Elías Bendodo 'vuelve' a la Diputación de Málaga para quedarse

En el día en que se cumplían tres años de las elecciones autonómicas que propiciaron el cambio político en Andalucía y le llevaron a ser consejero de Presidencia y portavoz de la Junta, se ha celebrado un sencillo acto en la Diputación donde se ha descubierto el retrato, pintado por Revello de Toro al poco de que Bendodo llegara al cargo y donde aparece retratado más joven en la plaza de la Marina con la antigua sede de la Diputación y el hotel Málaga Palacio al fondo.

Elías Bendodo ha estado acompañado por el presidente de la Diputación, Francisco Salado, y por Luis Vázquez Alfarache, el otro presidente que el PP ha tenido al frente del ente supramunicipal, así como por diputados del PP de la actual corporación y de otras precedentes, además de colaboradores de sus dos mandatos -con un buen número de ellos compartió un almuerzo previo en un cercano restaurante-. Asimismo, han acudido el que fuera portavoz del PSOE entre 2011 y 2019, Francisco Conejo, el que fue diputado de Ciudadanos, los alcaldes Antonia Ledesma, de Alhaurín el Grande, y Félix Lozano, de Pizarra, y la que será futura regidora de Torremolinos, Margarita del Cid, que fue felicitada tras la presentación hoy de la moción de censura contra el socialista José Ortiz.

«Hoy es un día muy emocionante», ha afirmado Bendodo durante las palabras que ha dirigido a los asistentes y donde ha afirmado: «Los casi ocho años que estuve al frente de la Diputación no los cambio por nada, ni siquiera por la responsabilidad que tengo ahora para, junto a Juanma Moreno, llevar a cabo el cambio en Andalucía».

En su intervención, el actual consejero de Presidencia ha recordado hitos de su gestión como la consecución de la deuda cero, la marca Sabor a Málaga, el Caminito del Rey, la Senda Litoral, la Gran Senda o La Térmica y ha tenido un emotivo recuerdo para Ignacio Mena, que falleció siendo diputado de Fomento. Asimismo, Elías Bendodo ha tenido gestos de complicidad con Conejo -el único socialista asistente- reconociendo que hizo «una oposición a la altura» del gobierno provincial.

Por su parte, Francisco Salado ha catalogado a Bendodo como «el mejor presidente de la historia» de la Diputación porque «visualizó» la institución provincial, promovió proyectos estratégicos y relanzó el posicionamiento del ente supramunicipal en todas las localidades.

La colocación del cuadro del octavo presidente de la Diputación de Málaga en la etapa democrática es el punto final de una pequeña odisea. Y es que el retrato llevaba tiempo terminado pero su traslado hasta la sede de la institución provincial se topó con la maraña burocrática que supone realizar las gestiones en la institución provincial para cumplir los, a veces, engorrosos trámites procedimentales.

Y es que más allá de la alteración que supuso la irrupción de la pandemia del coronavirus, el «quid» de la cuestión radica en que hay que trasladar la obra desde el taller del artista en Barcelona hasta Málaga y ahí es donde surgieron los problemas burocráticos.

Los servicios de la institución provincial tardaron en emitir el informe preceptivo para adquirir la obra y, sobre todo, traerla desde Barcelona. El asunto se enmarañó en las interpretaciones legales y jurídicas dilatando el proceso hasta el punto de que algunas fechas que se habían barajado para celebrar el acto de presentación del cuadro se tuvieron que ir borrando de las agendas al no haberse solucionado este escollo administrativo. Una vez resuelto, Elías Bendodo ya está en la Diputación y para quedarse.