyo en las elecciones generales, cuando la verdad es que eso resulta indiferente. Al final se vota al líder de turno, a Pedro Sánchez, a Alberto Núñez Feijóo, a Yolanda Díaz o a Santiago Abascal. Es así de simple. Las listas no dejan de ser un acomodo para que los políticos se busquen la vida cuatro años, de ahí que cada vez sorprenda menos que haya paracaidistas. Ha pasado, pasa y volverá a pasar. En Málaga ya se dieron varios casos, como el de la ex ministra Cristina Alberdi que fue por el PSOE o Pablo Montesinos en el PP, que aunque es malagueño su carrera profesional y política se desarrolló en Madrid de la mano de Pablo Casado. Los primeros que han dado a conocer la lista por Málaga han sido los socialistas, donde lo más llamativo han sido las ausencias. Por un lado, Miguel Ángel Heredia dice adiós o más bien le han dicho que diga adiós después de casi tres décadas en política, donde la verdad sea dicha ha estado bastante cómodo, debido a que no ha gestionado ni un sólo euro, aunque es verdad que ha sido un parlamentario muy trabajador, porque ha presentado miles de iniciativas. Sin embargo, eso no le ha generado un desgaste público, por eso se entiende que haya estado tantos años en el prurito. También es destacable que el secretario provincial del PSOE no haya cogido carretera y manta huyendo de su debacle electoral en las municipales. Es un gesto que honra a Dani Pérez, que ha preferido apechugar con las consecuencias y estar otros cuatro años más a la sombra de Paco de la Torre en la Casona del Parque. No ha querido, en definitiva, estar en una lista para pasar a mejor vida...