Cáritas atendió a más de 900 personas sin hogar en Málaga en 2024, el 10% trabaja y el 13% lleva más de cinco años en la calle
La organización humanitaria llama la atención sobre el aumento del sinhogarismo entre mujeres, exreclusos y jóvenes extutelados
Cáritas acompañó a 917 personas sin hogar en la Diócesis de Málaga y Melilla a lo largo del año 2024 a través de sus recursos ... en las parroquias, en Hogar Pozo Dulce y Calor y Café, además de en las viviendas semituteladas de que dispone la organización en estos territorios, como Casa Belén, Tomás de Cózar y Obispo D. Ramón Buxarrais. En toda España la cifra de personas atendidas asciende a las 42.850.
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Con motivo del Día de las Personas sin Hogar, que se celebra el próximo 26 de octubre, Cáritas ha puesto en marcha la campaña 'Nadie Sin Hogar 2025. Sin hogar, pero con sueños' y ha publicado un informe este lunes que da cuenta tanto de su labor de ayuda a este colectivo como de sus características en Málaga, que miden sobre todo a través de su centro Calor y Café, que pulsa más las tendencias sociales. De esta manera, insiste en una tónica que se ha convertido en una denuncia habitual por parte de la organización benéfica: «Tener un empleo no garantiza acceder a una vivienda digna ni disponer de un hogar donde vivir». Porque el 9,25% de las personas que pasaron por Calor y Café el año pasado realizaban alguna actividad remunerada, una cifra que es coherente con investigaciones efectuadas por la Universidad de Málaga que concluyen con que un 10,3% de las personas en situación de calle reciben algún tipo de recurso económico por la realización de actividades remuneradas. Los investigadores de Cáritas deducen que uno de los motivos fundamentales de esta situación es «la dificultad para acceder a una vivienda por el elevado coste del alquiler».
«Tener un empleo no garantiza acceder a una vivienda digna ni disponer de un hogar donde vivir»
El segundo motivo de preocupación del que alerta Cáritas es que «la ausencia de empadronamiento dificulta las posibilidades de acceder a los derechos sociales». En este sentido, el 31% de las personas acompañadas en 2024 no estaban empadronadas, lo que dificulta el acceso a determinadas prestaciones sociales. La organización humanitaria hace referencia al citado estudio de la Universidad de Málaga que cifra en más de la mitad de las personas sin hogar se encuentran en esta situación.
3,83 años
es la media de permanencia en la calle de las personas sin hogar, según la UMA
Cáritas también llama la atención sobre la cronificación del sinhogarismo, puesto que el 13% de las personas que atienden lleva más de cinco años en la calle. Y, de hecho, la UMA cifra en 3,83 años la media de permanencia en la calle de la gente sin techo.
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En cuanto a las tendencias, la organización señala que la exclusión residencial es creciente entre las mujeres. El sinhogarismo femenino es más bajo, porque las mujeres suelen mantener más sólidas redes sociales, pero ellas ya son el 23% de las personas sin hogar que hay en Málaga.
Cáritas también ha detectado los problemas a que se enfrentan los solicitantes de asilo: en 2024, más de 80 personas en espera de cita para pedir protección internacional no pudieron acceder a los recursos destinados para personas sin hogar, por lo que podrían haber caído en situación de calle. Cáritas las atendió. El 62% de estas personas formaban parte de familias con menores. A raíz de esto, la organización vinculada a la Iglesia denuncia que en Málaga apenas hay recursos que admitan a familias con menores de edad.
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26% de las personas atendidas en Calor y Café
son exreclusos: se debe a la ruptura o debilidad de vínculos familiares y a que no se puede pagar el alquiler con el subsidio para personas liberadas de prisión
Otra tendencia que han observado los trabajadores de Cáritas en Málaga es el aumento de personas exreclusas que caen en situación de sinhogarismo. En concreto, desde el año 2019, el número de personas acogidas en Calor y Café que han cumplido condena en prisión ha aumentado en un 8% y representan ya el 26% de todas las personas atendidas por Cáritas en 2024. Los expertos de Cáritas atribuyen esta circunstancia a «la ruptura o debilidad de los vínculos familiares y al hecho de no poder hacer frente al pago del alquiler con el subsidio para personas liberadas de prisión».
Otro colectivo especialmente vulnerable es el de los jóvenes ex tutelados: «A pesar del programa +18, son muchos los jóvenes que terminan en una situación de sinhogarismo». De hecho, precisan desde Cáritas, el 5% de los usuarios de Calor y Café el año pasado fueron jóvenes extutelados.
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Campaña de visibilización
María Santos, responsable de la campaña y del programa de personas sin hogar de Cáritas Española, sintetiza el objetivo de la iniciativa y, también, la problemática social y sus principales afectados: se busca «visibilizar» «los sueños silenciados de quienes cada día se enfrentan a múltiples barreras; aquellas personas que, aun trabajando, no pueden acceder a una vivienda; personas migrantes atrapadas en la invisibilidad; víctimas de violencia machista que no encuentran una salida segura; personas con discapacidad que no hallan oportunidades laborales; mujeres y hombres con problemas de salud mental o adicciones; jóvenes extutelados a quienes se les cierran las puertas justo al alcanzar la mayoría de edad; mayores sin red familiar ni pensión suficiente que garantice unas condiciones dignas; personas LGTBIAQ+ que han sido expulsadas de sus hogares o discriminadas; madres solas que luchan por mantener a sus hijas e hijos junto a ellas».
«Vivir en la calle no es sólo una cuestión de pobreza material, sino de exclusión profunda. Las personas sin hogar ven vulnerados sus derechos más básicos y es responsabilidad de todos revertir esta situación»
Cáritas, con esta campaña y la presentación de estos datos, quiere, además, denunciar «la vulneración sistemática de derechos que sufren las personas en situación de calle y reclama medidas concretas que permitan avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva». En este sentido, José Miguel Santos, director de Cáritas Málaga, subraya: «Vivir en la calle no es sólo una cuestión de pobreza material, sino de exclusión profunda; las personas sin hogar ven vulnerados sus derechos más básicos y es responsabilidad de todos (administraciones, entidades y ciudadanía) revertir esta situación».
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Ante esta situación, las propuestas de Cáritas son: implementar medidas efectivas que garanticen el acceso a una vivienda digna; facilitar el empadronamiento «incluso en ausencia total de techo»; además de incrementar los recursos dirigidos a personas sin hogar; garantizar la atención a las personas que tienen intención de solicitar protección internacional; aumentar las plazas en el Programa +18; mejorar la atención desde el sistema de salud a los problemas de salud mental y trastornos de conducta; impulsar espacios de coordinación entre las administraciones públicas; reformar y reforzar los sistemas de gestión de los servicios sociales; y establecer mecanismos de participación de las personas sin hogar.
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