Javier Barriga: «Los viajes de las estrellas en jets privados es un mito; los aviones son herramientas de trabajo»
El director general de iJet Aviation asegura que Málaga ya empata con Barcelona en el segundo puesto nacional por demanda de vuelos ejecutivos
La imagen que trasciende es la de las estrellas del fútbol y de la música que se hacen fotos para Instagram volando en sus jets ... privados. La realidad de la aviación ejecutiva en Málaga es bien distinta, mucho más compleja e interesante, por sus connotaciones en el desarrollo económico del territorio. Javier Barriga es el director general de iJet Aviation, una empresa malagueña que está despuntando en el sector, gracias a un modelo de trabajo basado en la gestión de las aeronaves y el alquiler por trayectos a otros usuarios, cuando sus propietarios no los están utilizando.
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–¿Cómo fueron tus orígenes en la aviación?
–Nací en Ronda, y en el año 92, con 20 años, justo cuando terminé el servicio militar empecé a estudiar para ser piloto. Me formé durante dos años entre Málaga, Madrid y Sevilla. Empecé volando los aviones que pasean los carteles por la playa y en trabajos de fumigación. Luego, pasé a la aviación ejecutiva durante ochos años en dos empresas. La primera fue el grupo Mayoral, que tenía unos aviones en Málaga donde volaban sus ejecutivos a sus tiendas por todo el mundo. Y otra fue en Madrid, en una empresa vinculada al Real Madrid a disposición de los jugadores. En 2008 pasé al mundo de las líneas aéreas y entré en Clickair, que es lo que ahora llamamos Vueling. Lo hice por quitarme el gusanillo del avión grande, de volar una Airbus 320. Pero lo que me apasiona es mezclar la aviación con mi otra pasión, que es la empresa.
–¿Cómo nace iJet?
–En 2009 abandono Clickair y me centro de nuevo en la aviación ejecutiva, como empresario y como piloto. Voy compaginando los vuelos con la creación de iJet, que nace en 2018. Empezamos con un avión, aportado por un socio. Le dábamos funcionamiento a ese avión y mientras vamos investigando el mercado en Málaga. La empresa va creciendo y empezamos a incorporar más aviones. Después de casi ocho años ya vamos por ocho aviones, que tenemos distribuidos por toda España. En Málaga tenemos tres y el resto están basados en Madrid, Lisboa, Andorra y Barcelona... Y seguimos ampliando la red.
«Ahora hay un boom por la llegada de nuevas empresas y por las villas de lujo en Marbella»
–¿Cuál es el modelo de negocio?
–El modus operandi es siempre el mismo: hay una persona que necesita un avión para su trabajo, casi siempre un empresario, y le quiere dar utilidad cuando no lo necesita, porque el avión es una herramienta de trabajo bastante cara. Entonces, cuando él no lo usa, nosotros lo alquilamos a otros usuarios. Lo que hacemos es gestionar íntegramente el avión. Los empresarios de cualquier sector entran en la aviación porque necesitan un avión para sus desplazamientos, pero es una cosa desconocida para él. No quiere hacerse experto en aviones porque no tiene tiempo, y empresas como la nuestra nos dedicamos a gestionarlo integralmente. Primero, la búsqueda y selección del avión que él necesita; luego la compra y después todos los servicios que necesita: pilotos, mantenimiento, combustible, catering, tasas... Todo eso lo gestionamos nosotros. Cuando el avión está parado, nosotros lo comercializamos a terceros, de manera que le va dando una pequeña rentabilidad en esos vuelos y puede llegar a que sus usos particulares le lleguen a salir gratis. Al final del año, las cuentas son bastante positivas.
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Directivos antes que estrellas
–Has mencionado un concepto que me llama la atención: el avión como una herramienta de trabajo. Pero lo que trasciende son las fotos de las estrellas...
–Eso es un poco mito, porque aunque sea de una estrella, realmente es una herramienta de trabajo. Pongamos por ejemplo al español más famoso del mundo, que es Julio Iglesias: evidentemente, necesita un avión si tiene que ir a la firma de un disco en Tokio y luego a otro sitio, lo necesita como herramienta de trabajo. Claro, lo que se ve es al personaje montado en el avión, el glamour, etc. Pero en nuestro caso, el 80 ó 90% de los vuelos son de trabajo, no son de ocio. No vuelan las familias, vuelan los ejecutivos y el presidente de la compañía. Aunque el avión tenga nueve plazas, casi nunca se llena, nuestra media es de dos a tres pasajeros en cada vuelo.
«El crecimiento está siendo exponencial: este año ya estamos incorporando tres aviones»
–¿Por qué?
–Porque siempre se hace por necesidad, los viajeros lo que quieren es optimizar al máximo el tiempo, que es lo que menos tienen. Llega el caso de que en un mismo día hacen dos o tres saltos, por ejemplo, Madrid, Barcelona e Ibiza, y la única manera de hacer eso es con un avión privado. Eso, o lo hace con un jet privado o necesita tres días, porque las escalas de los aeropuertos y los horarios de los aviones no le van a coincidir. Al final, tiene que dormir fuera. En cambio, con esto el avión está esperando para él a la hora que quiera, y si se demora llama al piloto y le avisa de que van a salir más tarde.
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–¿Cuánto cuesta dar un salto en un avión de este tipo?
–La hora de vuelo va desde unos 3.000 euros, que puede costar en un avión de cuatro plazas, para un vuelo peninsular o del sur de Europa. A los 9.000 a 10.000 euros en uno de largo radio, transoceánico, de ocho a diez y hasta 15 plazas, que puede hacer un Málaga-Nueva York o Málaga-México directo.
–Pero he visto en vuestras redes sociales que hacéis unas ofertas muy agresivas, con vuelos de 1.000 a 1.500 euros...
–A eso lo llamamos patas en vacío, es una especie de oferta de última hora. Imagínate que tenemos un cliente que nos llama y quiere que vayamos a recogerle a París para traerlo a Málaga. El avión tiene que ir desde aquí en vacío, y él paga los dos trayectos porque el avión tiene que ir hasta allí a por él y va gastando combustible, además de la tripulación. Esa pata en vacío nosotros no queremos que sea inútil, no nos gusta que el avión vuele en vacío porque es un desperdicio. Entonces, ¿qué hacemos? Lanzamos una oferta de última hora para que ese avión vaya ocupado por alguien. Cuanto más cerca esté la fecha de ese vuelo, más vamos bajando el precio y con eso lo que queremos es atraer a más público a la aviación privada. Hay mucha gente que piensa que es muy caro, que está fuera de su alcance, y en cambio, por un precio módico puede volar y probar este tipo de aviación. Es que, si hablamos de una oferta como vemos de Málaga a París, lo podemos ofertar en 1.500 euros, eso es por debajo del coste del avión (en condiciones normales puede costar 9.000 euros). ¿Por qué lo ofertamos en 1.500? Porque de todas maneras va a volar. Entonces, si tiene capacidad para cuatro personas, son menos de 400 euros cada uno, y por ese precio vuelas en un jet privado. Lo que queremos es atraer a más clientes.
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Málaga, polo de atracción
–¿Cuál es la situación de la aviación ejecutiva en Málaga?
–En Málaga hay un boom ahora mismo, por dos razones: primero, porque las empresas está evolucionando muchísimo. La capital cada vez atrae más gente, más empresas grandes que tienen la posibilidad de usar este medio. Y también tenemos siempre a Marbella, centro del sector del lujo y de las grandes villas, que son las residencias eventuales de algunos propietarios de corporaciones, que viajan mucho aquí y que son usuarios de jets privados. Tradicionalmente, hemos estado entre el tercer y el cuarto puesto, por detrás de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca. Pero ahora, Málaga está avanzando tanto que ha dejado a Palma detrás. Por detrás de Madrid, Barcelona y Málaga están muy igualados en el sector de los vuelos privados.
«Es muy apreciado por los viajeros porque tiene una terminal exclusiva de aviación privada»
–Entonces, ¿estaríamos empatados en el segundo puesto?
–En aviación privada, sí.
–¿Cómo se valora Málaga por este tipo de viajeros?
–Málaga es un centro especial para el mercado de los jets privados. Como te decía antes, la mayoría de la gente no viene a descansar, viene a hacer negocios o para visitar sus empresas. Además, el aeropuerto de Málaga tiene una ubicación especial, con una terminal exclusiva de aviación privada, lo que favorece mucho que se den este tipo de vuelos. Otros aeropuertos no tienen una zona habilitada para el jet privado y son más incómodos.
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–¿Cómo marcha el sector a nivel nacional?
–Está siendo brutal. España era el país desarrollado de Europa que menos aviones privados tenía. Ahora, las empresas están entrando más porque están viendo que adquirir un avión no es un lujo ni únicamente para empresas muy grandes, como se creía antes. Cualquier empresa puede tener uno, porque se ve que la amortización sale más o menos interesante para sus cuentas.
–Te pregunto ahora por los planes de ampliación del aeropuerto que Aena ha anunciado recientemente, ¿cómo los valoras?
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–Este aeropuerto está en constante ampliación porque cada año el número de pasajeros supera al anterior. El aeropuerto se ve que cuando hace una obra, a los pocos años se le ha quedado pequeña. La T3 no tiene muchos años y ya se ha quedado pequeña. Como tiene una segunda pista, cada vez tiene más actividad. Entonces, ya necesita una nueva terminal, que será la T4. Pero estoy seguro de que cuando esa terminal se esté terminando de hacer, volverán a sentir limitaciones de tráfico y tendrán que volver a hacer una ampliación. Este aeropuerto está en constante evolución porque el turismo sigue llegando.
Jets privados en auge
–Es curioso, porque cuando cuando llegó la alta velocidad a Málaga, parecía que iba a desbancar a la aviación en algunas rutas, y esta no para de crecer.
–La alta velocidad tiene sus limitaciones de distancia, es muy buena para ir a Madrid o a Barcelona. Pero no desde Europa, que es lo que está llegando aquí en masa; además de Estados Unidos, Asia y los países árabes, que ya traen vuelos directos con muchísima gente, que nos viene muy bien.
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–¿Cómo ha sido el negocio de iJet este año?
El crecimiento está siendo exponencial. Empezamos en 2018 con un avión, y los primeros años incorporamos uno o dos al año. Pero este año ya estamos incorporando tres aviones, y esperamos seguir creciendo de esta manera. En 2026 esperamos incorporar otros tres o cuatro aviones, y de ocho podemos pasar a 11.
–Y en cuanto a pasajeros, ¿cómo va el ejercicio?
–Estamos prácticamente duplicando el número de horas de vuelo, año a año. Al pasar de una flota de cinco a ocho aviones, estamos prácticamente duplicando el número de horas de vuelo, que es como se mide la rentabilidad de un avión. En uno de tipo pequeño, de medio alcance, haciendo unas 500 horas de vuelo al año el avión está rentabilizado y amortizado. En los de larga distancia, que son más caros, hablamos de 700 a 800 horas, pero eso se hace con facilidad en nuestros aviones. Nuestra evolución natural será ir creciendo e incorporando más aviones. Hay mercado para mucho más porque todavía siguen llegando aviones de otros puntos de Europa a recoger pasajeros aquí, esto sigue creciendo y no vemos una limitación ni un perjuicio en que puedan llegar nuevos aviones, porque mercado tenemos de sobra y se va a seguir desarrollando. Y lo que sí vemos es que cada día más gente entra a volar en la aviación privada.
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«En cuanto estén homologados, empezaremos los servicios con drones de pasajeros en Málaga»
–Ya se habla de los primeros aerotaxis, los drones de pasajeros. ¿Vais a entrar en ese mercado?
–Estamos ya en primera línea de este mercado. Tenemos un acuerdo con un fabricante español que ya lo está desarrollando y que va muy avanzado. La fecha prevista de puesta en servicio sería 2030. Eso se puede retrasar o adelantar en función de la homologación de la normativa europea. Pero ya hemos firmado un acuerdo de adquisición de diez aviones de este tipo, para ponerlos en servicio en cuanto estén homologados, y empezar a hacer este tipo de servicios. Lo que falta es la homologación, falta que Europa diga definitivamente que esos drones cumplen la normativa, son seguros y se pueden volar. Pero la tecnología, el desarrollo, eso prácticamente está hecho, va a llegar y nos va a pasar por encima porque es el futuro de la aviación, sobre todo de corta distancia. Un dron puede llevar a cuatro personas a Marbella, y es verdad que va a ser más barato que un helicóptero, que es lo que se puede equiparar ahora. Además, es más limpio porque es eléctrico, hace menos ruido y emite menos contaminación. O sea, todo son ventajas. Pero creo que el futuro pasa por ver aviones eléctricos, que empezarán a evolucionar en peso y capacidad de pasajeros. Nos montaremos en aviones de 150 plazas eléctricos, eso llegará.
–¿Qué rutas son las que se van a hacer con estos drones?
–Entiendo que Málaga a Marbella será por donde se empiece. Pensamos que estas líneas son rentables porque la Costa del Sol es una zona de muchísimo tránsito. También a Granada y a Ronda, y apuntamos siempre al norte de África, como puede ser Ceuta, Tetuán o Tánger. Inicialmente, serán rutas cortas porque los eVTOL son una mezcla entre avión y helicóptero, una aeronave que despega de forma vertical pero que después avanza como un avión, y en principio estará limitado por la duración de la batería. Todo esto va a evolucionar conforme lo haga el mercado y se desarrollen baterías de más duración en aeronaves de más peso y, por supuesto, de más capacidad; en líneas mucho más largas, como puede ser un Málaga a Madrid, que será mucho más económico que ahora.
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