
Lágrimas, gritos y puños en alto. Fueron algunos elementos de este último adiós a un camarada. Una gran multitud acudió este sábado al cementerio de Humilladero para despedir a Antonio Romero, exdirigente de IU y Partido Comunista, uno de los políticos más destacados que ha dado la provincia, en su pueblo natal. A las cinco de la tarde se le dio sepultura, un acto que se convirtió en un momento cargado de emociones a flor de piel y recuerdos hacia una persona cuya dimensión trascendió a la propia política.
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Romero falleció este viernes a los 69 años en el hospital de Antequera, donde ingresó unos días antes al agravarse su estado de salud. Llevaba muchos años padeciendo parkinson, una enfermedad que degrada el sistema nervioso central. Un hecho que nunca le impidió mantener viva la llama de la militancia, participando en actos de Izquierda Unida siempre que su salud se lo permitía.
Uno de los ejemplos más recientes, cuando acudió este verano a mostrar su apoyo al ahora secretario general de IU, Antonio Maíllo, cuando éste visitó Málaga en el contexto de las primarias que entonces disputaba el partido para encontrar sucesor a Alberto Garzón. La gran trayectoria política de Romero tuvo su reflejo en el cementerio de Humilladero. Quien estuvo a punto de convertirse en alcalde de Málaga, dedicó su vida a lograr un cambio en la sociedad con el foco siempre puesto en la clase obrera. Criado en el seno de una familia de jornaleros, siempre tuvo claro cuál era su bando.
Romero fue diputado en el Congreso, senador, parlamentario andaluz -formó parte de la primera Cámara autonómica en 1982-, concejal en el Ayuntamiento de Málaga, donde optó a la Alcaldía en 1995, y coordinador de IU en Andalucía.
Fue una figura relevante de la política malagueña, andaluza y española desde el final de la dictadura hasta la primera década del siglo XXI. Una trayectoria iniciada en la resistencia antifranquista como militante en la clandestinidad del PCE y CCOO desde principios de los años 70.
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Entre los asistentes al entierro, como era de esperar, muchos dirigentes políticos. Entre ellos, el coordinador regional de IU, Toni Valero, el secretario general del PCE, Enrique Santiago, y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
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