La Junta prevé terminar a mediados de agosto la extracción de lodos en el embalse de Casasola

Fuentes de la Consejería de Agricultura explican a SUR que está en marcha la extracción de lodos con la plazo previsto de finalización el 15 de agosto. Los trabajos subacuáticos están previstos durante el mes de agosto. También se completa la ejecución de una válvula Howell adicional que estaría fabricada en septiembre y debería estar montada a principios de otoño. Será un refuerzo al desagüe de fondo convencional, que permanece atorado, y a otra válvula complementaria que se instaló antes de la Semana Santa y que va a quedar de manera permanente con una capacidad de evacuación de 3 hectómetros cúbicos a la semana.

Ahora, el lodo que se extrae se mezcla con el cauce y el resultado es completamente limpio.

La acumulación de sedimentos afecta a los órganos de desagüe y al propio vaso y merma la capacidad de almacenamiento de este embalse, inaugurado en el año 2000. Era entonces ministro de Medio Ambiente Jaume Matas.

Los acarreos y sedimentos acortan la vida útil de las presas, de ahí la magnitud del problema al que se enfrentan los ingenieros y técnicos desde las danas del pasado otoño.

La Consejería de Agricultura trabaja en dos escenarios: a corto plazo con las obras de emergencia y a largo, con trabajos de corrección hidrológica. Tras los trenes de borrascas de marzo, Casasola llegó a tener un 30% de aterramiento. Esto significa que un tercio de su contenido son sólidos y arrastres. Cañas, barro, arcillas...

Caben muchas soluciones: diques, reforestaciones, vaciados del embalse y retirada de los depósitos... No se va actuar de manera inminente pero ya está sobre la mesa.

Es un problema que también acucia, pero en menor medida, al sistema Guadalhorce. Mucho menos, por el tipo de cuenca, a La Concepción. El caso es que por eso con cierta frecuencia se hacen batimetrías que 'devuelven' una representación física del fondo de los embalses.

El embalse tenía en el año 2000 23,64 hm3 y ahora marca 21,72 de límite de llenado, más bien de seguridad. Esa es la capacidad marcada por el primer aliviadero superior, el central, el situado a cota más baja.

El embalse aguanta más de 25 hm3, como se vio durante la borrasca Laurence, cuando no pudieron abrirse las compuertas de fondo y hubo que dejar que aliviara. Durante aquel episodio se llegó a desalojar a 300 familias de Campanillas una noche.

El pasado otoño, la Junta inició unas obras de emergencia con palas especiales, llamadas bivalvas por su semejanza a los moluscos. Las danas afectaron gravemente al sistema de evacuación aludido. Pero la turbidez excesiva impedía el trabajo de buzos o identificar el atasco.

Y los trabajos se vieron sorprendidos por el tren de borrascas, sin tregua. El embalse duplicó su nivel en apenas unos días. Se intentó poner en marcha la válvula que bombea el agua hacia afuera. Funcionaba, pero se detectó un atoro físico que impidió el proceso.

El embalse de Casasola ronda en estos días los 14 hm3 de agua almacenada. Son reservas estratégicas que a veces son utilizadas por Málaga capital en caso de avería en el sistema Guadalhorce o por decisión estratégica.