La imagen muestra botellas de aceite de oliva en el lineal de un supermercado de Málaga. SUR

El consumo de aceite de oliva se resiente al rondar ya el precio del litro los diez euros

La sequía persistente y las malas perspectivas para próxima cosecha alejan un abaratamiento en los supermercados a corto y medio plazo

Jueves, 31 de agosto 2023, 00:27

El sol calienta el campo, la tierra hace demasiado tiempo que no ha visto la lluvia. El olivar lleva más de un año marcado por ... la sequía. Aunque se trata de un árbol que ama las altas temperaturas, la meteorología ha sido incluso demasiado extrema para ellos. Este contexto se ha traducido en una de las cosechas más cortas de los últimos 20 años y ha generado una escasez de producto en el mercado. Si se tiene en cuenta, además, que España sigue siendo el campeón mundial en la exportación, se da la tormenta perfecta que explica que el precio del aceite de oliva se haya disparado. Ir al supermercado basta para comprobar que el preciado liquido se ha convertido en un producto de lujo. El precio por litro roza o, incluso, supera los diez euros. Algunas superficies se han visto obligadas a ponerle alarmas a las botellas como medida para disuadir robos. Los precios históricos exigen encaje de bolillos a muchos consumidores y en los supermercados ya se empieza a notar una reducción en el consumo.

Publicidad

El director general de Maskom, Sergio Cuberos, confirma a SUR que, aunque el aceite de oliva forme parte de nuestra cultura, los hábitos se están modulando por culpa de unos precios que golpean a unas economías familiares que ya de por sí están muy tocadas por el alza de precios en todos los frentes. «Estamos en unos precios récord que están haciendo que se reduzca el consumo. Una botella de litro ya cuesta lo que vale un buen vino», señala.

Con un comportamiento en los precios nunca visto, también empieza cambiar la manera en la que se adquiere el aceite de oliva. Las garrafas de cinco litros, que exigen un desembolso que ronda los 50 euros, se venden cada vez menos. «Donde hemos notado un incremento es en la compra de las garrafas de tres litros, que era un formato que antes apenas se consumía», detalla Cuberos.

El consumidor no quiere eliminar el aceite de oliva, pero se ve obligado a disminuir el impacto que supone ahora mismo en el ticket de compra. Por lo tanto, se puede hablar de una fase de adaptación.

Publicidad

¿Qué hay detrás de unos precios tan altos? Como se ha mencionado al inicio de la información, el principal factor hay que buscarlo en unas malas cosechas. En la provincia de Málaga, apenas se han alcanzado las 30.000 toneladas, un 48% menos que el año anterior. Y detrás de este dato está la sequía. Para una buena cosecha es necesario que llueva de manera abundante en los primeros meses del año para que se pueda desarrollar la flor del olivo. Luego, después del verano, como muy tarde en los meses de octubre y noviembre, la aceituna necesita de más agua para alcanzar el volumen adecuado. Ni una cosa ni la otra han pasado. Las imágenes de aceitunas encogidas, que recordaban más a una pasa, hablan por sí solas.

Aurelio Martín es el director general de Costasol de Hipermercados y está al frente de varios supermercados Carrefour en la provincia de Málaga. En conversación con SUR, corrobora la subida repentina del precio del aceite de oliva virgen extra y lamenta que se haya anclado en la esfera cercana a los diez euros el litro. «Ha subido una barbaridad y eso tiene una repercusión. El ticket de compra ha bajado. Los clientes son los mismos, pero el consumo de aceite de oliva claro que ha bajado. No es una renuncia, pero claro que se consume menos», explica.

Publicidad

Al igual que Cuberos, el director general de Costasol de Hipermercados ha detectado un incremento en las ventas de las garrafas de tres litros frente a las de cinco, que solían ser una opción preferente.

Perspectiva negativa

Hay malas noticias para el consumidor. Si alguien piensa que hay una bajada de precios a la vista, debería ir desechando esta idea. Las asociaciones agrarias como Asaja ya han advertido de que las expectativas no son mejores para la cosecha que dejará la campaña del olivar 23/24. Las primeras estimaciones hablan de una campaña similar a la de este año, en la que no se espera superar los 30.000 toneladas. Esas perspectivas poco halagüeñas son incompatibles con una reducción pronta del precio. De ahí que nadie del sector cuente con una bajada. Es más, se atreven casi a asegurar que el aceite de oliva se moverá en un rango similar al que está ahora a lo largo de todo el 2024.

Publicidad

La prolongación en el tiempo de un coste alto para adquirir un producto tan apreciado por el consumidor español está por ver si hace más mella en el comportamiento a la hora de la compra. Por ahora, no se detecta una sustitución directa por el aceite de girasol que, aunque aceptado para freír, no ha penetrado ni de lejos como un producto amado por la gastronomía. Cocinar con mantequilla, como es costumbre en algunos países del norte de Europa, sigue siendo algo parecido a un sacrilegio.

La subida del precio del aceite de oliva es, por lo tanto, otra consecuencia del impacto que está teniendo la sequía. Según las últimas previsiones de la Unión Europea, la producción de aceite de oliva ha disminuido en todo el país en un 54%. Un dato de gran magnitud, que revela, además, que las malas cosechas no son un fenómeno local. El aceite de oliva se incluye así en los productos de la cesta de la compra que contribuyen a alentar la inflación.

Publicidad

Según los cálculos de la Organización de Consumidores (OCU), la media del aceite de oliva virgen extra ya se sitúa en 9,42 euros. Para obtener la media, se han comparado 19 marcas en diez cadenas de supermercados. «La subida es generalizada y afecta a la práctica totalidad de las marcas», se concluye. «Los incrementos en el precio del aceite en todas sus variedades tienen su origen en la importante reducción de la cosecha sufrida esta campaña», añaden.

Un suceso ocurrido este miércoles en Córdoba no hace más que dar perfil al actual contexto. «Roban 56.000 litros de aceite de oliva de una almazara de Carcabuey», reza el titular. Con el actual precio de mercado, el atraco se va por encima de los 500.000 euros. El aceite de oliva, convertido en un bien de lujo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €

Publicidad