Estos son los tipos de medusas que pueden picarte en las playas de Málaga

En concreto, tal y como apunta Infomedusa, la aplicación impulsada por el Aula del Mar que nos indica la actividad de medusas en las playas, existen hasta ocho tipos de invertebrados comúnmente visibles en el Mar Mediterráneo: la medusa aurelia aurita, la llamada popularmente huevo frito (cotylhoriza tuberculata), la carabela portuguesa (o physalia physalis), la pelagia noctiluca,la rhizostoma luteumaun, la rhizostoma pulmo, la medusa chrysaora hysoscella y, por último, la velella velella.

En Málaga en concreto, además, los bañistas que acudan a la playa estos días para combatir la ola de calor que azota el país pueden encontrarse especialmente con dos tipos de invertebrados que se avistan con más frecuencia: la Pelagia noctiluca, que es la especie predominante, y, también, ejemplares de Rhizostoma luteumaun, que pueden verse en el sector de la Axarquía preferentemente. A continuación, explicamos las características de estas dos especies de medusas.

Como decimos, es la especie más frecuente en el litoral malagueño. Tiene forma de seta, es transparente y rosácea con manchas amarillas. Tiene 8 tentáculos marginales, cuatro lóbulos bucales muy largos y 16 pequeños. Presenta una umbrela en forma de hongo que puede medir hasta diez centímetros, 20 de diámetro. Tiene la boca situada en el centro de la parte inferior de la especie de paraguas (campana), de esta cuelgan varios tentáculos, que pueden medir algunos metros de longitud. La campana puede llegar a medir 0,6 metros.

Los tentáculos le sirven para capturar las presas y acercarlas a la boca. Estos tentáculos poseen células urticantes, los nematocistos o cnidoblastos, cuyo veneno causa una profunda irritación en el hombre, sin llegar a ser peligroso.

Rhizostoma luteum es una especie de cnidario escifozoo de la familia Rhizostomatidae. Fue descrita en 1827 por los franceses Quoy y Gaimard. Es conocida porque puede llegar a pesar 40 kg.

Desde su descubrimiento solo ha sido mencionada en la literatura ciéntifica seis veces debido a que hasta la fecha no se tenían ni fotografías ni dibujos. Hasta tal extremo llegó que algunos investigadores incluso ponían en duda su existencia o pensaban que podía tratarse de una variedad o subespecie.

Finalmente, en el verano de 2012 fueron observados unos 50 ejemplares en la costa española del mediterráneo, demostrando así definitivamente su existencia. Es un depredador que se alimenta de los pequeños animales que quedan atrapados en sus tentáculos y que digiere externamente.