El levante y otros factores que provocaron la alta concentración de medusas este verano en las playas de Málaga
Expertos de la Universidad de Málaga, la Universidad de Huelva y el Instituto Español de Oceanografía publican un artículo en la revista 'Estuarine, Coastal and Shelf Science' basándose en los datos de la aplicación Infomedusas
Raquel Merino y EP
Málaga
Sábado, 1 de octubre 2022, 15:23
Las medusas se han convertido este verano -como en años anteriores- en una de las 'pesadillas' de los bañistas que acudían a las playas de ... Málaga para disfrutar de un relajante día de sol y baño. Muchos eran los que consultaban la aplicación Infomedusas para saber si estos invertebrados se encontraban en la zona del litoral donde pensaban acudir.
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Ahora, la base de datos de esta app del Aula del Mar de la Diputación de Málaga ha servido a científicos de la Universidad de Málaga, la Universidad de Huelva y el Instituto Español de Oceanografía para realizar un estudio sobre la proliferación de medusas en el litoral sureste español. Los resultados se han publicado este mes de septiembre en la revista 'Estuarine, Coastal and Shelf Science'.
El artículo titulado 'Estimation of jellyfish abundance in the Andalusian coastline (southern Spain) by using an explainable artificial intelligence model based on fuzzy logic' -(Estimación de la abundancia de medusas en el litoral andaluz (sur de España) mediante un modelo de inteligencia artificial explicable basado en la lógica difusa)- desgrana algunos de los factores que han influido en la alta concentración de medusas este verano en la costa malagueña.
El viento de levante predominante durante los meses de junio, julio y las dos primeras semanas de agosto -solo hubo unos tres o cuatro días con poniente- fue una de las principales causas de la entrada continuada de medusas al litoral. Los municipios más afectados fueron los de la Costa del Sol occidental (Manilva, Casares, Estepona, Marbella y Mijas) donde la bandera amarilla, y en algunos casos la roja, ondeó casi todos los días por la presencia de estos invertebrados, según los datos recabados por los expertos de la app Infomedusas.
Aunque no fueron los únicos municipios afectados. También sufrieron a las medusas otras localidades aunque en menor medida. Este fue el caso de Fuengirola, Benalmádena, Torremolinos y la capital malagueña, mientras que los pueblos costeros de la Axarquía fueron los menos afectados.
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Además del viento del levante, otro fenómeno que ayudó a la proliferación de medusas en el litoral de Málaga fue el aumento significativo de la temperatura superficial del agua en el mar de Alborán durante los meses de julio y agosto. Los responsables del estudio señalan que se alcanzaron temperaturas por encima de los 27 grados. Una «tropicalización» temporal, según apuntan, que se pudo deber precisamente a los continuados días de levante, que calentaron las aguas, así como al cambio climático.
A partir de la tercera semana de agosto el viento cambió a poniente lo que propició el enfriamiento del agua del mar que volvió a alcanzar de nuevo temperaturas normales. Este hecho ayudó a disminuir la presencia de medusas en el litoral.
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Las especies que se avistaron
La especie de medusa que proliferó en mayor medida en la costa malagueña fue la medusa clavel o aguamala (Pelagia noctiluca). Con forma de seta, transparente y rosácea con manchas amarillas, llega a la costa si las corrientes marinas y los vientos la favorecen. Sus tentáculos poseen células urticantes, los nematocistos o cnidoblastos, cuyo veneno causa una profunda irritación, sin llegar a ser peligroso. Es muy prolífica, y se cree que puede llegar a reproducirse durante todo el año. Su presencia fue constante durante toda la campaña de verano.
De manera más esporádica también se observaron las comúnmente llamadas «medusas gigantes» que corresponden a dos especies: Rhizostoma luteum (que puede llegar a pesar 40 kilos) y Rhizostoma pulmo. La mayoría de estos ejemplares fueron vistos durante el mes de julio. Aunque son urticantes, su picadura es más leve que la de Pelagia noctiluca, y debido a su gran tamaño son fácilmente visibles por los bañistas, por lo que raramente ocasionan incidencias.
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A partir de la tercera semana de agosto empezaron a avistarse medusas huevo frito (Cotylorhiza tuberculata) a lo largo de toda la costa malagueña. Se trata de una especie natural del Mediterráneo. Su picadura rara vez ocasiona reacción en las personas, por lo que son generalmente «son inofensivas».
Presencia de algas
Durante los meses de verano, la aplicación Infomedusa también registró la presencia de un alga invasora, la Rugulopteryx okamurae. De hecho, durante el mes de julio se tuvieron que retirar más de dos toneladas de algas de las playas, siendo Mijas el municipio más afectado.
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La Rugulopteryx okamurae es una especie originaria del Pacífico noroccidental, que se identificó en aguas españolas por primera vez en Ceuta en 2015. En 2016 se observó en Tarifa y desde entonces se ha extendido por todo el norte del mar de Alborán, desde Cádiz hasta a Almería. Es una especie con gran potencial de colonización, que prefiere los fondos rocosos.
Los modelos realizados por científicos de la Universidad de Málaga predicen que la especie podría llegar a colonizar todo el mar Mediterráneo si no se ponen serias medidas de control. Entre sus impactos se encuentran el del desplazamiento de praderas de macroalgas autóctonas y de fanerógamas marinas como Posidonia oceánica; homogeneizando y empobreciendo los fondos y daños económicos en sectores como el de la pesca y el turismo.
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