Equipo multidisciplinar que realizó con éxito esta intervención. SUR

El Hospital Regional de Málaga realiza con éxito un implante pionero de una válvula cardíaca

Este cateterismo está indicado en pacientes que no son candidatos a cirugía cardíaca abierta convencional, «ya sea por su elevada fragilidad o por la existencia de alguna enfermedad concomitante»

Jueves, 21 de agosto 2025, 00:18

Nuevo hito de la sanidad pública andaluza, después de que el Servicio de Cardiología del Hospital Regional Universitario de Málaga llevase a cabo a finales ... de julio con éxito el primer implante en la provincia de una válvula transcatéter (gracias a un catéter con una pequeña incisión en la ingle) para el tratamiento de la llamada insuficiencia valvular tricúspide. El Hospital Regional es el primer centro de Málaga en ofrecer esta técnica y uno de los primeros de Andalucía, junto al Hospital Reina Sofía de Córdoba, que ya ha realizado dos intervenciones y fue el pionero, y al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, que la ha incorporado en los últimos días.

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Cuando la válvula tricúspide del corazón, que separa la aurícula y el ventrículo derechos, no cierra bien deja escapar la sangre hacia la primera de las cavidades al contraerse la segunda, sobrecargándola. Es una patología que se conoce como insuficiencia valvular tricúspide o derecha y que, según explica el jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Regional Universitario de Málaga, Cristóbal Urbano, acaba provocando con el tiempo «hinchazón por edemas de todos los miembros inferiores, así como una congestión de órganos como el hígado, que produce a la larga fallo hepático, fallo renal y, al final, un fallo sistémico».

El procedimiento fue realizado por un equipo multidisciplinar de profesionales de los servicios de Cardiología y Anestesiología.

Problema infratratado

Es un problema infratratado del que los datos son escasos. Sólo el 0,4% de los casos son tratados, por ejemplo, en Estados Unidos, de un total de 1,6 millones de personas que lo sufren en ese país, según un artículo de IMMÉDICO. El centro malagueño ha realizado con éxito, por primera vez en la provincia, el implante de una válvula biológica, «hecha con pericardio bovino», gracias a un catéter insertado por la ingle con una mínima incisión. Es una intervención innovadora y que abre camino en un campo novedoso con relación a una de las afecciones cardíacas menos tratadas.

Urbano recuerda que este implante sólo está indicado «en pacientes que no son candidatos a cirugía cardíaca abierta convencional, ya sea por su elevada fragilidad o por la existencia de alguna enfermedad concomitante que haga que el riesgo quirúrgico sea alto o, incluso, inasumible».

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El propio centro reconoce que se trata de una intervención pionera. «Esta válvula ha sido siempre considerada como la cenicienta de las cuatro que tenemos en el corazón», dice Urbano. De la otra valvulopatía que tratan, la estenosis aórtica, se realizan 200 intervenciones con catéter al año en el Regional. Desde hace tres o cuatro años, se reparan las válvulas tricúspides usando también una técnica con catéter. «Pero es para reparar, no para sustituir, que es el cambio que trae esta válvula. De eso solemos hacer alrededor de 20 pacientes al año».

Reparación

Hasta ahora se hacía una reparación «borde a borde, como un clip que unía dos de los tres velos o compuertas que tiene la válvula, es una especie de grapita, y de esa forma reducíamos la insuficiencia tricuspídea», dice. Eso se continúa haciendo y es eficaz en muchos pacientes, arguye, pero a veces la separación que hay entre esos velos impide optar por esa opción terapéutica. «Ese vacío es el que ha llenado esta válvula nueva, que se implanta y sustituye en el mismo sitio a la nativa. Es autoexpandible y, mediante un catéter guiado a través de ecografía transesofágica y por rayos, podemos emplazarla exactamente en el lugar en el que está la válvula nativa. Al autoexpandirse, se ancla, se expande y empieza a funcionar», relata.

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Sobre todo, no hay que operar a corazón abierto. En los casos de algunos de estos pacientes los cirujanos no los operan por el riesgo excesivo de parar el corazón «y que una máquina extracorpórea funcione mientras él repara la válvula, hay pacientes frágiles que no pueden soportarlo, entonces pasan al ámbito de la cardiología intervencionista, a reparación por catéter», reflexiona el cardiólogo. Recuerda Urbano que ellos son cardiólogos y no cirujanos, por lo que no operan. «Se hace todo a través de una pequeña incisión en la ingle de apenas dos centímetros y con anestesia general», recalca, al tratarse de una intervención de dos horas.

La recuperación es mucho más rápida y la calidad de vida aumenta radicalmente desde las 24 horas de la intervención. «Son pacientes que estaban ya con muchísimos diuréticos, que es el tratamiento de base para poder disminuir esa sobrecarga líquida. Imagínese que una persona tenga que estar con unas altas dosis de diuréticos de por vida; la calidad de vida al tener que ir a orinar cada poco es horrorosa. Si la cirugía no podía aportar nada, las terapias de catéter, de reparación tampoco, esta válvula viene a aportar una solución», indica. Bajan las necesidades de diuréticos y los edemas. Entre 20 y 30 pacientes malagueños podrían beneficiarse de esta técnica.

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«Debemos poner en valor el contar con los recursos técnicos y el equipo de profesionales de alta cualificación del Hospital Regional, que permiten ofrecer esta técnica a quienes lo necesiten. Es una gran noticia para la sanidad pública de Málaga, igualando en prestaciones a cualquier centro de referencia internacional», destaca.

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