Iustración: A.M.C.

La custodia compartida gana peso en Málaga: ya se aplica en cuatro de cada diez divorcios

Este régimen en el que ambos progenitores tienen los mismos derechos y obligaciones sobre los hijos avanza hasta multiplicarse por cuatro en una década

Rossel Aparicio

Málaga

Domingo, 15 de junio 2025, 00:19

En 2023, último año con datos actualizados), el Instituto Nacional de Estadística (INE) registraba un hito histórico en lo que a divorcios entre cónyuges con ... hijos se refiere: por primera vez los casos de custodia compartida superaron en España a los otorgados a la madre. Según estas cifras oficiales, en el 50,7% de los divorcios entre cónyuges de diferente sexo había vástagos sobre los que otorgar el cuidado: el 3,5% de estos divorcios se entregó al padre, en el 47,8% a la madre y, en el 48,4% de los casos fue conjunta.

Y aún hay más: este régimen de custodia en el que ambos progenitores tienen los mismos derechos y obligaciones sobre los hijos –fórmula preferente, según marca el propio Tribunal Supremo–, se ha duplicado en porcentaje a nivel nacional en la última década. De hecho, años atrás la custodia monoparental era la norma general, a favor casi siempre de la madre.

En la provincia de Málaga, aunque la implantación de esta fórmula sea más lenta que la media nacional, también mantiene una llamativa tendencia al alza: ya se aplica en cuatro de cada diez divorcios con descendientes (en el 36% de los casos de divorcios con hijos en 2023). Un dato más que significativo si se tiene en cuenta que, diez años atrás, solo una de diez exparejas se regían por la tenencia de la custodia compartida (9,9% de los casos).

Se trata de una opción que llegó para quedarse tal y como aprecia para SUR el abogado Jesús Odériz, especializado en asuntos de familia que constata la tendencia creciente de la custodia compartida en la provincia. De hecho, en su despacho --Odériz Echevarría Abogados--, calcula que algo más de la mitad de los divorcios que llevan acaban en régimen compartido. «La búsqueda de equilibrio entre derechos y obligaciones entre el hombre y la mujer no tiene retorno: es el camino y la tendencia. No queda otra».

Este letrado con más de 30 años de experiencia en derecho de familia asegura que la fórmula estrella para poner en práctica la custodia compartida es la de las semanas alternas, es decir, períodos de tiempo de siete días con cada progenitor. «En muchas ocasiones, sobre todo cuando los padres se llevan mal, la recogida o entrega del menor se hace incluso a través del colegio, por lo que ellos no tienen que verse», relata.«Aunque en menor medida, también tenemos lo que nosotros llamamos 'niños maleta'. Es decir: pequeños que están lunes y martes con mamá; miércoles y jueves con papá y fin de semana de nuevo con mamá. Y la siguiente semana, a la inversa», explica el abogado que, además, destaca que en su despacho se encuentran ejemplos de custodia compartida con hijos con edades cada vez más tempranas.

Un arma de «doble filo»

Ante el crecimiento de la tenencia compartida en la provincia este abogado pone el foco en una cuestión que están detectando en los últimos años vinculados a incumplimientos del acuerdo de custodia: «si se lucha por ella, ésta después debe ser real, no ficticia», advierte. Así, según defiende, aunque en la mayoría de casos los padres se hacen cargo de sus obligaciones, sí señala que existe un «considerable» porcentaje de progenitores que la solicita para evitar la pensión alimenticia o que directamente la fuerza aunque después «no la ejercen o lo hacen de manera incompleta y luego es la es la madre la que lleva todo el peso de los hijos. En estos casos se ven solas y encima no reciben pensión», señala.

Igualmente resalta Odériz otro aspecto ligado a este fenómeno: «Hay mujeres que, para impedir que se consiga esa custodia, presentan denuncias sin base de violencia de género que limitan la posibilidad de la compartida hasta que se resuelva el procedimiento penal». Por último, el letrado también pone el acento en otra realidad: «Estamos viendo muchas denuncias de supuestos abusos sexuales con la finalidad de hacer daño al otro progenitor o de delimitar la custodia compartida». A su parecer, en en este sentido, este régimen puede ser un «arma de doble filo».

48,4%

En 2023 los datos del INE registraron un dato histórico a nivel nacional: por primera vez los casos de custodia compartida (48,4%) superaron a los otorgados a la madre (47,8%). Diez años antes, la custodia compartida apenas alcanzaba el 21% mientras que la custodia otorgada a las madres suponía el 73% de los casos.

Un cambio «social y vital»

«Han aumentado, sí, pero no perdamos de vista que, a nivel nacional, la mitad de las custodias son en exclusiva para las madres: ahí queda aún bastante recorrido por hacer». La reflexión la lanza Elisa Chuliá, profesora titular de Sociología de la Uned e investigadoras de Funcas, tras analizar las estadísticas del INE.

A juicio de la socióloga son varios los factores que están contribuyendo a este cambio social de tendencia. En primer lugar, destaca la cuestión puramente jurídica: «desde hace años la doctrina favorece este tipo de régimen», afirma. «Los cambios jurídicos tardan un poco en reflejarse en la realidad, normalmente.A veces el derecho va a la zaga de la sociedad y otra veces promueve cambios sociales. En este caso parece que ha conseguido contribuir al cambio», mantiene.

Por otro lado, resalta la experta que mantener la custodia de un menor al completo, además de ser costosa en términos económicos, también lo es en lo que a disposición de tiempo se refiere. «Compartirla es tener el 50% del tiempo de crianza. No es solo una cuestión de dinero, también es de tiempo que puedes dedicar al trabajo, para crecer laboralmente, o al ocio que es algo que está cobrando más importancia socialmente: cada vez se concibe más el ocio como parte de una vida razonable y sana. Ocuparse solo de un hijo, sin ayuda del otro progenitor, puede ser problemático en este aspecto; agotador», opina la socióloga.

Por último, otro pilar que influye en las estadísticas tiene que ver con un cambio en la función social tanto del hombre como de la mujer. «Tradicionalmente la mujer se encargaba de los cuidados y el hombre de los recursos como cabeza de familia. Ahora los padres quieren implicarse más y tener un papel activo en la crianza de sus hijos mientras que la mujer también provee de recursos a la familia».

Vaticina la experta que en el futuro la tendencia va a continuar y las custodias compartidas van a seguir ganando terreno. «Lo demandan tanto hombres implicados como madres con necesidad de compartir las reponsabilidades en la crianza», sentencia.

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