Fibrilación auricular, la enfermedad que afecta a más de 34.000 malagueños: «El corazón va un poco loco»
El cardiólogo del Clínico Alejandro Pérez Cabeza recuerda que esta patología cardiaca multiplica por cinco la posibilidad de sufrir un ictus
El Hospital Clínico Universitario Virgen de la Victoria ha acogido en la mañana del lunes la celebración del Día Mundial del Corazón, una jornada que ... sirve para concienciar a la población de la importancia de prevenir la familia de patologías cardíacas que se han convertido en la primera causa de muerte en el mundo. El doctor Alejandro Pérez Cabeza, responsable de Hospitalización del Servicio de Cardiología del Clínico, ha destacado que, en esta ocasión, la jornada internacional se dedica a la fibrilación auricular, una enfermedad que afecta al 4,4% de la población mayor de 40 años en Málaga, más de 34.000 personas, que multiplica por cinco la posibilidad de sufrir un ictus. Como explica una de las pacientes, Inmaculada Román, de 63 años, «el corazón va a su ritmo, digamos va un poco loco».
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«Queremos hablar de la fibrilación auricular por lo frecuente que es esta arritmia, por el impacto en la salud que supone y también porque diagnosticarla previene enfermedad y mortalidad», ha destacado el cardiólogo, quien ha añadido que uno de cada tres personas mayores de 55 años la padecerá, además de afectar al 4,4% de la población a partir de los cuarenta. «Es una arritmia muy frecuente. Además, tiene un impacto en la salud importantísimo, porque es responsable no solamente de empeorar la calidad de vida, de dar unos síntomas de dificultad para respirar, palpitaciones, también tiene impacto en salud con complicaciones, multiplica por cinco la posibilidad de tener un ictus, por tres la posibilidad de tener insuficiencia cardiaca y puede duplicar el riesgo de mortalidad. Y, como digo, tiene un diagnóstico sencillo: mucha gente no sabe que lo tiene», ha agregado.
Al diagnóstico puede llegar la persona simplemente tomándose el pulso y viendo que es irregular, lo que se confirma con un electrocardiograma. «Lo más importante es identificar a los pacientes que además tienen un riesgo especial de ictus, y la terapia es tomar anticoagulantes orales de forma indefinida. Y luego, para el manejo de la misma arritmia, hay tratamientos de medicina, de medicaciones, pero puede ser más complejo», ha señalado.
Es más, incluso se puede llegar a intervenir al afectado. «Hay ablaciones, para intentar eliminar la arritmia o aplacarla o, incluso ya en personas más mayores, algo mucho menos frecuente, puede incluso necesitar el implante de un marcapasos», ha señalado, para recordar además que es una afección que crece y se espera que «duplique su prevalencia de aquí a 2060, porque esto tiene mucho que ver con el envejecimiento de la población y los factores de riesgo. Tenemos que trabajar en una enfermedad que va a aumentar, que va a suponer un costo sanitario importantísimo».
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En su opinión, no sólo se debe identificar y tratar la patología, sino que también «se puede prevenir. Hay factores de riesgo como la hipertensión, la diabetes, la obesidad, la falta de ejercicio, el tabaco y el alcohol. Los factores de riesgo comunes que hacen enfermar el corazón».
Cristina de Hoces García-Galán es enfermera de Cardiología ha añadido que no es una arritmia maligna per se, «pero su frecuencia ha aumentado muchísimo y es algunas veces fácilmente detectable simplemente con una toma de pulso».
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Inmaculada Román: «El corazón va un poco loco»
Inmaculada Román tiene 63 años, tres hijos, nietos y, como ella misma dice, sufre una fibrilación, posee dos válvulas mecánicas implantadas y una plástica en la tricúspide (otra de las válvulas del corazón). «Con 34 años empecé a asfixiarme y, bueno, yo realmente me había asfixiado toda mi vida, pero mi corazón empezó a correr y ya ahí fue donde me detectaron una estenosis mitral; se me hizo una valvulopatía y mejoré muchísimo, pero luego con el tiempo hubo que cambiar la válvula», ha explicado a SUR. «La fibrilación auricular es que el corazón va a su ritmo, un poco loco», agrega.
Lleva una vida absolutamente normal. «Soy deportista, hago muchísimo deporte y eso es lo que a mí me ha ayudado. Lo que aconsejo a todo es que ande, que se mueva y se musculen. La verdad es que yo no me siento limitada, tengo una vida bastante normal», explica, para recordar que sí tiene que llevar mucho orden en cuanto a las comidas, la sal, etc.
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El delegado territorial de Salud y Consumo en Málaga, Carlos Bautista, ha destacado el trabajo que realizan los cardiólogos de la sanidad andaluza y del Clínico, ha destacado que la tristeza, la soledad y la ansiedad conforman uno de los factores «más importantes de riesgo cardiovascular que existen. La población va envejeciendo y tenemos aproximadamente unas 70.000 personas que viven en soledad, ya que genera depresión y esta es un factor predisponente de ictus, infartos, anginas de pecho o hipertensión», además de pedir a los malagueños que hagan vida sana.
La presidenta de la Asociación de Pacientes Anticoagulados y Coronarios de Málaga (APA), María Victoria Martín, ha recordado que su colectivo lleva 38 años formando a pacientes a usar anticoagulantes. «Nos dedicamos a formar y a informar al paciente. Somos pioneros en la anticoagulación y formamos desde primera hora sobre la vida que debe llevar paciente», mientras que el gerente del Clínico, Jesús Fernández Galán, ha destacado el trabajo que hace su centro con relación a las patologías del corazón.
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