Ilustración: Alba Martín Campos

Los jóvenes recurren cada vez más a la medicina estética

El recurso a tratamientos y operaciones crece en la franja de edad de entre 23 y 30 años, aunque las redes, los filtros, la competencia estética y el efecto imitación de los famosos hacen que los menores de edad acudan a las clínicas

Domingo, 12 de octubre 2025, 00:21

Los jóvenes recurren, cada vez con mayor asiduidad, tanto a tratamientos como a operaciones estéticas. No es que los médicos y cirujanos especializados consultados por ... SUR para elaborar este reportaje tengan esa sensación por las visitas que reciben en sus respectivas clínicas, sino que los números que manejan las organizaciones médicas del sector así lo avalan. En 2023, según la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), la franja de población que va de los 16 a los 25 años supuso el 20% de los pacientes de tratamientos médicos estéticos en todo el país, una cifra que aumenta en relación a años anteriores, aunque no se especifica el alza, mientras que la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE) asegura que un 29,5% de las operaciones efectuadas en 2022 corresponden a personas con entre 18 y 29 años. El doctor Andrés Bernete, especialista en Medicina Estética, Tricología y Cirugía Capilar, es contundente al respecto: «Sobre todo en los dos últimos años hemos visto que el crecimiento de los jóvenes ha sido exponencial en las clínicas de medicina estética. En la mía en concreto, en la de Torremolinos, veo cada día en consulta de dos a tres jóvenes diariamente de entre 18 y 22 años».

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Cabe precisar que, en este caso, el doctor Bernete alude a tratamientos médicos, no a cirugía, aunque la tendencia en este segundo campo también va al alza. Además, en el caso de los más jóvenes, «recurren a la medicina estética en su mayoría porque han visto vídeos en las redes sociales como Instagram o TikTok y se quieren hacer tratamientos virales, que mejoran la piel, con ácido hialurónico o con neuromoduladores», dice en referencia a la toxina botulínica o bótox.

El 50% de los españoles ya se ha sometido a un tratamiento estético, según la Sociedad Española SEME

Bernete es claro: estos tratamientos no deben ser provocados por un vídeo de uno de sus ídolos, sino autorizados por un profesional médico que les realiza una entrevista y luego les expone la mejor opción. A veces, recalca, hay que decir que no a las propuestas de los clientes. «A veces decimos no te voy a realizar este tratamiento porque no te hace falta», afirma. El perfil del público anterior era el de una mujer de más de 40 años, pero la horquilla de edad de los jóvenes ha subido exponencialmente y va a seguir «sumando más». «El 50% de los españoles ya se ha realizado un tratamiento estético, según la SEME», aclara.

¿Cuáles son los tratamientos más habituales y los que son tendencia estos meses? Sobre todo, las jóvenes de entre 23 y 30 años, e incluso con mucha menos edad, quieren rellenarse los labios con ácido hialurónico. «Es un labio muy voluminizado», dice, en referencia a los conocidos 'Russian lips', que consiste en un aumento de los labios. Los chicos, por contra, piden «el tratamiento de la masculinización facial o mandibular con ácido hialurónico para marcar la mandíbula y el mentón, es más agresivo, más grueso», lo que se realiza también con ese relleno dérmico. Muchas chicas optan, asimismo, por el aumento de glúteos con esta sustancia, terreno en el que, por cierto, el doctor Bernete ha creado una técnica pionera.

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Preparación de una cirugía mamaria en HM Hospitales. SUR

El tratamiento estrella, de cualquier forma, es el bótox, que se inyecta en los entrecejos y las patas de gallo, «es el más realizado, por excelencia, en una clínica de medicina estética». Es la técnica más demandada frente a las arrugas. Aquí también ha bajado la edad media: de los 35 de hace unos años a los «25 o 27». Los tratamientos van desde los 300 euros que cuesta un vial de ácido hialurónico, a los entre tres y cinco viales de este neuromodulador que se necesitan para el marcaje mandibular. Un aumento de pecho supera los 4.500 euros y una liposucción puede sobrepasar los 6.000.

Falta de madurez

El cirujano plástico Ramón López Saucedo trabaja, entre otras clínicas, en el Hospital Quironsalud Málaga, y alerta de que muchos chicos y chicas, incluso con 15 y 16 años, quieren someterse a una cirugía. «Yo muchas veces les digo que hay edades y que no se deberían de hacer nada cuando todavía no se tiene la madurez adecuada ni del cuerpo, ni de la cara ni de la mente, sin que sepan exactamente qué es lo que quieren», recalca. Separa claramente el tramo de edad que va de los 18 a los 30 y a quienes tienen menos. De cualquier forma, reflexiona sobre las redes sociales, los filtros y la competencia instaurada «por ser los mejores, los más guapos, los más fuertes, de parecerse a los famosos. Vemos desde aumentos de mama en chicas jóvenes a cirugía de nariz, rellenos de ácido hialurónico y tratamientos como la micropigmentación», señala, para aludir también al aumento del ángulo mandibular, los labios o los pomos con el ácido hialurónico. En cuanto a la micropigmentación, las jóvenes suelen marcar las cejas o los labios. «Cada vez más los jóvenes están tratando de sentirse mayores a edades mucho más tempranas por las redes sociales, los móviles y los selfies». También buscan liposucciones, aunque los tratamientos estrella, insiste, son el aumento de mama, la rinoplastia (cirugías para modificar el tamaño de la nariz) y la liposucción.

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«Hay que buscar la madurez corporal, facial y psicológica. Hay chicos que quieren operarse por parecerse a equis persona, a equis famoso, a equis amiga y eso no es. La medicina es un equilibrio biopsicosocial», aclara, e insiste: «Obviamente opero más entre los 23 y los 30 años, pero es cierto que cada vez vemos más pacientes en edades mucho más tempranas, hablamos de 15 y 16 años, ya quieren someterse a una cirugía», y hay casos en que es, simplemente, por «capricho». Ahí es donde entra el cirujano, que ha de valorar si existe la suficiente madurez física y mental.

El doctor López Saucedo advierte sobre la importancia de considerar los cambios a largo plazo

Recuerda el doctor López Saucedo que, desde la pandemia, se han disparado las intervenciones quirúrgicas estéticas. Los pacientes en el tramo de edad que va de los 23 a los 30 años en su consulta han crecido un 30% en cinco años, estima. «La cirugía estética no es un producto que se puede usar y tirar; tu cuerpo va a cambiar y tienes que asumir que ese cambio realmente te va a beneficiar», precisa, para destacar que muchos jóvenes acuden también a que les quiten los tatuajes.

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El doctor Andrés Bernete inyecta ácido hialurónico a un paciente. SUR

Eva García (nombre ficticio) tiene 28 años y se ha sometido a una operación de nariz al tener el tabique desviado, pero también quería corregir dos detalles más a nivel estético. Se ha sometido a una rinoplastia ultrasónica, valorada en 6.000 euros (aunque una normal puede costar 4.500). «La recuperación es menos invasiva, más segura», explica, y reivindica que tenía ese complejo al ser «una desviación muy evidente; el médico vio que esto era real, que no estaba en mi mente y se podía corregir». Añade que varias amigas de 24 y 25 años se han inyectado ácido hialurónico en los labios tras ver vídeos en redes, lo que se ha de repetir año tras año. Algunas de ellas no tenían trabajo y dependen de sus padres, por lo que han tenido que ahorrar (el vial cuesta entre 200 y 400 euros, indica).

Baja la edad de uso del bótox

El jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Reconstructiva de HM Hospitales en Málaga, Felipe Schmitt, coincide con sus colegas en que, en los últimos años, ve cada vez más en su consulta a menores de 30 años y, a veces, mucho más jóvenes. La gente con menos de 25 o 27 años, sobre todo, elige «el ácido hialurónico, porque a nivel de bótox es verdad que todavía no tienen este tipo de arrugas; más bien lo que se hacen sobre todo son rellenos, es decir, de los labios, de las ojeras o o los pómulos». Los tratamientos no son baratos, porque él tasa el vial en 200 o 350 euros más o menos. El bótox se ha usado tradicionalmente por encima de los treinta, aunque esta media también baja.

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El ansia por parecerse a sus ídolos y los filtros de redes sociales distorsionan la percepción real de la belleza en los menores que acuden a consulta

«A mí cuando me llega alguien tan joven a la consulta, de 16, 17 o 18, lo primero que voy a hacerle es una buena anamnesis para saber si realmente ese paciente lo necesita o debería hacerse algo así. Creo que no es que no estén preparados, es que todavía quizás son demasiado influenciables por las redes sociales, se crean unos ideales estéticos que no son muy reales», subraya, y recuerda que hay jóvenes que van con las fotos de sus ídolos. Esos ideales, indica, no son reales, «por los filtros o porque al final todos esos famosos o famosas se han hecho miles de cosas previamente y no es su cara normal», reseña.

La única cirugía que se puede hacer por debajo de los 18 años es la otoplastia (reposicionamiento de las orejas, algo relacionado con complejos personales), pero por encima de la mayoría de edad la cirugía estrella es el aumento de mamas en chicas, aunque también se dan casos de hombres que se someten a ginecomastias, es decir, reducción de pechos masculinos. «Un aumento mamario clásico puede costar entre 4.500 y 5.000 euros, mientras que la reducción de la mama masculina está en torno a los 3.000 euros», precisa, aunque destaca que las operaciones en la cara son menores porque «suponen algo definitivo, es algo a lo que los jóvenes le tienen muchísimo más respeto. Es verdad que te llegan con la foto de los pechos de esta modelo o de esta actriz, pero a nivel de cara no te puedo decir que sea algo realista». Y recuerda que los cirujanos pueden rechazar pacientes si no los ven preparados psicológicamente.

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