Una DANA superada con éxito en Málaga
Si cualquier persona hubiera llegado el viernes a Málaga y se hubiera dado un paseo por las calles de la capital no podría creer que ... la ciudad sufrió una dura DANA un par de días antes si nadie se lo dice, porque la ciudad estaba como hace una semana. Pero sucedió y dejó imágenes de calles anegadas como Carretería, la avenida de Andalucía o barrios como el de Huelin que parecía una gran piscina. Es normal por otra parte que esto suceda cuando caen hasta 150 litros por metro cuadrado. Sería de ilusos pensar que no se van a producir inmensos charcos cuando el cielo descarga de esta manera o que los arroyos que generalmente están secos parezcan cataratas, como sucedió en los que están situados en la zona este de la capital. Sin embargo, lo que hay que ver con satisfacción es que la ciudad respondió bien a nivel de infraestructuras, que desagüó relativamente bien y con rapidez y que funcionaron los controles gracias a la presa del Limonero. Casualmente esta gran tormenta se produjo justo 35 años más tarde de las trágicas inundaciones que en el año 1989 segó la vida de una decena de malagueños en la capital, que se convirtió en un auténtico caos, una situación que para nada se produjo esta vez. Málaga ya tenía aprendida la lección, aunque también ayudó y mucho el comportamiento de los ciudadanos que hicieron caso a la alarma que sobresaltó a miles de personas por el zumbido de sus móviles y que tuvieron muy presentes los desgraciados incidentes de Valencia, donde han perdido la vida más de 200 personas.
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La DANA ha tenido una mayor incidencia en localidades pequeñas, donde pese a sufrir daños por fortuna no se han vivido escenas apocalípticas, y en el barrio de Campanillas, donde el río no acabó desbordándose, aunque le faltó muy poco e incluso se pidió a vecinos que se resguardaran en las plantas superiores de las viviendas. Este es el principal lunar que queda en la capital para que los ciudadanos de este barrio se sientan realmente seguros como ocurre en el resto de la ciudad. El proyecto para encauzarlo cuesta mucho dinero, pero todo es poco cuando se trata de asegurar la vida de los ciudadanos. Este proyecto que lleva demasiados años en el cajón tiene que ser una prioridad para el Ayuntamiento, la Junta y el Gobierno central. No hay excusas para que siga en este letargo. Las lluvias también han puesto sobre la mesa la idea del alcalde de hacer plazas puente sobre el Gudalmedina. En un ejercicio de cuñadismo son numerosas las personas que lo tildan de barbaridad cuando en este caso, más allá del gusto estético que cada uno puede tener por esta iniciativa, hay que atender a lo que dicen los técnicos, que al final son los que tienen que estampar su firma para decir que este tipo de embovedamiento es seguro para los habitantes. Son ellos a la postre los que realmente se la juegan, más allá de la responsabilidad política de quien decida hacerlos. Así de simple. No hay que entrar en polémicas estériles sin tener los datos sobre la mesa.
Otra conclusión que hay que sacar de esta DANA es que por primera vez en mucho tiempo los ciudadanos han hablado bien de los políticos, ha habido una especie de reconciliación con ellos, debido a que actuaron con previsión, sin temblarle el pulso a la hora de paralizar una provincia ante el peligro real que había de desbordamientos de ríos como el Guadalhorce. El desalojo de cuatro mil personas la tarde antes evitó seguramente cientos de rescates de las viviendas que están situadas en zonas inundables, muchas de ellas seguramente ilegales, pese a que se levantaran con licencias municipales de los ayuntamientos. Es difícil derribar cientos de casas que están en estas zonas, que seguramente arruinarían la vida de esas familias que en muchos casos se hicieron su hogar sin saber efectivamente que estaban en zonas prohibidas. Hay que hacer un ejercicio de empatía con ellos también, de ahí que resulte fundamental socorrerlos de manera preventiva. Y eso se ha hecho muy bien desde la Junta y desde los propios ayuntamientos, que montaron un buen dispositivo para que no hubiera absolutamente nadie en la zona en el día de la DANA, que sin duda ha sido superada con éxito en Málaga. Enhorabuena a todos.
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