Así es el ave «prehistórico» más peligroso del mundo que puede verse en Málaga
De plumaje negro, cabeza azul intenso, casco, garras y gran tamaño, se encuentra entre las especies amenazadas que conserva Bioparc Fuengirola
Si aún hubiera aves prehistóricas sobrevolando el cielo, se parecerían bastante al casuario. La poca evolución que ha sufrido esta especie a lo largo de ... miles de años permite observar en ella rasgos de aves propias de la epoca de los dinosaurios. «Sus alas atrofiadas, sus plumas sin apenas desarrollar, sus uñas en forma de garra…» la hacen especial, como explica Antonio Garrucho, responsable de Zoología de Bioparc Fuengirola.
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Precisamente, es en este centro ubicado en Fuengirola donde puede verse al casuario, considerado como el ave más peligroso del mundo. Esta ave no voladora se posiciona como una de las más grandes del reino animal, después del avestruz y el emú, este último perteneciente a su misma familia, los Casuariidae. Puede llegar a medir hasta dos metros de altura.
Además de por su envergadura, su fuerza radica en sus potentes garras afiladas, especialmente la central que tiene una longitud de unos 12 centímetros. Son buenas nadadoras y capaces de saltar hasta casi dos metros, pero destacan sobre todo por su velocidad -pueden alcanzar hasta los 50 km/h-. Y, aunque son animales solitarios y bastante pacíficos, si se les provoca pueden responder de manera agresiva y acabar con su adversario sin demasiados problemas. «Atacan lanzando patadas hacia delante, y su fuerza y largas uñas pueden causar heridas muy graves e incluso la muerte», apuntan desde Bioparc.
De ahí, que este centro de conservación cuente con protocolos especiales y estrictos para el cuidado de los casuarios. Diariamente, el equipo encargado de su cuidado trabaja en sus dietas, limpieza de recintos, entrenamientos y, sobre todo, los observan. «El cuidador debe observar en qué momento se encuentran, ya que cambian mucho su comportamiento dependiendo de si están en celo, en la incubación... Este debe conocer muy bien a la especie, solicitando cuando es necesario el cambio de manejo que marcan nuestros protocolos para adaptarlo a cada momento», comenta Antonio Garrucho. Muy importante: mantener el vínculo animal-cuidador que les permite un trato pacífico y sin ataques.
Especie amenazada
El casuario es originario de Papúa Nueva Guinea y Australia. Aquí sus poblaciones se enfrentan a una continua disminución causada, sobre todo, por la destrucción de sus hábitats naturales. Por ello, esta especie está clasifica como 'vulnerable' en la Lista Roja de la UICN, mientras que otras instituciones, como el gobierno australiano, la considera «muy amenazada».
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En cuanto a su aspecto, además de sus grandes garras afiladas, cuenta con un plumaje negro, su cabeza es de un azul intenso y presenta un casco óseo-cartilaginoso que le permite romper las ramas de los árboles cuando corre por la selva.
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